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He seguido los pasos del Cordero


Shen Ai, Singapur

Cuando yo tenía 18 años, mi madre enfermó y por tanto empezó a creer en el Señor Jesús. En ese momento, yo conocía el nombre del Señor Jesús pero no entendía nada sobre la fe en el Señor. Fue una gran coincidencia que más adelante yo fuera a trabajar en una empresa donde la mayoría de los empleados eran cristianos. Al relacionarme con ellos, vi que trataban a las personas con amor y paciencia y llegué a creer que los cristianos eran un grupo de personas bastante buenas. Durante ese período de tiempo, había un colega que con frecuencia me contaba la historia de cómo el Señor Jesús fue clavado en la cruz con el fin de redimir a la humanidad. Desarrollé gradualmente un interés en la fe en el Señor y empecé a ir con mis colegas a su iglesia para adorar. La primera vez que entré en la iglesia y oí himnos de alabanza a Dios, inesperadamente fui conmovida hasta las lágrimas por el amor de Dios. Oré al Señor así: “¡Oh, Señor Jesús! Gracias por elegirme del inmenso océano de la humanidad para convertirme en una de Tus hijas, deseo seguirte eternamente…”. Durante ese período, siempre que me enfrentaba a algunas dificultades en mi vida cotidiana o que mis amigos y familiares se burlaban de mí a causa de mi fe en el Señor, siempre y cuando yo fuera ante el Señor y orara, mi espíritu encontraba un alivio inmenso. Sentía que el Señor Jesús era mi único apoyo en la vida y que nunca dejaría de estar al lado del Señor. En ese momento, mi himno favorito era: “¡Roca, roca, Jesucristo! La salvación no se encuentra en nadie más, porque no hay otro nombre bajo el cielo, sólo Tú eres el salvador. Tú eres el Hijo del Hombre, Tú eres el mediador, Tú eres el hijo de Dios, Tú eres el cordero. Tú eres el camino y la verdad, Tú eres la vida, Tú eres la luz, Tú eres la roca, la fortaleza, la ciudad del refugio y el escudo. Te pertenecemos; nunca seremos sacudidos de generación en generación”. Y así es como confié en el gran poder del Señor y la motivación obtenida de la guía de Sus palabras para superar todas las dificultades y problemas de la vida.

Pero entonces, por alguna razón desconocida, empecé a sentir poco a poco que ya no estaba disfrutando de las reuniones. Los sermones del pastor siempre eran las mismas viejas cosas de siempre, sin ninguna luz nueva en ellas y sentía que no estaba obteniendo nada. Mi espíritu estaba secándose y se volvía cada vez más débil. A causa de esto, oraba a menudo al Señor así: “Señor, en mi corazón no hay deseo de ir a las reuniones de la iglesia. Cuando voy, simplemente me dejo llevar por la inercia y no obtengo sustento para mi vida espiritual. Señor, me siento desamparada. Estoy vagando confundida sobre lo que debo hacer. Por favor, sácame de esto”. Pero independientemente de cómo orara y suplicara, nunca podía sentir la presencia del Señor. La oscuridad y el dolor crecieron en mi corazón y mi confianza se debilitaba día tras día. Entonces, en 2014, mi marido tuvo un accidente cuando conducía bajo la influencia del alcohol. Acabamos pagando 2 años de facturas médicas y compensaciones, lo cual nos dejó deudas de más de 100.000 yuanes. Fue esta presión de las deudas la que nos obligó a mi marido y a mí a trasladarnos a Singapur para trabajar y ganar más dinero.

En abril de 2016 llegamos a Singapur. El estrés y las dificultades de la vida cotidiana allí resultaron ser mucho mayores de lo que esperaba. Empecé a trabajar más de 10 horas diarias, lo cual me dejaba físicamente agotada. Pero aún peores eran las reprimendas de mis compañeros de trabajo y de mi jefe en la tienda. Este estrés físico y psicológico era una fuente de enorme sufrimiento para mí y yo lloraba cada día después del trabajo. Me sentía muy sola, sin nadie que entendiera mi situación ni que mostrara alguna preocupación por mí. Vivir así era tan doloroso que en mi corazón incluso empecé a quejarme del Señor. Era un entorno al que ya no me podía enfrentar y simplemente quería volver a China lo antes posible. Pero ocurre a menudo que justo cuando una persona está al borde de la desesperación, Dios aparece. Así que justo cuando el sufrimiento era más grande y yo me sentía la más desamparada, una de mis compañeras de trabajo, que vivía conmigo, la hermana Wang, vio que yo tenía una Biblia en mi mesita de noche y me dijo que ella también era cristiana. Yo estaba encantada de descubrir que la hermana Wang también era creyente en el Señor y desde ese día en adelante nos reunimos a menudo para hablar de temas sobre la fe en Dios. La hermana Wang me animó a orar a Dios frecuentemente en todo y a mantener mi fe en Él. Como no hacía mucho que yo estaba en Singapur, aún no estaba en absoluto acostumbrada a la comida. Así que cada día después del trabajo la hermana Wang solía cocinar la cena según mis gustos. Esto me conmovió mucho y sabía que esta clase de amor provenía de Dios, por lo que estaba muy agradecida a Él por disponer que hubiera alguien allí para apoyarme cuando me sentía totalmente sola y desamparada. Algún tiempo después, la hermana Wang me presentó a otras 2 hermanas. La primera vez que me reuní con ellas no pude contener el sentimiento de queja en mi corazón y las lágrimas pronto cayeron por mi rostro. Las hermanas me consolaron y me hablaron sobre las intenciones de Dios conmigo. Una de ellas dijo: “Te las has arreglado para salir de China sin problemas, así que eso sólo puede significar que Dios lo ha permitido y que Él pretende algo maravilloso para ti aquí. Simplemente no sabemos aún qué es”. La hermana también se apoyó en la historia de Job de la Biblia en su comunicación conmigo: “Job perdió toda su inmensa riqueza y todos sus hijos e hijas. Incluso tuvo furúnculos por todo su cuerpo, pero durante ese tiempo de sus mayores pruebas y sufrimiento no se quejó ni una vez de Dios. Simplemente se sometió al plan de Dios para él y alabó Su nombre. Cuando Job se mantuvo firme y dio testimonio por Dios durante sus pruebas, vio las bendiciones de Dios. En las pruebas de Job podemos ver que muchas de las cosas que nos sobrevienen tienen las intenciones de Dios detrás. Así que independientemente de a qué situación o entorno nos enfrentemos no debemos quejarnos a Dios. En su lugar, debemos primero someternos y buscar las intenciones de Dios…”. Mientras escuchaba la comunicación de la hermana, mi corazón se fue tranquilizando gradualmente. Sí, Job pudo someterse a Dios incluso durante las tremendas pruebas y sufrimiento que experimentó. No se quejó y pudo alabar el nombre de Dios, ¡lo cual fue un testimonio tan maravilloso! Y mis dificultades eran insignificantes comparadas con las de Job, así que si él aún pudo someterse a Dios, yo no debería quejarme de nuevo ni entristecer a Dios. La comunicación de la hermana me dio la confianza y valentía para enfrentarme una vez más a mis problemas y mi corazón sintió un alivio considerable. Al mismo tiempo, yo sentía que la comunicación de las hermanas estaba llena de brillo: ellas habían usado la historia de Job para iluminar mis dificultades actuales en la vida y me habían mostrado un camino práctico hacia delante. Esto era algo que yo nunca había reconocido anteriormente al leer la Biblia. La reunión fue muy fructífera para mí y después de ella pude sentir que mi espíritu resplandecía cada vez más cada día y que el trabajo ya no era tan problemático. Después de eso, me reuní a menudo con las hermanas y cada reunión con ellas fue gratificante.

