Palabras diarias de Dios | Fragmento 111 | "El misterio de la encarnación (2)"
El objetivo y la relevancia de la obra de Dios en la Era de la Ley
Las palabras relevantes de Dios:
En el principio, después de la creación de la humanidad, fueron los israelitas los que sirvieron como la base de la obra de Dios. Toda Israel fue la base de la obra de Jehová en la tierra. La obra de Jehová consistió en dirigir y pastorear al hombre directamente mediante el establecimiento de leyes para que el hombre pudiera vivir una vida normal y adorar a Jehová de una manera normal en la tierra. En la Era de la Ley, Dios no podía ser ni visto ni tocado por el hombre. Como todo lo que Él hizo fue guiar a los primeros hombres corrompidos por Satanás, enseñándolos y pastoreándolos, Sus palabras sólo contenían leyes, estatutos y las normas de comportamiento humano, y no les proveyó las verdades de la vida. Bajo su liderazgo, los israelitas no habían sido profundamente corrompidos por Satanás. Su obra de la ley fue sólo la primera etapa de la obra de salvación, el principio mismo de la obra de salvación, y prácticamente no tuvo nada que ver con los cambios en el carácter de vida del hombre.
La palabra de Dios | ¿Existe la Trinidad?
¿Cómo dar testimonio de Dios en pruebas como Job?
En la vida real, cada uno de nosotros se enfrentará a algunas pruebas grandes o pequeñas, como la falta de dinero, el dolor de la enfermedad y el desastre natural y artificial. La llegada de estas circunstancias es la prueba en nuestra fe en Dios y nuestra obediencia a Él. Pero muchas veces somos débiles y negativos durante pruebas, e incluso malinterpretamos y culpamos a Dios, y perdimos nuestro testimonio. Hoy, echemos un vistazo a la experiencia de Job. En un día, su ganado por todos los montes fue robado, y sus hijos y sirvientes fueron matados. Sin embargo, no malentendió a Dios ni se quejó de Él, sino que alabó Su santo nombre. Entonces, ¿por qué Job pudo alabar a Dios cuando llegó una prueba tan grande sobre él? ¿Qué conocimiento tiene Job sobre Dios? ¿Cómo podemos ser testigos de Dios en pruebas como Job? Escuchemos las Palabras diarias de Dios para encontrar el camino juntos.
La Palabra de Dios | La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III (Fragmento)
Juan 20:26-29 Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.
Palabras diarias | Acerca de los apelativos y la identidad (Parte 2)
Al principio, cuando Jesús aún tenía que desarrollar oficialmente Su ministerio, como los discípulos que lo siguieron, en ocasiones asistió a reuniones, cantó himnos, alabó y leyó el Antiguo Testamento en el templo. Después de ser bautizado y levantarse, el Espíritu descendió oficialmente sobre Él y comenzó a obrar, revelando Su identidad y el ministerio que iba a emprender. Antes de esto, nadie conocía Su identidad, excepto María. Ni siquiera Juan la conocía. Jesús tenía 29 años cuando fue bautizado. Después de Su bautismo, los cielos se abrieron y una voz dijo: “Este es Mi Hijo amado, en quién me regocijo grandemente”. Una vez que Jesús había sido bautizado, el Espíritu Santo comenzó a dar testimonio de Él de esta forma. Antes de ser bautizado a la edad de 29, Él había vivido la vida de una persona ordinaria, comiendo cuando tenía que comer, durmiendo y vistiéndose normalmente, y nada de Él era diferente de los demás. Por supuesto esto sólo era así para los ojos carnales del hombre. En algunas ocasiones Él también fue débil y, en otras, no pudo discernir cosas, tal como está escrito en la Biblia: Su inteligencia crecía a la par de Su edad. Estas palabras muestran simplemente que Él tuvo una humanidad ordinaria y normal, y no era especialmente diferente de otras personas comunes. También había crecido como una persona normal y no había nada especial en Él. No obstante, Él estaba bajo el cuidado y la protección de Dios. Después de ser bautizado, empezó a ser tentado, tras lo cual Él comenzó a desarrollar Su ministerio y a obrar, y poseyó poder, sabiduría y autoridad. Esto no quiere decir que el Espíritu Santo no obrara en Él o que no estuviera en Él antes de Su bautismo. Antes del mismo, el Espíritu Santo también moraba en Él, pero no había empezado a obrar oficialmente, porque existen límites sobre el momento en que Dios lleva a cabo Su obra y, además, las