La Palabra de Dios es el alimento espiritual que Dios da a los cristianos, la mayor provisión de vida para los cristianos. Ver vídeo de la Palabra de Dios cada día es una manera de recibir la obra del Espíritu, mediante la cual los cristianos pueden acercarse más a Dios y ser aprobados y bendecidos por Dios. Por favor ver...
Palabras diarias de Dios | Fragmento 104 | "La esencia de la carne habitada por Dios"
¿Cómo dar testimonio de Dios en pruebas como Job?
En la vida real, cada uno de nosotros se enfrentará a algunas pruebas grandes o pequeñas, como la falta de dinero, el dolor de la enfermedad y el desastre natural y artificial. La llegada de estas circunstancias es la prueba en nuestra fe en Dios y nuestra obediencia a Él. Pero muchas veces somos débiles y negativos durante pruebas, e incluso malinterpretamos y culpamos a Dios, y perdimos nuestro testimonio. Hoy, echemos un vistazo a la experiencia de Job. En un día, su ganado por todos los montes fue robado, y sus hijos y sirvientes fueron matados. Sin embargo, no malentendió a Dios ni se quejó de Él, sino que alabó Su santo nombre. Entonces, ¿por qué Job pudo alabar a Dios cuando llegó una prueba tan grande sobre él? ¿Qué conocimiento tiene Job sobre Dios? ¿Cómo podemos ser testigos de Dios en pruebas como Job? Escuchemos las Palabras diarias de Dios para encontrar el camino juntos.
Palabras diarias de Dios | Fragmento 34 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"
La Palabra de Dios | “¿Existe la Trinidad?” Cómo conocer al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
La Palabra de Dios | “¿Existe la Trinidad?” Cómo conocer al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
Palabras diarias | Acerca de los apelativos y la identidad (Parte 2)
Al principio, cuando Jesús aún tenía que desarrollar oficialmente Su ministerio, como los discípulos que lo siguieron, en ocasiones asistió a reuniones, cantó himnos, alabó y leyó el Antiguo Testamento en el templo. Después de ser bautizado y levantarse, el Espíritu descendió oficialmente sobre Él y comenzó a obrar, revelando Su identidad y el ministerio que iba a emprender. Antes de esto, nadie conocía Su identidad, excepto María. Ni siquiera Juan la conocía. Jesús tenía 29 años cuando fue bautizado. Después de Su bautismo, los cielos se abrieron y una voz dijo: “Este es Mi Hijo amado, en quién me regocijo grandemente”. Una vez que Jesús había sido bautizado, el Espíritu Santo comenzó a dar testimonio de Él de esta forma. Antes de ser bautizado a la edad de 29, Él había vivido la vida de una persona ordinaria, comiendo cuando tenía que comer, durmiendo y vistiéndose normalmente, y nada de Él era diferente de los demás. Por supuesto esto sólo era así para los ojos carnales del hombre. En algunas ocasiones Él también fue débil y, en otras, no pudo discernir cosas, tal como está escrito en la Biblia: Su inteligencia crecía a la par de Su edad. Estas palabras muestran simplemente que Él tuvo una humanidad ordinaria y normal, y no era especialmente diferente de otras personas comunes. También había crecido como una persona normal y no había nada especial en Él. No obstante, Él estaba bajo el cuidado y la protección de Dios. Después de ser bautizado, empezó a ser tentado, tras lo cual Él comenzó a desarrollar Su ministerio y a obrar, y poseyó poder, sabiduría y autoridad. Esto no quiere decir que el Espíritu Santo no obrara en Él o que no estuviera en Él antes de Su bautismo. Antes del mismo, el Espíritu Santo también moraba en Él, pero no había empezado a obrar oficialmente, porque existen límites sobre el momento en que Dios lleva a cabo Su obra y, además, las personas normales pasan por un proceso normal de crecimiento. El Espíritu Santo siempre había vivido en Él. Cuando Jesús nació, era diferente de los demás, y apareció una estrella de la mañana; antes de Su nacimiento, un ángel se apareció a José en un sueño y le dijo que María iba a dar a luz a un niño varón, concebido por el Espíritu Santo. No fue hasta justo después del bautismo de Jesús, que también fue cuando el Espíritu Santo