Una vez cuando estábamos juntas leímos este pasaje de las palabras de Dios: “Dios creó a estas dos personas y las trató como Sus compañeras. Como su única familia, Él cuidaba de sus vidas y de sus necesidades de alimento, ropa y refugio. Aquí, Dios aparece como padre o madre de Adán y Eva […]. La actitud y la forma en la que Dios trataba a Adán y Eva son parecidas a la manera en que los padres muestran preocupación por sus hijos. También es cómo los padres humanos aman, cuidan y se ocupan de sus propios hijos e hijas, de una forma real, visible y tangible. En lugar de enaltecerse a sí mismo hacia una posición elevada y poderosa, Dios usó personalmente las pieles para confeccionar ropa para el hombre. No importa si este abrigo de piel se usó para cubrir su modestia o para protegerlos del frío. Lo que importa es que Dios hizo personalmente con Sus propias manos esta ropa para cubrir el cuerpo del hombre. En vez de pensar en la ropa para que existiera o de usar métodos milagrosos como las personas podrían imaginar, Él hizo justificadamente algo que, según el hombre, Dios no hacía o no debía hacer. Esto podía parecer una cosa trivial, algo que algunas personas no considerarían digno de mención; sin embargo, permite que cualquier seguidor de Dios asediado por concepciones ambiguas sobre Él, adquiera una percepción de Su autenticidad y Su hermosura, y vea Su fidelidad y humildad” (‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I’ en “La Palabra manifestada en carne”). Me sorprendió mucho leer estas palabras, ya que las ideas me parecían extrañas. He leído la Biblia durante muchísimos años, pero la importancia de que Dios vistiera personalmente a Adán y Eva con pieles de animales nunca se me había ocurrido. Sin duda, nunca fui consciente de que detrás de la realización de esta acción de Dios había mucho de Su intención. Fue como si una luz se hubiera encendido en mi corazón, la cual estaba revelando los misterios de la Biblia para mí. Lo que Dios había dicho se expresó tan bien que reconfortó mi corazón y me permitió ver cuán íntima era la relación de Dios con la humanidad. Dios era como los padres de la humanidad, lleno de cuidados, preocupación y afecto. Dios nos dio las mejores cosas, ¡lo cual demuestra Su inmenso amor por nosotros los humanos! Sentí que mi relación con Dios se había vuelto instantáneamente más estrecha.

Después de eso, leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Desde la creación del mundo, he empezado a predestinar y seleccionar a este grupo de personas; a saber, vosotros los de hoy. […] Arreglé con Mi mano las cosas que haces y las personas que te encuentras todos los días, por no mencionar el hecho de que traerte a Mi presencia hoy se hizo en realidad por Mi arreglo. No te entregues al desorden; debes proceder con calma” (‘Capítulo 74’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Este pasaje explica que cualquier cosa que hagamos o a quienquiera que veamos cada día de nuestra vida, está todo organizado por Dios. Leer esto me abrió la mente tremendamente. Así pues, ¡la razón por la que me había ido al extranjero y por la que había conocido a las hermanas y obtenido su apoyo era que Dios estaba controlándolo todo! Como Dios me había guiado cada paso del camino hasta ahora, entonces tenía sentido creer que Él también había preparado el camino por delante para mí. Pensar así incrementó mi confianza en Dios. Yo sentía que Dios estaba a mi lado cuidándome y ya no me sentía vacilante ni desamparada. Estaba dispuesta a entregar la gestión de todas las cosas a Dios y creí que Él me llevaría a través de todas y cada una de las dificultades. Durante esos días, aunque el trabajo seguía siendo tan agotador como siempre, yo sentía un gran gozo en mi corazón. Esperaba con ansias mis reuniones con las hermanas porque siempre podía obtener sustento de ellas y aprender algo nuevo, lo cual era completamente diferente de lo que había obtenido de mi iglesia anterior.