personas normales pasan por un proceso normal de crecimiento. El Espíritu Santo siempre había vivido en Él. Cuando Jesús nació, era diferente de los demás, y apareció una estrella de la mañana; antes de Su nacimiento, un ángel se apareció a José en un sueño y le dijo que María iba a dar a luz a un niño varón, concebido por el Espíritu Santo. No fue hasta justo después del bautismo de Jesús, que también fue cuando el Espíritu Santo comenzó Su obra, pero el Espíritu Santo no descendió entonces sobre Él. Decir que el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de paloma es una referencia al comienzo oficial de Su ministerio. El Espíritu de Dios había estado en Él desde antes, pero no había empezado a obrar, porque la hora no había llegado y el Espíritu no comenzó a obrar precipitadamente. El Espíritu dio testimonio de Él a través del bautismo. Cuando Él salió del agua, el Espíritu empezó a obrar oficialmente en Él, lo que significaba que la carne encarnada de Dios había comenzado a cumplir Su ministerio y había empezado la obra de redención, es decir, la Era de la Gracia había iniciado oficialmente. Así pues, existe un tiempo para la obra de Dios, no importa cuál sea la obra que Él realice. Después de Su bautismo, no se produjeron cambios particulares en Jesús; Él seguía estando en Su carne original. Simplemente, comenzó Su obra y reveló Su identidad, y se llenó de autoridad y poder. A este respecto, era diferente que antes. Su identidad era diferente, lo que quiere decir que se produjo un cambio significativo en Su estatus; este era el testimonio del Espíritu Santo y no la obra hecha por el hombre. Al principio, las personas no sabían y sólo llegaron a saber un poco una vez que el Espíritu Santo dio testimonio de Jesús de esa forma. Si Jesús hubiera hecho una gran obra antes de que el Espíritu Santo diera testimonio de Él, pero sin el testimonio de Dios mismo, entonces independientemente de lo grande que fuera Su obra, las personas nunca habrían conocido Su identidad, porque el ojo humano habría sido incapaz de verlo. Sin el paso del testimonio del Espíritu Santo, nadie lo habría reconocido como Dios encarnado. Si, después de que el Espíritu Santo hubiera dado testimonio de Él, Jesús hubiera continuado obrando de la misma forma sin ninguna diferencia, entonces no habría tenido ese efecto. Y en esto también se demuestra principalmente la obra del Espíritu Santo. Después de que el Espíritu Santo diera testimonio, tuvo que mostrarse Él mismo, para que pudieras observar claramente que Él era Dios, que el Espíritu de Dios estaba en Él; el testimonio de Dios no estaba equivocado y esto podía demostrar que Su testimonio era correcto. Si la obra previa y la posterior al testimonio del Espíritu Santo hubiesen sido iguales, entonces Su ministerio encarnado y la obra del Espíritu Santo no se habrían acentuado y, por tanto, el hombre habría sido incapaz de reconocer la obra del Espíritu Santo, porque no había una diferencia clara. Después de dar testimonio, el Espíritu Santo debía mantenerlo y tuvo, por tanto, que manifestar Su sabiduría y autoridad en Jesús, que era diferente de la de tiempos pasados. Por supuesto, este no fue el efecto del bautismo; el bautismo es una simple ceremonia, pero era la forma de mostrar que había llegado el momento de desempeñar Su ministerio. Esa obra tenía como fin dejar claro el gran poder de Dios, dejar claro el testimonio del Espíritu Santo, quien asumiría la responsabilidad de dicho testimonio hasta el final. Antes de desarrollar Su ministerio, Jesús también escuchó sermones, predicó y difundió el evangelio en diversos lugares. No realizó ninguna gran obra porque aún no había llegado el momento para que Él desempeñara Su ministerio, y también porque Dios mismo se escondió humildemente en la carne y no llevó a cabo ninguna obra hasta que llegara el momento. Él no realizó ninguna obra antes del bautismo por dos razones: en primer lugar, porque el Espíritu Santo no había descendido oficialmente sobre Él para que obrara (es decir, el Espíritu Santo aún no había concedido a Jesús el poder y la autoridad para llevar a cabo esa obra), e incluso si Él hubiera conocido Su propia identidad, Jesús habría sido incapaz de realizar la obra que pretendió hacer más adelante y tendría que haber