comenzó Su obra, pero el Espíritu Santo no descendió entonces sobre Él. Decir que el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de paloma es una referencia al comienzo oficial de Su ministerio. El Espíritu de Dios había estado en Él desde antes, pero no había empezado a obrar, porque la hora no había llegado y el Espíritu no comenzó a obrar precipitadamente. El Espíritu dio testimonio de Él a través del bautismo. Cuando Él salió del agua, el Espíritu empezó a obrar oficialmente en Él, lo que significaba que la carne encarnada de Dios había comenzado a cumplir Su ministerio y había empezado la obra de redención, es decir, la Era de la Gracia había iniciado oficialmente. Así pues, existe un tiempo para la obra de Dios, no importa cuál sea la obra que Él realice. Después de Su bautismo, no se produjeron cambios particulares en Jesús; Él seguía estando en Su carne original. Simplemente, comenzó Su obra y reveló Su identidad, y se llenó de autoridad y poder. A este respecto, era diferente que antes. Su identidad era diferente, lo que quiere decir que se produjo un cambio significativo en Su estatus; este era el testimonio del Espíritu Santo y no la obra hecha por el hombre. Al principio, las personas no sabían y sólo llegaron a saber un poco una vez que el Espíritu Santo dio testimonio de Jesús de esa forma. Si Jesús hubiera hecho una gran obra antes de que el Espíritu Santo diera testimonio de Él, pero sin el testimonio de Dios mismo, entonces independientemente de lo grande que fuera Su obra, las personas nunca habrían conocido Su identidad, porque el ojo humano habría sido incapaz de verlo. Sin el paso del testimonio del Espíritu Santo, nadie lo habría reconocido como Dios encarnado. Si, después de que el Espíritu Santo hubiera dado testimonio de Él, Jesús hubiera continuado obrando de la misma forma sin ninguna diferencia, entonces no habría tenido ese efecto. Y en esto también se demuestra principalmente la obra del Espíritu Santo. Después de que el Espíritu Santo diera testimonio, tuvo que mostrarse Él mismo, para que pudieras observar claramente que Él era Dios, que el Espíritu de Dios estaba en Él; el testimonio de Dios no estaba equivocado y esto podía demostrar que Su testimonio era correcto. Si la obra previa y la posterior al testimonio del Espíritu Santo hubiesen sido iguales, entonces Su ministerio encarnado y la obra del Espíritu Santo no se habrían acentuado y, por tanto, el hombre habría sido incapaz de reconocer la obra del Espíritu Santo, porque no había una diferencia clara. Después de dar testimonio, el Espíritu Santo debía mantenerlo y tuvo, por tanto, que manifestar Su sabiduría y autoridad en Jesús, que era diferente de la de tiempos pasados. Por supuesto, este no fue el efecto del bautismo; el bautismo es una simple ceremonia, pero era la forma de mostrar que había llegado el momento de desempeñar Su ministerio. Esa obra tenía como fin dejar claro el gran poder de Dios, dejar claro el testimonio del Espíritu Santo, quien asumiría la responsabilidad de dicho testimonio hasta el final. Antes de desarrollar Su ministerio, Jesús también escuchó sermones, predicó y difundió el evangelio en diversos lugares. No realizó ninguna gran obra porque aún no había llegado el momento para que Él desempeñara Su ministerio, y también porque Dios mismo se escondió humildemente en la carne y no llevó a cabo ninguna obra hasta que llegara el momento. Él no realizó ninguna obra antes del bautismo por dos razones: en primer lugar, porque el Espíritu Santo no había descendido oficialmente sobre Él para que obrara (es decir, el Espíritu Santo aún no había concedido a Jesús el poder y la autoridad para llevar a cabo esa obra), e incluso si Él hubiera conocido Su propia identidad, Jesús habría sido incapaz de realizar la obra que pretendió hacer más adelante y tendría que haber esperado hasta el día de Su bautismo. Este era el tiempo de Dios, y nadie podía contravenirlo, ni siquiera el propio Jesús; Jesús mismo no podía interrumpir Su propia obra. Por supuesto, esta era la humildad de Dios y