Pero algunos días después, cuando estaba viendo una película evangélica con la hermana Wang, vi que las palabras “Relámpago Oriental” salieron en la pantalla. Me agité un poco porque recordé que en China los pastores habían hablado a menudo sobre el Relámpago Oriental en sus sermones. Ellos decían cosas como: “Las personas que creen en el Relámpago Oriental no están invocando el nombre del Señor Jesús en sus oraciones. En su lugar, están orando a Dios Todopoderoso”. Los pastores también nos advirtieron de que no tuviéramos ningún contacto con los seguidores del Relámpago Oriental para que no fuéramos confundidos y robados por ellos. Decían que si abandonábamos el nombre del Señor y traicionábamos al Señor Jesús seríamos… Pensar en todo esto me alarmó y puse fin a la conversación con la hermana Wang. Durante un período de tiempo después de eso empecé a evitar a la hermana Wang en el trabajo, pero seguía pensando a menudo en la preocupación que ella había mostrado por mí. Pensaba en los buenos tiempos en los que me reunía con ellas y en que su comunicación era fresca, esclarecedora y totalmente acorde con las palabras de Dios. Ellas también eran decentes y honradas en su comportamiento y yo obtuve particularmente mucho de los pasajes de las palabras de Dios que ellas me dieron a leer, las cuales me parecieron muy prácticas e incluían muchas verdades que nunca había oído antes. Después de leer esas palabras, sentí que mi relación con Dios estaba volviéndose cada vez más cercana y que yo estaba saliendo de la negatividad, debilidad y oscuridad espiritual que me habían envuelto. Había conseguido finalmente algo de confianza y esperanza en mi vida. ¡Esta era la confirmación de la obra del Espíritu Santo! ¡Esto también era una prueba de que la hermana Wang y las demás tenían una fe que era correcta y que probablemente era realmente el único camino verdadero! Pero lo que no podía asimilar era por qué cuando oraban usaban el nombre de Dios Todopoderoso y no el del Señor Jesús. Me sentía muy desconcertada por esto y no sabía qué hacer. Por tanto, dije esta oración a Dios: “Dios, Tú has dispuesto que yo conociera a algunas hermanas y me has permitido saber que ellas pertenecen al Relámpago Oriental y que usan el nombre de Dios Todopoderoso en sus oraciones. Ahora no sé qué camino elegir o si el Relámpago Oriental es o no realmente Tu retorno. Dios, si el Relámpago Oriental realmente es la obra de Tu aparición, te suplico que me esclarezcas y guíes para que pueda seguir Tus pasos”. Después de orar, mi corazón se sintió más firme y pude hablar con la hermana Wang sobre las dudas que yo estaba teniendo. La hermana Wang me dijo: “Estos problemas que has planteado son exactamente los mismos que yo tuve cuando empecé a investigar la obra de Dios de los últimos días. Fue sólo después de leer las palabras de Dios Todopoderoso cuando pude entenderlos. ¿Por qué no hablamos sobre las palabras de Dios ahora?”. Cuando oí a la hermana Wang decir esto, accedí a empezar a investigar la obra de Dios de los últimos días.

Esa noche vinieron 2 hermanas más (Xiaoya y Lianxin) y ambas dieron testimonio de la obra de Dios de los últimos días para mí. Después de escuchar su comunicación, les pregunté: “Solíamos usar el nombre del Señor Jesús en la oración e invocar Su nombre para curar la enfermedad y echar fuera demonios. ¿Por qué ha cambiado el nombre de Dios a Dios Todopoderoso?”. La hermana Xiaoya contestó: “Realmente, con respecto al nombre de Dios Todopoderoso, hay varias profecías sobre él en la Biblia, en el libro de Apocalipsis. Por ejemplo, el versículo 8 del capítulo 1 dice: ‘Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso’. El versículo 17 del capítulo 11 dice: ‘diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar’. Y el versículo 6 del capítulo 19 dice: ‘Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina’. En esto podemos ver que durante los últimos días Dios usa el nombre de Dios Todopoderoso para empezar la obra de juicio. Esto es algo que Dios ha planeado durante mucho tiempo”. Después de escuchar la explicación de la hermana, todo me quedó claro de repente: ¡El nombre “el Todopoderoso” está en la Biblia! ¡Y el Todopoderoso debe significar Dios Todopoderoso!

Entonces la hermana Lianxin puso el vídeo de un himno de las palabras de Dios: “En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un sentido representativo: cada nombre representa una era. Aunque Jehová, Jesús y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres solo denotan las diferentes eras de Mi plan de gestión y no me representan en Mi totalidad. Los nombres por los cuales me llaman las personas en la tierra no pueden expresar todo Mi carácter y todo lo que Yo soy. Son simplemente nombres diferentes por los que se me llama durante las diferentes eras. Así pues, cuando la era final —la era de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová o Jesús, mucho menos el Mesías; se me llamará el potente Dios Todopoderoso mismo y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador con amor y aprecio. Hoy, sin embargo, ya no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; Yo soy el Dios que ha regresado en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que surge del extremo de la tierra, repleto de todo Mi carácter y lleno de autoridad, honor y gloria. […] Tomé este nombre y soy poseedor de este carácter para que todas las personas puedan ver que Yo soy un Dios justo, el sol ardiente, la llama abrasadora, y que todos puedan adorarme, al único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy solo el Dios de los israelitas ni soy solo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas en todos los cielos, la tierra y los mares” (‘El significado del nombre de Dios’ en “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”). Después de ver el vídeo, las hermanas hablaron mucho más conmigo, de cosas como las verdades relativas a por qué cambia Dios los nombres y el significado del nombre de Dios para cada era. Ahí fue cuando entendí finalmente: Dios es llamado con un nombre diferente durante cada era y cada nombre tiene un significado que representa el carácter de Dios y la obra que Él necesita hacer durante esa era. Pero cada nombre elegido sólo representa parte del carácter de Dios durante esa era, no todo Su carácter. Por ejemplo, el nombre Jehová representaba la obra de Dios durante la Era de la Ley y también el carácter imprecatorio pero misericordioso de Jehová. El nombre Señor Jesús representaba la obra de Dios durante la Era de la Gracia y el carácter representado era compasivo y misericordioso. Durante los últimos días Dios ha cambiado Su nombre de nuevo y está usando el nombre Dios Todopoderoso para llevar a cabo la obra de juicio de los últimos días. Toda la era está siendo llevada a su fin mediante el carácter de justicia, majestad e ira de Dios. El carácter de Dios se revela gradualmente a la humanidad cuando Su obra se desarrolla y Dios no desea que la humanidad lo limite a ninguna de las etapas de Su obra. Dios especialmente no desea que la humanidad use ninguno de los nombres con el fin de trazar fronteras para lo que Él tiene y es. Dios usa diferentes nombres para diferenciar entre distintas eras y llevar a cabo la obra necesaria para cada era, de forma que las personas puedan reconocer todo el carácter de Dios y todo lo que Él tiene y es. Esto es la sabiduría y la omnipotencia de Dios. Cuando llegue finalmente el día en que la obra de Dios haya finalizado, no habrá necesidad de llamar a Dios por ningún nombre. Dios es el Creador de todas las cosas, Dios es Dios y Su autoridad y grandeza no puede englobarse dentro de ningún único nombre. Siento que las palabras de Dios Todopoderoso están llenas de autoridad y que sólo Dios puede hablar de esta manera y desvelar el misterio de Su nombre. Y sólo Dios puede decir: “Soy el Dios de todas las criaturas en todos los cielos, la tierra y los mares”. Ahora creo que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado y que las palabras de Dios Todopoderoso son las declaraciones y voz de Dios.