esperado hasta el día de Su bautismo. Este era el tiempo de Dios, y nadie podía contravenirlo, ni siquiera el propio Jesús; Jesús mismo no podía interrumpir Su propia obra. Por supuesto, esta era la humildad de Dios y también la ley de la obra de Dios; si el Espíritu de Dios no obrase, nadie podría realizar Su obra. En segundo lugar, antes de ser bautizado, era sólo un hombre muy común y ordinario, nada diferente de otras personas normales y ordinarias; este es un aspecto del hecho de que Dios encarnado no era sobrenatural. Dios encarnado no contravino las disposiciones del Espíritu de Dios; Él obró de una forma ordenada y con toda normalidad. Fue sólo después del bautismo que Su obra tuvo autoridad y poder. Es decir, aunque Él era Dios encarnado, no llevó a cabo ningún acto sobrenatural, y creció de la misma forma que las demás personas normales. Si Jesús ya hubiera conocido Su propia identidad, ya hubiera realizado una gran obra sobre toda la tierra antes de Su bautismo y hubiera sido diferente de las personas normales, mostrando ser extraordinario, entonces no sólo le habría sido imposible a Juan realizar su obra, sino que tampoco habría habido forma para que Dios empezara el siguiente paso de Su obra. Y así, esto habría demostrado que lo que Dios había hecho había salido mal, y para el hombre habría parecido que el Espíritu de Dios y Su carne encarnada no venían de la misma fuente. Por tanto, la obra de Jesús registrada en la Biblia es obra llevada a cabo después de Su bautismo, obra realizada durante el transcurso de tres años. La Biblia no registra lo que Él hizo antes de ser bautizado porque Él no hizo Su obra antes de ser bautizado. Él era simplemente un hombre ordinario y era lo que representaba; antes de que Jesús comenzase a desarrollar Su ministerio, no era diferente de las personas ordinarias, y los demás no podían ver diferencia en Él. Fue sólo después de alcanzar los 29 años de edad cuando Jesús supo que había venido a completar una etapa de la obra de Dios; antes, Él mismo no lo sabía, porque la obra realizada por Dios no fue sobrenatural. Cuando asistió a una reunión en la sinagoga a la edad de doce años, María lo estaba buscando, y Él sólo dijo una frase de la misma forma que cualquier otro niño: “¡Madre! ¿Acaso no sabes que debo anteponer la voluntad de Mi Padre sobre todas las cosas?”. Por supuesto, como el Espíritu Santo lo había concebido, ¿no podía ser Jesús especial de alguna manera? Esa cualidad de especial no significaba que fuera sobrenatural, sino simplemente que Él amaba a Dios más que cualquier otro niño. Aunque Él era humano en apariencia, Su esencia seguía siendo especial y diferente a la de los demás. Sin embargo, fue sólo después del bautismo cuando sintió realmente al Espíritu Santo obrando en Él y sintió que Él era Dios mismo. Cuando alcanzó la edad de 33 años fue cuando tomó verdadera consciencia de que el Espíritu Santo pretendía llevar a cabo la obra de la crucifixión por medio de Él. A la edad de 32 años, había llegado a conocer algunas verdades internas, tal y como está escrito en el Evangelio de Mateo: “Y Simón Pedro respondió y dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. […] Desde ese momento, Jesús comenzó a enseñar a Sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas debido a los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas; que Él debía ser matado y que resucitaría al tercer día”. Él no sabía de antemano la obra que iba a realizar, sino en el momento específico. Él no lo supo completamente en cuanto nació; el Espíritu Santo obró gradualmente en Él, y hubo un proceso en esta obra. Si Él hubiera sabido desde el principio que era Dios, que era Cristo, que era el Hijo del Hombre encarnado, y que Él iba a cumplir la obra de la crucifixión, entonces ¿por qué no obró antes? ¿Por qué no fue hasta después de hablar a Sus discípulos acerca de Su ministerio cuando Jesús sintió tristeza, y oró intensamente por esto? ¿Por qué abrió Juan el camino para Él y lo bautizó antes de que Él entendiese muchas cosas que no había entendido? Lo que esto demuestra es que era la obra de Dios encarnado, y que había un proceso para que Él entendiera y lograra, porque Él era la carne encarnada de Dios, cuya obra era diferente de la realizada directamente por el Espíritu.