también la ley de la obra de Dios; si el Espíritu de Dios no obrase, nadie podría realizar Su obra. En segundo lugar, antes de ser bautizado, era sólo un hombre muy común y ordinario, nada diferente de otras personas normales y ordinarias; este es un aspecto del hecho de que Dios encarnado no era sobrenatural. Dios encarnado no contravino las disposiciones del Espíritu de Dios; Él obró de una forma ordenada y con toda normalidad. Fue sólo después del bautismo que Su obra tuvo autoridad y poder. Es decir, aunque Él era Dios encarnado, no llevó a cabo ningún acto sobrenatural, y creció de la misma forma que las demás personas normales. Si Jesús ya hubiera conocido Su propia identidad, ya hubiera realizado una gran obra sobre toda la tierra antes de Su bautismo y hubiera sido diferente de las personas normales, mostrando ser extraordinario, entonces no sólo le habría sido imposible a Juan realizar su obra, sino que tampoco habría habido forma para que Dios empezara el siguiente paso de Su obra. Y así, esto habría demostrado que lo que Dios había hecho había salido mal, y para el hombre habría parecido que el Espíritu de Dios y Su carne encarnada no venían de la misma fuente. Por tanto, la obra de Jesús registrada en la Biblia es obra llevada a cabo después de Su bautismo, obra realizada durante el transcurso de tres años. La Biblia no registra lo que Él hizo antes de ser bautizado porque Él no hizo Su obra antes de ser bautizado. Él era simplemente un hombre ordinario y era lo que representaba; antes de que Jesús comenzase a desarrollar Su ministerio, no era diferente de las personas ordinarias, y los demás no podían ver diferencia en Él. Fue sólo después de alcanzar los 29 años de edad cuando Jesús supo que había venido a completar una etapa de la obra de Dios; antes, Él mismo no lo sabía, porque la obra realizada por Dios no fue sobrenatural. Cuando asistió a una reunión en la sinagoga a la edad de doce años, María lo estaba buscando, y Él sólo dijo una frase de la misma forma que cualquier otro niño: “¡Madre! ¿Acaso no sabes que debo anteponer la voluntad de Mi Padre sobre todas las cosas?”. Por supuesto, como el Espíritu Santo lo había concebido, ¿no podía ser Jesús especial de alguna manera? Esa cualidad de especial no significaba que fuera sobrenatural, sino simplemente que Él amaba a Dios más que cualquier otro niño. Aunque Él era humano en apariencia, Su esencia seguía siendo especial y diferente a la de los demás. Sin embargo, fue sólo después del bautismo cuando sintió realmente al Espíritu Santo obrando en Él y sintió que Él era Dios mismo. Cuando alcanzó la edad de 33 años fue cuando tomó verdadera consciencia de que el Espíritu Santo pretendía llevar a cabo la obra de la crucifixión por medio de Él. A la edad de 32 años, había llegado a conocer algunas verdades internas, tal y como está escrito en el Evangelio de Mateo: “Y Simón Pedro respondió y dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. […] Desde ese momento, Jesús comenzó a enseñar a Sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas debido a los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas; que Él debía ser matado y que resucitaría al tercer día”. Él no sabía de antemano la obra que iba a realizar, sino en el momento específico. Él no lo supo completamente en cuanto nació; el Espíritu Santo obró gradualmente en Él, y hubo un proceso en esta obra. Si Él hubiera sabido desde el principio que era Dios, que era Cristo, que era el Hijo del Hombre encarnado, y que Él iba a cumplir la obra de la crucifixión, entonces ¿por qué no obró antes? ¿Por qué no fue hasta después de hablar a Sus discípulos acerca de Su ministerio cuando Jesús sintió tristeza, y oró intensamente por esto? ¿Por qué abrió Juan el camino para Él y lo bautizó antes de que Él entendiese muchas cosas que no había entendido? Lo que esto demuestra es que era la obra de Dios encarnado, y que había un proceso para que Él entendiera y lograra, porque Él era la carne encarnada de Dios, cuya obra era diferente de la realizada directamente por el Espíritu.