Este fue el momento en el que me di cuenta de por qué mi espíritu no obtuvo nunca el sustento que necesitaba en esas reuniones de la iglesia y de por qué no podía obtener el liderazgo del Señor usando el nombre del Señor Jesús en la oración: fue porque la obra llevada a cabo bajo el nombre de Jesús ya había terminado. Dios está llevando a cabo una nueva obra ahora, por lo que tiene un nombre nuevo y, por tanto, quienquiera que invoque el nombre del Señor Jesús en oración no obtendrá la obra del Espíritu Santo. Esto fue como una epifanía para mí. Ahora entendía por qué la hermana Wang y las otras dos hermanas daban una comunicación tan fresca y vivaz, por qué entendían ellas tanto sobre la fe en Dios y por qué tenían una confianza y una fuerza tan grandes; todo era porque habían aceptado la nueva obra de Dios, obtenido las nuevas palabras de Dios y porque seguían los pasos del Cordero. Por el contrario, todas esas personas que no acepten la obra de Dios de los últimos días ni lean las palabras expresadas actualmente por Dios, nunca seguirán los pasos del Cordero sino que vivirán su vida en tinieblas sin una senda que seguir. Sólo Dios es el sustento de la vida humana, y si la humanidad se aparta del liderazgo de Dios nos apagaremos y moriremos. No pude evitar dar alabanza y gracias a Dios en silencio. Di gracias a Dios Todopoderoso por llevarme a dar la bienvenida al retorno del Señor, haciendo que yo tuviera seguridad sobre la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días y permitiéndome seguir los pasos del Cordero y obtener la nutrición y sustento de las palabras de Dios. ¡Toda la gloria sea a Dios Todopoderoso! ¡Amén!

Para conocer más: Profecias de la segunda venida de Cristo

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.


Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Película cristiana completa en español | "Esperando" Cómo esperar vigilante el regreso del Señor

Mucha gente a menudo lee la Biblia y ora a Dios, y esperando la vuelta del Señor. Pero también mucha de ella pierde la oportunidad de investigar el verdadero camino y de recibir al Señor durante su espera. ¿Qué está pasando? Los desastres son cada vez más grandes, ¿cómo esperamos vigilante el regreso del Señor? ¿Cómo prepararse para la segunda venida de Cristo? Vea la película en vivo de hoy “Esperando” para saber recibir al Señor.

¿Cómo debemos buscar las huellas de Dios y recibir al Señor con éxito en los últimos días?

El Salvador ha descendido. ¿Quiere saber el misterio de la segunda venida de Cristo? ¿Cómo debemos dar la bienvenida a Su regreso? Por favor lee...

¿Cómo debemos buscar las huellas de Dios y recibir al Señor con éxito en los últimos días?

En los últimos días, todos esperamos poder recibir al Señor lo antes posible. Pero, ahora que las profecías de la venida del Señor se han cumplido, ¿por qué aún no hemos recibido al Señor? ¿Cómo podemos recibirlo? El Señor Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Esta Escritura nos dice una forma importante de práctica: “Buscar”. Es decir, si tomamos la iniciativa para buscar las huellas de Dios, Él se nos aparecerá. Pero ¿cómo hemos de buscar? El Señor Jesús dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). La expresión “mi voz” se alude a que el Señor hablará más cuando regrese en los últimos días. Y el Señor Jesús dijo que los que aceptan a Él tras oír la voz de Dios, podrán recibirlo. Por lo tanto, en los últimos días debemos buscar las palabras y declaraciones de Dios, una vez que encontramos la expresión de Dios en los últimos días, esto significa que encontramos los pasos de Dios y tendremos la oportunidad de recibir al Señor.

Palabras diarias | La aparición de Dios ha traído una nueva época (Fragmento)

Palabras diarias | La aparición de Dios ha traído una nueva época (Fragmento)


El plan de gestión de seis mil años de Dios está llegando a su fin y la puerta del reino se ha abierto a todos aquellos que buscan la aparición de Dios. Queridos hermanos y hermanas, ¿qué estáis esperando? ¿Qué es lo que buscáis? ¿Estáis esperando la aparición de Dios? ¿Estáis buscando las huellas de Dios? ¡Cómo se anhela la aparición de Dios! ¡Y qué difícil es encontrar las huellas de Dios! En una época como esta, en un mundo como este, ¿qué debemos hacer para contemplar el día de la aparición de Dios? ¿Qué debemos hacer para seguir las huellas de Dios? A estas preguntas se enfrentan todos los que esperan la aparición de Dios. Vosotros las habéis considerado en más de una ocasión, pero ¿con qué resultado? ¿En dónde se aparece Dios? ¿Dónde están las huellas de Dios? ¿Habéis obtenido las respuestas? La respuesta de muchas personas sería esta: Dios se aparece entre los que lo siguen, y Sus huellas están entre nosotros; ¡así de sencillo! Cualquiera puede ofrecer una respuesta formulista, pero, ¿entendéis vosotros qué es la aparición de Dios, y cuáles son las huellas de Dios? La aparición de Dios se refiere a Su llegada personal a la tierra para hacer Su obra. Con Su propia identidad y carácter, y con Su método inherente, Él desciende entre los hombres para llevar a cabo la obra de comenzar una época y terminar otra. Esta clase de aparición no es una especie de ceremonia. No es una señal, un cuadro, un milagro o una gran visión y mucho menos una clase de proceso religioso. Es un hecho real y verdadero que se puede tocar y contemplar. Esta clase de aparición no es en aras de seguir un proceso o en aras de un trabajo a corto plazo; es, para ser más precisos, en aras de una etapa en la obra de Su plan de gestión. La aparición de Dios siempre es significativa y siempre se conecta con Su plan de gestión. Esta aparición es completamente diferente a la aparición de la guía, dirección y esclarecimiento de Dios para el hombre. Cada vez que Él se revela, Él lleva a cabo una etapa de la gran obra. Esta obra es diferente de la de cualquier otra época. Para el hombre es inimaginable y él nunca la ha experimentado. Es una obra que da inicio a una nueva época y termina con la vieja época, y es una forma nueva y mejorada de obrar para la salvación de la humanidad; más aún, es una obra para llevar a la humanidad a una nueva época. Esta es la trascendencia de la aparición de Dios.

Ruptura

Todos los pastores y ancianos del mundo religioso son personas que sirven a Dios en las iglesias. Suelen leer la Biblia y dar sermones a los creyentes, oran por ellos y les demuestran compasión, pero ¿por qué decimos que son unos fariseos hipócritas? Especialmente en lo tocante a cómo se plantean el regreso del Señor, no sólo no buscan ni examinan nada, sino que, por el contrario, desafían y condenan frenéticamente la obra de Dios Todopoderoso. ¿Por qué exactamente? Lee este artículo, te responderá.