Palabras diarias de Dios | Fragmento 25 | "Prefacio"
Palabras diarias de Dios | Fragmento 25 | "Prefacio"
Palabras diarias | Fragmento 11 "Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios"
Palabras diarias | Fragmento 11 "Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios"
¿Por qué esta mención continua a las tres etapas de la obra? El paso de las eras, el desarrollo social y el rostro cambiante de la naturaleza siguen todos ellos a alteraciones en las tres etapas de la obra. La humanidad cambia en el tiempo con la obra de Dios, y no se desarrolla por sí misma. La mención de las tres etapas de la obra de Dios se produce con el fin de traer a todas las criaturas, y a las personas de cada religión y denominación, bajo el dominio de un Dios. Independientemente de la religión a la que pertenezcas, en última instancia te someterás al dominio de Dios. Sólo Él mismo puede llevar a cabo esta obra; ningún líder religioso puede hacerlo. Existen varias religiones importantes en el mundo, y cada una de ellas tiene su cabeza, o líder, y los seguidores están esparcidos por diferentes países y regiones de todo el mundo; cada país, grande o pequeño, contiene diferentes religiones. Sin embargo, independientemente de cuántas religiones existan por todo el mundo, todas las personas del universo existen en definitiva bajo la dirección de un Dios, y no son cabezas o líderes religiosos quienes guían su existencia. Es decir, ningún cabeza o líder religioso específico guía a la humanidad, sino que la dirige el Creador, que creó los cielos y la tierra, y todas las cosas, y también a aquella; esto es una realidad. Aunque el mundo tiene varias religiones principales, por muy relevantes que sean, todas existen bajo el dominio del Creador y ninguna de ellas puede sobrepasar el ámbito de ese dominio. El desarrollo de la humanidad, el progreso social, el desarrollo de las ciencias naturales, cada uno de estos aspectos es inseparable de las disposiciones del Creador, y esta obra no es algo que un líder religioso particular pueda hacer. Los líderes religiosos son simplemente la cabeza de una religión particular, y no pueden representar a Dios, o a Aquel que creó los cielos, la tierra y todas las cosas. Los líderes religiosos pueden guiar a quienes están dentro de toda la religión, pero no pueden dominar a todas las criaturas bajo el cielo; este es un hecho universalmente reconocido. Los líderes religiosos son simplemente meros líderes, y no pueden equipararse a Dios (el Creador). Todas las cosas están en manos del Creador, y al final volverán a ellas. La humanidad fue creada originalmente por Dios, e independientemente de la religión, todas las personas volverán bajo Su dominio; es inevitable. Sólo Dios es el Altísimo entre todas las cosas, y el gobernante más alto entre todas las criaturas también debe volver bajo Su dominio. No importa cuán elevado sea el estatus del hombre, este no puede llevar a la humanidad a un destino adecuado, y nadie es capaz de clasificar todas las cosas según la clase. El propio Jehová creó a la humanidad y clasificó a cada cual según la clase, y cuando llegue el tiempo final Él seguirá haciendo Su propia obra por sí mismo, clasificando todas las cosas según su clase; esto no puede hacerlo nadie excepto Dios. Él mismo llevó a cabo las tres etapas de la obra desde el principio hasta hoy, y las llevó a cabo el único Dios. La realidad de las tres etapas de la obra es la del liderazgo de toda la humanidad por parte de Él, un hecho que nadie puede negar. Al final de las tres etapas de la obra, todas las cosas serán clasificadas según su tipo y volverán bajo el dominio de Dios, porque a lo largo de todo el universo sólo existe este único Dios, y no hay otras religiones. El que es incapaz de crear el mundo será incapaz de llevarlo a su fin, mientras que Él, quien creó el mundo, lo llevará sin duda a su fin. Por