Palabras diarias de Dios | Fragmento 25 | "Prefacio"
Palabras diarias de Dios | Fragmento 25 | "Prefacio"
Palabras diarias de Dios | Fragmento 24 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I"
Palabras diarias de Dios | Fragmento 24 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I"
Dios crea a Eva
Génesis 2:18-20 Y Jehová Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le voy a hacer algo apropiado para darle una ayuda. Y de la tierra Jehová Dios formó cada bestia del campo y cada ave del aire y los trajo a Adán para ver qué nombre les pondría; y el nombre que Adán le dio a cada criatura viviente es el nombre que llevan ahora. Adán dio nombre a todo ganado, a las aves del aire y a cada bestia del campo, pero para Adán no había una compañía apropiada.*
Palabras diarias | Fragmento 286 | "En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra"
Palabras diarias | Fragmento 286 | "En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra"
¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que Él vendría, pero no buscaban la verdad de la vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendían al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de pagar un tributo vacío al nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios es: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No son estas opiniones absurdas y ridículas? Os pregunto de nuevo: ¿No es extremadamente fácil para vosotros cometer los errores de los antiguos fariseos, dado que no tenéis el más mínimo entendimiento de Jesús? ¿Eres capaz de discernir el camino de la verdad? ¿Puedes garantizar realmente que no te opondrás a Cristo? ¿Eres capaz de seguir la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si te opondrás o no a Cristo, entonces Yo digo que ya estás viviendo al filo de la muerte. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de negarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto? Lo que afrontáis será blasfemia contra el Espíritu Santo, la ruina de Sus palabras a las iglesias y el rechazo de todo lo expresado por Jesús. ¿Qué podéis obtener de Él si estáis tan confundidos? ¿Cómo podéis entender la obra de Jesús cuando Él vuelva a la carne sobre una nube blanca, si os negáis obstinadamente a ser conscientes de vuestros errores? Os digo esto: las personas que no aceptan la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo y pertenecen a la categoría que será destruida. Deseáis simplemente la gracia de Jesús, y sólo queréis disfrutar el gozoso reino del cielo, pero nunca habéis obedecido Sus palabras ni habéis recibido la verdad expresada por Él cuando vuelva a la carne. ¿Qué ofreceréis a cambio de la realidad del regreso de Jesús sobre una nube blanca? ¿La sinceridad con la que cometéis repetidamente pecados, y después los confesáis una y otra vez? ¿Qué ofreceréis en sacrificio a Jesús, quien vuelve sobre una nube blanca? ¿Los años de trabajo con los que os exaltáis a vosotros mismos? ¿Qué ofreceréis para hacer que el Jesús retornado confíe en vosotros? ¿Vuestra naturaleza arrogante, que no obedece ninguna verdad?
Evangelio diario | Dios mismo, el único (I) La autoridad de Dios (I) (Fragmento 3)
La identidad especial de Satanás ha causado que muchas personas demuestren un gran interés en sus manifestaciones de diversos aspectos. Existen incluso muchas personas insensatas que creen que, como Dios, Satanás también posee autoridad, porque puede mostrar milagros y es capaz de hacer cosas imposibles para la humanidad. Y así, además de adorar a Dios, la humanidad también reserva un lugar para Satanás en su corazón, e incluso lo adora como a Dios. Estas personas son patéticas y detestables. Son patéticas por su ignorancia, y detestables por su herejía y su esencia inherentemente malvada. En este punto, siento que es necesario informaros de lo que es, lo que simboliza y lo que representa la autoridad. En general, Dios mismo es autoridad, Su autoridad simboliza Su supremacía y Su esencia, y la autoridad de Dios mismo representa Su estatus y Su identidad. En este caso, ¿se atreve Satanás a decir que él mismo es Dios? ¿Osa afirmar que él creó todas las cosas, y que tiene la soberanía sobre ellas? ¡Por supuesto que no lo hace! Porque es incapaz de crear todas las cosas; hasta la fecha, nunca ha hecho nada creado por Dios ni nada que tenga vida. Debido a que no tiene la autoridad de Dios, nunca poseerá en absoluto Su estatus ni Su identidad, y esto viene determinado por su esencia. ¿Tiene el mismo poder que Dios? ¡Por supuesto que no! ¿Cómo se denominan los actos de Satanás, y los milagros que exhibe? ¿Es poder? ¿Podría llamarse autoridad? ¡Por supuesto que no! Satanás dirige la marea del mal, altera, perjudica e interrumpe cada aspecto de la obra