Ruptura



Por Fangfang, China

En mi familia todos creemos en el Señor Jesús y, mientras que yo era una creyente normal en nuestra iglesia, mi padre era colaborador en ella. En febrero de 2004 acepté la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días y poco después le prediqué el evangelio del reino a mi hermana pequeña. En principio pensaba dar testimonio de la obra de Dios de los últimos días a mi padre con algunas palabras y verdades de Dios que había aprendido. Sin embargo, para mi sorpresa, cuando mi padre se enteró de que había aceptado la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, se puso furioso y trató de estorbar e impedir mi fe.

Artículo Cristiano | El espíritu oculto ha despertado

Cuando tengamos un corazón de anhelar y buscar a Dios, Dios nos guiará a escuchar la voz del Señor y encontrar Sus huellas. Por favor lee......

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Por Yuan Zhi, Brasil
Yo nací en una pequeña ciudad del norte de China. En el 2010, seguí a mis familiares hasta Brasil. Allí, conocí a un amigo cristiano. Él me llevó a la iglesia a escuchar sermones. Pero aunque fui tres veces, nunca lo asimilé. Después, como mi trabajo me mantenía ocupado, no regresé a la iglesia hasta un día de junio de 2015 en el que mi amigo me llevó allí una vez más. En esta ocasión, a través de lo que los hermanos y hermanas compartieron, tuve algún entendimiento de que el Señor Jesús es el Redentor. Especialmente, cuando leí Génesis por primera vez, sentí que el Creador es verdaderamente maravilloso. En la escuela, los libros de texto me habían enseñado que el hombre evolucionó de los simios y monos y que todas las cosas del mundo se formaron de manera natural. Ese día, cuando leí Génesis, entendí que en realidad el hombre fue creado por Dios y que Él había creado todas las cosas. De repente, sentí que, durante más de veinte años, me habían engañado. Ese día, desperté repentina y completamente. Desde ese momento en adelante, creí en el Señor Jesús.

Reflexion cristiana | ¿Cómo podemos asistir al banquete con el Señor?




 Poder encontrarse con el Señor en los últimos días e ir al banquete con Él es la esperanza de todos los que creemos en Dios. Solo aquellos que van al banquete del Cordero tendrán una oportunidad de ser llevados al reino de los cielos y recibir bendiciones eternas. Entonces, ¿cómo debemos hacer para asistir al banquete con el Señor y ser arrebatados al reino de los cielos? Esta transmisión en vivo nos revelará la respuesta. ¡Estad atentos!

¿Tiene Dios un género específico? Os descubro una nueva interpretación

     Por fin se revela el misterio de “el Padre y el Hijo”
Aunque había llegado a entender esta verdad, seguía sin tener del todo claro por qué Dios se había encarnado en una mujer en los últimos días, por lo que pregunté: “Hermano, Mateo 3:17 relata que, cuando el Señor Jesús fue bautizado, una voz de los cielos dijo: ‘Este es mi Hijo amado en quien me he complacido’. Además, cuando el Señor Jesús oraba, llamaba Padre al Dios del cielo. ‘Padre’ e ‘Hijo’ son del género masculino, lo que demuestra que Dios es masculino. Entonces, ¿cómo puede regresar el Señor Jesús en forma de mujer? Como no lo entiendo, me pregunto si tú podrías hablarme de ello”.

Reflexion cristiana | ¿Cómo reciben al "Novio" las vírgenes prudentes?





Reflexion cristiana | ¿Cómo reciben al "Novio" las vírgenes prudentes?


Ahora es el final de los últimos días, las profecías del regreso del Señor en la Biblia se han cumplido básicamente, muchos cristianos que tienen corazón y espíritu sensibles han sentido que el Señor podría haber regresado, y están aguardando ansiosamente Su venida. El Señor Jesús nos hizo la parábola de cinco vírgenes prudentes y cinco insensatas, las vírgenes prudentes lo dieron la bienvenida, y las insensatas fueron abandonadas por Él. El Señor Jesús profetizó: "Y a la medianoche se oyó un grito: Mirad, llegó el novio, salid a recibirle" (Mateo 25:6). No cabe la menor duda de que muchos hermanos y hermanas en el Señor quieren ser vírgenes prudentes quienes pueden asistir al banquete con el "Novio". Sin embargo, ¿sabes qué son vírgenes inteligentes? ¿Cómo preparan ellas el aceite para encontrarse con el "Novio" y ser arrebatadas al trono de Dios? Bienvenido a ver esta transmisión en vivo, te demostrará cómo ser una virgen inteligente para ser capaz de buscar las huellas de Dios y dar la bienvenida al regreso del Señor. Así que ¡esté atento!

¿Tiene Dios un género específico? Os descubro una nueva interpretación

Bao’en (Brasil)
Nota del editor: Respecto a la pregunta “¿tiene Dios un género específico?”, creo que muchos cristianos alegarán: “La Biblia relata claramente que, cuando el Señor Jesús estaba siendo bautizado, una voz de los cielos dijo: ‘Este es mi Hijo amado en quien me he complacido’ (Mateo 3:17). Asimismo, cuando el Señor Jesús oraba, llamaba Padre al Dios del cielo y, ciertamente, estas palabras, ‘Padre’ e ‘Hijo’ demuestran que Dios es masculino”. Por tanto, cuando oímos testimonios de que el Señor Jesús ha regresado y se ha encarnado en forma femenina, muchos hermanos y hermanas no le encuentran sentido a esto. Les resulta evidente que el Señor Jesús era un hombre, así que ¿cómo podría ser mujer la segunda venida del Señor? El hermano Bao’en, de Brasil, también se aferraba a esta opinión, hasta que oyó un sermón y fue capaz de lograr una nueva interpretación de este asunto…

La Palabra de Dios | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”


La palabra de Dios dice:

