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¿Por qué Pedro era favorecido del Señor Jesús?

En aquel momento, el Señor Jesús preguntó a Sus discípulos quién era Él, solo Pedro recibió el esclarecimiento del Espíritu Santo reconociendo que Él era Cristo, el Hijo del Dios viviente. Además, cuando el Señor Jesús dijo que Él era el pan de la vida, que el hombre sólo obtendría la vida eterna con que comiera Su carne y bebiera Su sangre, muchas personas se echaron atrás y dejaron de seguirlo teniendo nociones sobre Sus palabras, Pedro fue el único que dijo: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios” (Juan 6:68-69). De estos dos casos, podemos ver que Pedro tenía un verdadero conocimiento del Señor Jesús por Sus palabras y Su obra, confirmaba que el Señor Jesús era Cristo quien poseía el camino de la vida eterna. Así que no importaba cómo lo juzgaban, lo condenaban y lo atacaban los fariseos al Señor, él no fue engañado por ellos; ni importaba cómo los demás abandonaban al Señor Jesús, no se impuso restricciones, aún mantenía su lealtad a Él y lo seguía hasta el final.

Testimonio evangélico | Los últimos días están aquí: ¿Estás preparado para conocer a Dios?

Por Zhou Jing
Un día vi una animada discusión en línea; la gente decía que cuatro lunas de sangre apareciendo por la noche en el hemisferio occidental es una advertencia de los tiempos finales, y que los grandes terremotos son cada vez más frecuentes en todo el mundo. Pensé: “Las cuatro lunas de sangre ya han sucedido, han aparecido fenómenos celestes, los desastres ocurren con frecuencia en todo el mundo, los incidentes terroristas están aumentando, las guerras están constantemente estallando… Todas las señales muestran que básicamente las profecías del regreso del Señor se han cumplido, así que ¿por qué no lo he visto bajar en una nube para encontrarse con nosotros? ¿Es que el Señor aún no ha regresado o que ha regresado, pero yo no lo he visto? ¿Cómo puedo dar la bienvenida a Su regreso?” Esta confusión apareció alrededor de mi corazón dejándome desconcertada. Tratando de obtener algo de claridad sobre este tema, comencé a orar y orar al Señor, pidiéndole que me ilumine y me guíe para que pueda dar la bienvenida a Su regreso y no ser abandonada por Él.