de Dios. Durante los últimos millares de años, aparte de corromper a la humanidad y maltratarla, atraer y engañar al hombre hasta la depravación, el rechazo de Dios, de forma que el hombre camina hacia el valle de la sombra de muerte, ¿ha hecho Satanás algo que merezca la más mínima conmemoración, elogio, o aprecio del hombre? Si Satanás poseyese autoridad y poder, ¿habría corrompido a la humanidad? ¿Si Satanás poseyera autoridad y poder, habría sido dañada la humanidad por él? Si Satanás poseyera poder y autoridad, ¿habría abandonado la humanidad a Dios y habría recurrido a la muerte? Como Satanás no tiene autoridad ni poder, ¿qué deberíamos concluir acerca de la sustancia de todo lo que hace? Hay quienes definen todo lo que Satanás hace como simple engaño, pero creo que esta definición no es tan adecuada. ¿Son los hechos malvados de su corrupción de la humanidad un mero engaño? La fuerza malvada con la que Satanás maltrató a Job, y su intenso deseo de maltratarlo y devorarlo, no podrían conseguirse en absoluto mediante un simple engaño. Mirando en retrospectiva, en un instante, los rebaños y el ganado de Job, dispersos a lo largo y ancho sobre colinas y montañas, desaparecieron, la gran fortuna de Job se desvaneció. ¿Pudo haberse conseguido esto por medio de un simple engaño? La naturaleza de todo lo que Satanás hace se corresponde y encaja con términos negativos como perjudicar, interrumpir, destruir, hacer daño, el mal, la malicia y las tinieblas; así, la aparición de todo lo que es impío y malo está inextricablemente vinculado a sus actos y es inseparable de su malvada esencia, independientemente de lo “poderoso”, lo audaz y ambicioso que sea, de lo grande que sea su capacidad de infligir daño, del amplio espectro de las técnicas con las que corrompe y atrae al hombre, lo ingeniosos que sean los trucos y las artimañas con las que intimida al hombre y de lo cambiante que sea la forma en la que existe, nunca ha sido capaz de crear una simple cosa viva ni de establecer leyes o normas para la existencia de todas las cosas, ni de gobernar y controlar ningún objeto, animado o inanimado. En el cosmos y el firmamento no existe una sola persona u objeto que hayan nacido de él, o que existan por él; no hay una sola persona u objeto gobernados o controlados por él. Por el contrario, no sólo tiene que vivir bajo el dominio de Dios, sino que, además, debe obedecer todas Sus órdenes y Sus mandatos. Sin el permiso divino, le resulta difícil incluso tocar una gota de agua o un grano de arena sobre la tierra; ni siquiera es libre para mover a las hormigas sobre la tierra, y mucho menos a la humanidad creada por Dios. A los ojos de Dios, Satanás es inferior a los lirios del campo, a las aves que vuelan en el aire, a los peces del mar y a los gusanos de la tierra. Su papel, entre todas las cosas, es servirlas, trabajar para la humanidad, y servir a la obra de Dios y Su plan de gestión. Independientemente de lo maligna que es su naturaleza y lo malvado de su sustancia, lo único que puede hacer es respetar sumisamente su función: estar al servicio de Dios, y proveer un contraste para Él. Tales son la esencia y la posición de Satanás. Su sustancia está desconectada de la vida, del poder, de la autoridad; ¡es un simple juguete en las manos de Dios, tan sólo una máquina a Su servicio!
Palabras diarias | La aparición de Dios ha traído una nueva época (Fragmento)
La Palabra de Dios Todopoderoso | Fragmento 9 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"
La Palabra de Dios Todopoderoso | Fragmento 9 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"
En cada era, Dios otorga algunas palabras al hombre cuando obra en el mundo, y le comunica algunas verdades. Estas le sirven de camino al que debe adherirse, por el que debe andar, la senda que le permite al hombre temer a Dios y apartarse del mal, el que las personas deberían poner en práctica y respetar en sus vidas y a lo largo de sus viajes vitales. Por estas razones Dios le concede estas palabras al hombre; y este debería respetarlas, porque vienen de Él y porque observarlas es recibir vida. Si alguien no las cumple, no las pone en práctica, y no las vive en su vida, no está practicando la verdad. Y si esto es así ni le teme a Dios, ni se aparta del mal, ni puede satisfacer a Dios. Si alguien no puede satisfacerle tampoco puede recibir la aprobación de Dios; este tipo de persona no tiene desenlace. Por tanto, ¿cómo establece Dios el final de una persona en el transcurso de Su obra? ¿Qué método utiliza Dios para establecer el final del hombre? Quizás no lo tengáis demasiado claro ahora, pero cuando os detalle el proceso quedará bastante claro. Esto se debe a que muchas personas ya lo han experimentado por sí mismas.