Por varios miles de años el hombre ha anhelado poder ser testigo de la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador sobre una nube blanca mientras desciende, en persona, entre aquellos que lo han añorado y anhelado durante miles de años. El hombre ha deseado que el Salvador regrese y se reúna con el pueblo, es decir, que Jesús el Salvador vuelva al pueblo de quien ha estado separado durante miles de años. Y el hombre espera que Él lleve a cabo una vez más la obra de redención que Él hizo entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, que perdone sus pecados, que los lleve e incluso que lleve todas las transgresiones del hombre y lo libre del pecado. Anhela que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, afable y venerable, que nunca esté airado con el hombre ni le haga reproches, que este Salvador perdone y lleve todos los pecados del hombre e incluso muera en la cruz una vez más por él. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, y todos los santos que fueron salvos gracias a Su nombre, lo han estado añorando y esperando desesperadamente. Todos aquellos que fueron salvos por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día gozoso durante los últimos días, cuando Jesús el Salvador llegue sobre una nube blanca y aparezca entre los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. En todo el universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han estado anhelando desesperadamente la llegada repentina de Jesucristo para cumplir Sus palabras cuando estuvo en la tierra: “Llegaré tal como partí”. El hombre cree que después de la crucifixión y la resurrección Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca y tomó Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, el hombre concibe que Jesús descenderá de nuevo sobre una nube blanca (esta nube se refiere a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando regresó al cielo) entre aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y que Él llevará la imagen y las vestimentas de los judíos. Después de aparecer al hombre, Él le concederá comida y hará que el agua viva brote para él y vivirá en medio de él, lleno de gracia y amor, vivo y real. Y así sucesivamente. Sin embargo, Jesús el Salvador no hizo esto; Él hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó entre los que habían anhelado Su regreso ni se les apareció a todos los hombres mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce y permanece ignorante de Él. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin darse cuenta de que Él ya ha descendido sobre una “nube blanca” (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es) y está ahora entre un grupo de vencedores que Él formará durante los últimos días. El hombre no sabe esto: aunque el santo Salvador Jesús está lleno de afecto y amor hacia el hombre, ¿cómo podía obrar en “templos” habitados por la inmundicia y los espíritus inmundos? Aunque el hombre ha estado esperando Su llegada, ¿cómo podría Él aparecer a aquellos que comen la carne de los injustos, que beben la sangre de los injustos, que visten las ropas de los injustos, que creen en Él, pero que no lo conocen y que constantemente lo chantajean? El hombre sólo sabe que Jesús el Salvador está lleno de amor y compasión y que es la ofrenda por el pecado llena de redención. Pero el hombre no tiene idea de que Él también es Dios mismo, que rebosa de justicia, majestad, ira y juicio, que posee autoridad y está lleno de dignidad. Así pues, aunque el hombre ansiosamente anhela y ansía el regreso del Redentor, y hasta el cielo es conmovido por las oraciones del hombre, Jesús el Salvador no aparece a quienes creen en Él, pero que no lo conocen.

 De ‘El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”’ en "La Palabra manifestada en carne"

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso



Testimonio Cristiano | Una batalla

Por Zhang Hui, China
Me llamo Zhang Hui; en 1993 toda mi familia comenzó a creer en el Señor Jesús. Yo era un buscador entusiasta, así que al poco tiempo me convertí en predicador. A menudo viajaba a diferentes iglesias para obrar y predicar. Unos años después, renuncié a mi trabajo y comencé a servir al Señor a tiempo completo. Sin embargo, por alguna razón desconocida, la fe y el amor de mis hermanos y hermanas poco a poco se enfrió y aumentaron los celos y los conflictos entre los compañeros. También sentía que mi espíritu se marchitaba y que ya no tenía sobre qué predicar. En 2005, mi esposa se enfermó de cáncer y falleció al poco tiempo. Fue un golpe muy duro para mí, así que me debilité aún más. Un día, fui a quedarme en casa de mi primo y allí conocí a dos hermanas que predicaban el evangelio del reino de Dios Todopoderoso. Durante varios días de comunión y debate, llegué a creer realmente que el Señor Jesús había regresado y que Él es Dios Todopoderoso hecho carne. Al leer las palabras de Dios Todopoderoso, mi sediento corazón recibió riego y provisión; saboreé la dulzura de la obra del Espíritu Santo y entendí muchas verdades y misterios que antes no había comprendido. No obstante, justo cuando estaba inmerso en el gozo de reencontrarme con el Señor, las tentaciones y los ataques de Satanás llegaron para acecharme cada vez más…

Cómo abrí la puerta de mi corazón para recibir el regreso del Señor

Por Yongyuan, Estados Unidos
En noviembre de 1982, toda mi familia emigró a EE. UU. Teníamos fe en el Señor desde la generación de mi abuelo, por lo que, al poco de llegar a Estados Unidos, buscamos una iglesia china en Chinatown (Nueva York) para poder asistir a misa. Nunca nos perdíamos ni una misa, y sobre todo mi madre y mi hermana no tenían inconveniente en leer las escrituras siempre que tenían tiempo para suplicar la bendición y protección de Dios. El sacerdote solía decir: “Cuando venga el Señor, juzgará públicamente a las personas y las dividirá por categorías: las que sinceramente se arrepientan, confiesen y practiquen la fe podrán ir al cielo; las que cometan pecados veniales, no graves, sufrirán la pena del purgatorio, pese a lo cual podrán salvarse y ascender al cielo; quienes no crean en Dios o cometan pecados demasiado graves sufrirán el castigo del infierno”. Estas palabras me dejaban una honda impresión en el corazón, como si me las hubieran marcado a fuego en él. Me animaban a creer en Dios con entusiasmo y, por muy ocupada que estuviera, nunca faltaba a misa.

Pregunta: Llevo más de media vida creyendo en Dios. He trabajado incansablemente para el Señor y he estado constantemente alerta a Su segunda venida. Si el Señor vino, ¿por qué no recibí Su revelación? ¿Me ha abandonado? Esto me ha dejado muy confundido. ¿Cómo lo explicáis vosotros?