tanto, si alguien es incapaz de ponerle fin a la era y sólo puede ayudar al hombre a cultivar su mente, no cabe duda de que no es Dios, no es el Señor de la humanidad. Será incapaz de realizar esa gran obra; sólo hay uno que puede hacerlo; todos los que no pueden efectuarla son, sin duda, los enemigos ajenos a Dios. Todas las religiones malvadas son incompatibles con Dios, y como son incompatibles con Dios, son Sus enemigos. Este único Dios verdadero ha hecho toda la obra, y domina todo el universo. Independientemente de que esté obrando en Israel o en China, de que sea el Espíritu o la carne quien lleva a cabo la obra, Dios mismo lo ha hecho todo, y nadie más puede hacerlo. Precisamente porque Él es el Dios de toda la humanidad, obra libremente, sin estar limitado por ninguna condición; esta es la mayor de todas las visiones. Como criatura de Dios, si deseas cumplir el deber de una de ellas y entender la voluntad de Dios, debes comprender Su obra, Su voluntad para las criaturas, Su plan de gestión, y todo el sentido de la obra que hace. ¡Los que no entienden esto no son aptos para ser criaturas de Dios! Como tal, si no entiendes de dónde viniste ni la historia de la humanidad y toda la obra hecha por Él y, además, tampoco entiendes cómo se ha desarrollado la humanidad hasta hoy ni quién la domina en su totalidad, eres incapaz de cumplir tu deber. Dios ha guiado a la humanidad hasta hoy, y desde que creó al hombre sobre la tierra nunca lo ha abandonado. El Espíritu Santo nunca deja de obrar, nunca ha dejado de guiar a la humanidad y nunca la ha abandonado. Pero esta no es consciente de que existe un Dios, y menos aún lo conoce; ¿hay algo más humillante para todas las criaturas de Dios? Él guía personalmente al hombre, pero este no entiende Su obra. Eres una criatura de Dios, pero no entiendes tu propia historia ni eres consciente de quien te ha guiado en tu viaje, ignoras la obra que Él ha hecho y, por tanto, no puedes conocerlo. Si no lo sabes ahora, nunca serás apto para dar testimonio de Él. Hoy, el Creador guía de nuevo, personalmente, a todas las personas y hace que todas las personas vean Su sabiduría, Su omnipotencia, Su salvación y lo maravilloso que es. Sin embargo, sigues sin ser consciente y sin entender; ¿no eres tú, pues, quien no recibirá la salvación? Los que pertenecen a Satanás no entienden las palabras de Dios, y los que pertenecen a Dios pueden oír Su voz. Todos los que son conscientes de las palabras que hablo y las entienden son los que se salvarán, y darán testimonio de Dios; todos aquellos que no entienden las palabras que hablo no pueden dar testimonio de Él, y son los que serán eliminados. Los que no entienden la voluntad de Dios ni son conscientes de Su obra son incapaces de adquirir el conocimiento de Él, y tales personas no darán testimonio de Él. Si deseas dar testimonio de Él, debes conocerlo, y ese conocimiento de Él se logra a través de Su obra. Resumiendo, si deseas conocer a Dios, debes conocer Su obra: esto es de la mayor importancia. Cuando las tres etapas de la obra lleguen a su fin, se formará un grupo de personas que dará testimonio de Dios, que lo conocerá. Todas estas personas conocerán a Dios y serán capaces de poner en práctica la verdad. Poseerán humanidad y sentido, y todas conocerán las tres etapas de la obra de salvación de Dios. Esta es la obra que se cumplirá al final, y estas personas son la cristalización de la obra de 6.000 años de gestión, y son el testimonio más poderoso de la derrota definitiva de Satanás. Los que pueden dar testimonio de Dios podrán recibir Su promesa y Su bendición, y será el grupo que permanezca al final, que posea la autoridad de Dios y dé testimonio de Él. Quizás todos vosotros podáis convertiros en miembros de este grupo, o quizás la mitad de vosotros, o quizás sólo unos pocos; depende de vuestra determinación y vuestra búsqueda.