Vídeos de la Palabra de Dios | El hombre sólo puede salvarse en medio de la gestión de Dios (Fragmento 1)
La palabra de Dios Todopoderoso | Fragmento 44 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"
La palabra de Dios Todopoderoso dice:
En medio del sufrimiento extremo, Job se da cuenta realmente del cuidado de Dios por la humanidad
La Palabra de Dios | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”
La palabra de Dios dice:
Por varios miles de años el hombre ha anhelado poder ser testigo de la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador sobre una nube blanca mientras desciende, en persona, entre aquellos que lo han añorado y anhelado durante miles de años. El hombre ha deseado que el Salvador regrese y se reúna con el pueblo, es decir, que Jesús el Salvador vuelva al pueblo de quien ha estado separado durante miles de años. Y el hombre espera que Él lleve a cabo una vez más la obra de redención que Él hizo entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, que perdone sus pecados, que los lleve e incluso que lleve todas las transgresiones del hombre y lo libre del pecado. Anhela que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, afable y venerable, que nunca esté airado con el hombre ni le haga reproches, que este Salvador perdone y lleve todos los pecados del hombre e incluso muera en la cruz una vez más por él. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, y todos los santos que fueron salvos gracias a Su nombre, lo han estado añorando y esperando desesperadamente. Todos aquellos que fueron salvos por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día gozoso durante los últimos días, cuando Jesús el Salvador llegue sobre una nube blanca y aparezca entre los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. En todo el universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han estado anhelando desesperadamente la llegada repentina de Jesucristo para cumplir Sus palabras cuando estuvo en la tierra: “Llegaré tal como partí”. El hombre cree que después de la crucifixión y la resurrección Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca y tomó Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, el hombre concibe que Jesús descenderá de nuevo sobre una nube blanca (esta nube se refiere a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando regresó al cielo) entre aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y que Él llevará la imagen y las vestimentas de los judíos. Después de aparecer al hombre, Él le concederá comida y hará que el agua viva brote para él y vivirá en medio de él, lleno de gracia y amor, vivo y real. Y así sucesivamente. Sin embargo, Jesús el Salvador no hizo esto; Él hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó entre los que habían anhelado Su regreso ni se les apareció a todos los hombres mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce y permanece ignorante de Él. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin darse cuenta de que Él ya ha descendido sobre una “nube blanca” (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es) y está ahora entre un grupo de vencedores que Él formará durante los últimos días. El hombre no sabe esto: aunque el santo Salvador Jesús está lleno de afecto y amor hacia el hombre, ¿cómo podía obrar en “templos” habitados por la inmundicia y los espíritus inmundos? Aunque el hombre ha estado esperando Su llegada, ¿cómo podría Él aparecer a aquellos que comen la carne de los injustos, que beben la sangre de los injustos, que visten las ropas de los injustos, que creen en Él, pero que no lo conocen y que constantemente lo chantajean? El hombre sólo sabe que Jesús el Salvador está lleno de amor y compasión y que es la ofrenda por el pecado llena de redención. Pero el hombre no tiene idea de que Él también es Dios mismo, que rebosa de justicia, majestad, ira y juicio, que posee autoridad y está lleno de dignidad. Así pues, aunque el hombre ansiosamente anhela y ansía el regreso del Redentor, y hasta el cielo es conmovido por las oraciones del hombre, Jesús el Salvador no aparece a quienes creen en Él, pero que no lo conocen.
De ‘El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”’ en "La Palabra manifestada en carne"
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso
El aviso de Dios | Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino (Fragmento 3)
El aviso de Dios | Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino (Fragmento 3)
Evangelio diario | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca” (Fragmento 2)
WhatsApp: +34-663-435-098
La palabra de Dios | Dios mismo, el único II (Parte 4) El arrepentimiento verdadero en los corazones de los ninivitas
-
Querido hermano Xiangyin, Hace ya dos años que no nos vemos. ¿Está todo bien? Desde que me predicó el evangelio del Señor Jesús h...
-
¿ Qué es la fe ? Muchos hermanos y hermanas en el Señor, creen que mientras reconozcamos el nombre de Dios, sigamos leyendo la Biblia, reuni...
-
Ver todo tipo de desastres suceder uno tras otro,que usted se ha dado cuenta de que esto es el cumplimiento de las profecías del regreso del...