Respuesta: El hombre piensa que, si cree en el Señor durante media vida, trabaja mucho para Él y espera vigilante Su segunda venida, el Señor le dará Su revelación cuando regrese. Esta es la noción y la fantasía del hombre, y no concuerda con la obra de Dios. Cierto. Los judíos fariseos recorrieron la tierra y el mar difundiendo el camino de Dios. ¿Les dio el Señor Jesús alguna revelación cuando vino? En cuanto a los discípulos que seguían al Señor Jesús, ¿quién de ellos lo seguía porque había recibido Su revelación? ¡Ninguno! Podríais argumentar que Pedro recibió la revelación de Dios y reconoció que el Señor Jesús era Cristo, el Hijo de Dios; pero eso sucedió después de que Pedro llevara algún tiempo siguiendo al Señor Jesús , y oyendo Sus sermones, y de que, en su corazón, lo conociera un poco. Sólo entonces recibió una revelación del Espíritu Santo y pudo reconocer la verdadera identidad del Señor Jesús. Sin duda, Pedro no recibió ninguna revelación antes de seguir al Señor Jesús, esto es un hecho. Quienes siguieron al Señor Jesús sólo pudieron reconocerlo como el Mesías que había llegado después de haber escuchado Sus sermones durante un tiempo. No lo siguieron tras haber recibido una revelación que les permitiera reconocer quién era el Señor Jesús. En los últimos días, Dios Todopoderoso ha descendido en secreto entre los hombres para realizar la obra del juicio. Millones de personas lo han aceptado y seguido, pero nadie lo ha hecho porque haya recibido una revelación del Espíritu Santo. Seguimos a Dios Todopoderoso porque reconocemos la voz de Dios al leer la palabra de Dios Todopoderoso y comunicar la verdad. ¡Sí! Estos hechos demuestran que, cuando Dios se encarna para realizar Su obra, Él, ciertamente, no da revelaciones a ningún hombre para que crea en Él y lo siga. Por no hablar de que, en los últimos días, Dios expresa la verdad para realizar la obra del juicio. La manifestación de la palabra de Dios a todo el universo es Su obra de los últimos días. Todos pueden oír la voz de Dios. Las palabras de Dios en los últimos días constituyen la primera vez que, desde la creación del mundo, Dios proclama Su palabra a toda la humanidad y al universo entero. En el Apocalipsis, Dios dijo muchas veces: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. En los últimos días, Dios obra mediante la expresión de Su palabra y de la verdad para encontrar a Sus ovejas. Las ovejas de Dios oyen Su voz. Los que oyen y entienden la voz de Dios son Sus ovejas, son las vírgenes prudentes. Los que no entienden Su voz deben ser las vírgenes insensatas. En este asunto cada hombre es clasificado en su tipo. ¡Esto demuestra lo sabio y justo que es Dios!

Cómo buscar las huellas de Dios




Ya es el final de los últimos días y es el momento en que Dios aparece para hacer Su obra. Dios dice: “El plan de gestión de seis mil años de Dios está llegando a su fin y la puerta del reino se ha abierto a todos aquellos quienes buscan la aparición de Dios. Queridos hermanos y hermanas, ¿qué estáis esperando? ¿Qué es lo que buscáis? ¿Estáis esperando la aparición de Dios? ¿Estáis buscando las huellas de Dios? ¡Cómo se anhela la aparición de Dios! ¡Y qué difícil es encontrar las huellas de Dios! En una época como esta, en un mundo como este, ¿qué debemos hacer para contemplar el día de la aparición de Dios? ¿Qué debemos hacer para seguir las huellas de Dios? Estas preguntas las enfrentan todos los que esperan la aparición de Dios. Vosotros las habéis considerado en más de una vez, pero ¿con qué resultado? ¿En dónde se aparece Dios? ¿Dónde están las huellas de Dios? ¿Habéis obtenido las respuestas?”. Este programa te guiará a escuchar la voz de Dios, comprender la obra de Dios de los últimos días y seguir sus pasos.

Testimonio cristiano | Un corazón errante vuelve a casa

Por Novo, Filipinas
Me llamo Novo y soy de Filipinas. He compartido la fe en Dios de mi madre desde que era niño y solía ir a la iglesia a escuchar sermones con mis hermanos. Aunque había creído en el Señor durante muchos años, sentía que yo no había cambiado y era un incrédulo. En el fondo de mi corazón, pensaba en todo momento en la manera de hacer más dinero, cómo pasar mis días cómodamente y disfrutar la buena vida. Además, salía a beber con mis amigos y siempre que me sobraba dinero, lo jugaba. Sabía que esas cosas iban en contra de la voluntad del Señor. Solía rezarle para confesarle mis pecados y ante Él decidía con firmeza que a partir de ese día renunciaría a las malas costumbres y no volvería a pecar. Pero con el engatusamiento y la tentación de mis amigos, simplemente no podía controlarme. Así fue como me volví cada vez más degenerado y mi corazón se alejó más y más de Dios, ya no era sincero en mis oraciones. Cada semana decía unas cuantas plegarias sencillas para cumplir. A veces me sentía muy desesperado porque sabía que a la venida del Señor, Él juzgaría a todas y cada una de las personas según sus actos y su comportamiento, y así decidiría si subirían al cielo o bajarían al infierno. Sentía que era tan degenerado que Dios no me perdonaría de nuevo. Tiempo después me casé, tuve hijos y ellos y mi esposa ocupaban todos mis pensamientos. Había dejado olvidada mi fe en el fondo de mi mente mucho antes. Como deseaba brindar un futuro mejor a mis hijos y cumplir mi deseo de aumentar mi fortuna, decidí ir a trabajar al extranjero, por eso llegué a Taiwán. Encontré un empleo, pero todavía no había cambiado mi estilo de vida. En mi tiempo libre iba con mis compañeros de trabajo a beber y cantar en el karaoke, llevaba una vida de fiesta. Hacía tiempo que había enterrado mi fe en Dios en mi mente.

Testimonio evangélico | El Señor ha aparecido en Oriente

Por Qiu Zhen, China
Un día, mi hermana menor me llamó y me dijo que había regresado del norte y que tenía algo importante que decirme. Me pidió que fuera a verla de inmediato. Tenía la sensación de que algo malo podría haber sucedido, así que fui para su casa enseguida. Solo me tranquilicé cuando llegué a su casa y la encontré leyendo un libro. Mi hermana me vio entrar, pegó un salto y me dijo con alegría: “¡Qiu Zhen! Esta vez, en el norte oí buenas noticias: ¡el Señor Jesús ha regresado!”

Verdad del Evangelio | El Señor Jesús dijo que Él volverá, ¿y cuál será la forma de Su retorno?