Palabras diarias | La aparición de Dios ha traído una nueva época (Fragmento)
La Palabra de Dios Todopoderoso | Fragmento 9 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"
La Palabra de Dios Todopoderoso | Fragmento 9 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"
En cada era, Dios otorga algunas palabras al hombre cuando obra en el mundo, y le comunica algunas verdades. Estas le sirven de camino al que debe adherirse, por el que debe andar, la senda que le permite al hombre temer a Dios y apartarse del mal, el que las personas deberían poner en práctica y respetar en sus vidas y a lo largo de sus viajes vitales. Por estas razones Dios le concede estas palabras al hombre; y este debería respetarlas, porque vienen de Él y porque observarlas es recibir vida. Si alguien no las cumple, no las pone en práctica, y no las vive en su vida, no está practicando la verdad. Y si esto es así ni le teme a Dios, ni se aparta del mal, ni puede satisfacer a Dios. Si alguien no puede satisfacerle tampoco puede recibir la aprobación de Dios; este tipo de persona no tiene desenlace. Por tanto, ¿cómo establece Dios el final de una persona en el transcurso de Su obra? ¿Qué método utiliza Dios para establecer el final del hombre? Quizás no lo tengáis demasiado claro ahora, pero cuando os detalle el proceso quedará bastante claro. Esto se debe a que muchas personas ya lo han experimentado por sí mismas.
La palabra de Dios Todopoderoso | Qué punto de vista deberían tener los creyentes
Vídeos de la Palabra de Dios | El hombre sólo puede salvarse en medio de la gestión de Dios (Fragmento 1)
musica cristiana de adoracion y alabanza | La palabra de Dios es autoridad y juicio
musica cristiana de adoracion y alabanza | La palabra de Dios es autoridad y juicio
I
La mayoría de las personas piensan que
las palabras de Dios son sólo palabras y no hechos.
¡Están ciegas!
¿Acaso no saben que Dios es el mismo Dios fiel?
Sus palabras y hechos son simultáneos.
Esta es la verdad del mismo Dios fiel.
Cuando Dios creó todas las cosas,
cuando destruye el mundo,
cuando elige completar a los hijos primogénitos,
todo se realiza con una palabra de Su boca,
porque Su palabra es juicio y autoridad,
porque Su palabra es juicio y autoridad.
La palabra de Dios Todopoderoso | Fragmento 44 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"
La palabra de Dios Todopoderoso dice:
En medio del sufrimiento extremo, Job se da cuenta realmente del cuidado de Dios por la humanidad
El aviso de Dios | Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino (Fragmento 3)
El aviso de Dios | Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino (Fragmento 3)
Verdad del Evangelio | El Señor Jesús dijo que Él volverá, ¿y cuál será la forma de Su retorno?
Evangelio diario | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca” (Fragmento 2)
WhatsApp: +34-663-435-098
Música Cristiana de Adoración | La autoridad y el poder que demuestra Dios encarnado
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Querido hermano Xiangyin, Hace ya dos años que no nos vemos. ¿Está todo bien? Desde que me predicó el evangelio del Señor Jesús h...
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¿ Qué es la fe ? Muchos hermanos y hermanas en el Señor, creen que mientras reconozcamos el nombre de Dios, sigamos leyendo la Biblia, reuni...
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Ver todo tipo de desastres suceder uno tras otro,que usted se ha dado cuenta de que esto es el cumplimiento de las profecías del regreso del...