La respuesta de la palabra de Dios:
Por miles de años, el hombre ha anhelado poder ver la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador sobre una nube blanca cuando descienda en persona, en medio de aquellos que lo han añorado y extrañado durante miles de años. El hombre ha anhelado que el Salvador regrese y se reúna con el pueblo, esto es, que vuelva al pueblo del que ha estado separado durante miles de años. Y el hombre espera que Él lleve a cabo de nuevo la obra de redención que realizó entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, perdone sus pecados, cargue con ellos, e incluso con todas las transgresiones del hombre, y libere a este del pecado. Anhelan que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, afable y venerable, que nunca esté airado con el hombre, ni le haga reproches. Este Salvador perdona y carga con todos los pecados del hombre, e incluso muere en la cruz una vez más por él. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, y todos los santos que fueron salvos gracias a Su nombre, lo han estado añorando desesperadamente y esperándolo. Todos aquellos que fueron salvos por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día gozoso durante los últimos días, cuando Jesús el Salvador llegue en una nube blanca y aparezca entre los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. En todo el universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han anhelado desesperadamente la llegada repentina de Jesucristo, para cumplir las palabras de Jesús cuando estaba en la tierra: “Llegaré tal como partí”. El hombre cree que, después de la crucifixión y la resurrección, Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca, y tomó Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, el hombre concibe que Jesús descenderá, de nuevo sobre una nube blanca (esta nube hace referencia a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando volvió al cielo), en medio de aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y que llevará la imagen y las vestiduras de los judíos. Después de aparecerse al hombre, le concederá comida, y hará que el agua de vida brote para él, y vivirá en medio de él, lleno de gracia y amor, vivo y real. Y así sucesivamente. Pero Jesús el Salvador no hizo esto; hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó en medio de los que habían anhelado Su retorno, y no apareció a todos los hombres mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce, y sigue ignorando Su llegada. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin saber que Él ya ha descendido sobre una nube blanca (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es), y está ahora entre un grupo de vencedores que formará durante los últimos días. El hombre no sabe esto: aunque el santo Salvador Jesús está lleno de afecto y amor hacia el hombre, ¿cómo podía obrar en “templos” habitados por la inmundicia y espíritus inmundos? Aunque el hombre ha estado esperando Su llegada, ¿cómo podía aparecerse a aquellos que comían la carne de los injustos, bebían la sangre de los injustos, vestían las ropas de los injustos, que creen en Él pero no lo conocen, y que constantemente lo chantajean? El hombre sólo sabe que Jesús el Salvador está lleno de amor y compasión, y es la ofrenda por el pecado llena de redención. Sin embargo, no tiene ni idea de que es Dios mismo, que está rebosando justicia, majestad, ira, y juicio, y posee autoridad y está lleno de dignidad. Así pues, aunque el hombre anhela con impaciencia y ansía el retorno del Redentor, e incluso el cielo se conmueve con las oraciones del hombre, Jesús el Salvador no se aparece a aquellos que creen en Él pero no lo conocen.

Testimonio evangélico | Los últimos días están aquí: ¿Estás preparado para conocer a Dios?

Por Zhou Jing
Un día vi una animada discusión en línea; la gente decía que cuatro lunas de sangre apareciendo por la noche en el hemisferio occidental es una advertencia de los tiempos finales, y que los grandes terremotos son cada vez más frecuentes en todo el mundo. Pensé: “Las cuatro lunas de sangre ya han sucedido, han aparecido fenómenos celestes, los desastres ocurren con frecuencia en todo el mundo, los incidentes terroristas están aumentando, las guerras están constantemente estallando… Todas las señales muestran que básicamente las profecías del regreso del Señor se han cumplido, así que ¿por qué no lo he visto bajar en una nube para encontrarse con nosotros? ¿Es que el Señor aún no ha regresado o que ha regresado, pero yo no lo he visto? ¿Cómo puedo dar la bienvenida a Su regreso?” Esta confusión apareció alrededor de mi corazón dejándome desconcertada. Tratando de obtener algo de claridad sobre este tema, comencé a orar y orar al Señor, pidiéndole que me ilumine y me guíe para que pueda dar la bienvenida a Su regreso y no ser abandonada por Él.

Evangelio diario | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca” (Fragmento 2)




La palabra de Dios Todopoderoso dice:

“Jehová” es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. “Jesús” es Emanuel y significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión y que redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte del plan de gestión. Es decir, sólo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios de Moisés y el Dios de todo el pueblo de Israel. Y así en la era presente, todos los israelitas excepto la tribu de Judá, adoran a Jehová. Le hacen sacrificios en el altar y le sirven usando las túnicas de los sacerdotes en el templo. Lo que esperan es la reaparición de Jehová. Sólo Jesús es el Redentor de la humanidad. Él es la ofrenda por el pecado que redimió a la humanidad del pecado. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia y existió debido a la obra de redención en la Era de la Gracia. El nombre de Jesús existió para permitir que las personas de la Era de la Gracia nacieran de nuevo y fueran salvas, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Y por tanto el nombre de Jesús representa la obra de la redención y denota la Era de la Gracia. El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. “Jehová” representa la Era de la Ley y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. “Jesús” representa la Era de la Gracia y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia. Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen que llevó en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se detendría en la Era de la Redención y sería incapaz de progresar más lejos. Los últimos días, además, nunca llegarían y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es sólo para la redención y salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús por el bien de todos los pecadores en la Era de la Gracia y no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad. Aunque Jehová, Jesús y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres sólo denotan las diferentes eras en Mi plan de gestión y no me representan en Mi totalidad. Los nombres por los cuales me llaman las personas en la tierra no pueden expresar todo Mi carácter y todo lo que Yo soy. Son simplemente nombres diferentes por los que soy llamado durante las diferentes eras. Así pues, cuando la era final —la era de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová o Jesús, mucho menos el Mesías, sino que seré llamado el potente Dios Todopoderoso mismo y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; Yo soy el Dios que ha regresado en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que surge de los confines de la tierra, repleto de todo Mi carácter y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca se han relacionado conmigo, nunca me han conocido y siempre han sido ignorantes de Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una sola persona me ha visto. Este es el Dios que aparece al hombre durante los últimos días, pero que está oculto en medio de los hombres. Él mora entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y la llama de fuego, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no será juzgada por Mis palabras y ni una sola persona o cosa que no será purificada por el fuego ardiente. Finalmente, todas las naciones serán bendecidas debido a Mis palabras y también serán hechas pedazos debido a ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que Yo soy el Salvador que ha regresado, que Yo soy el Dios Todopoderoso que conquista a toda la humanidad, y que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero en los últimos días también me convierto en las llamas del sol que queman todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Tal es Mi obra de los últimos días. Tomé este nombre y soy poseedor de este carácter para que todas las personas puedan ver que Yo soy un Dios justo, Yo soy el sol abrasador y la llama de fuego. Es para que todos puedan adorarme, el único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy sólo el Dios de los israelitas ni soy sólo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas en todos los cielos, la tierra y los mares.



“El amor de Dios se extiende como el agua de una fuente, y se te da a ti y a mí y a él y a todos los que verdaderamente buscan la verdad y esperan la aparición de Dios” Exacto de “La Palabra manifestada en carne”. Las declaraciones de Dios en los últimos días pueden hacer que disfrutas de una provisión sin fin de agua viva y encontrar el camino hacia la vida eterna. Que todos escuchemos las palabras que dice el Espíritu Santo a las iglesias y conozcamos la obra de Cristo en los últimos días y Sus declaraciones. Te invitamos a comunicarte y explorar con nosotros a través de Messenger.