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La fe en Dios no sólo debería ser para buscar la paz y las bendiciones

 Las palabras relevantes de Dios:

¿Qué es lo que el hombre ha logrado desde que empezó a creer en Dios? ¿Qué has llegado a conocer acerca de Él? ¿Cuánto has cambiado debido a tu creencia en Él? Actualmente, todos sabéis que la creencia del hombre en Dios no es solo para la salvación del alma y el bienestar de la carne ni para enriquecer su vida a través del amor de Dios, etc. Hoy por hoy, si amas a Dios por el bienestar de la carne o el placer momentáneo, aunque al final tu amor por Él alcance su plenitud y no pidas nada más, este amor que buscas sigue estando adulterado y no le resulta agradable a Dios. Aquellos que usan su amor por Dios para enriquecer su existencia apagada y llenar un vacío en su corazón son los que codician una vida cómoda, no quienes buscan sinceramente amar a Dios. Este tipo de amor es forzado, persigue la gratificación mental, y Dios no lo necesita. ¿Qué clase de amor es entonces el tuyo? ¿Para qué amas a Dios? ¿Cuánto amor verdadero existe dentro de ti por Él ahora? El amor de la mayoría de vosotros es como el mencionado anteriormente. Esta clase de amor solo puede mantener su situación actual; no puede alcanzar la inmutabilidad, ni arraigarse en el hombre. Este tipo de amor es solo como una flor que florece y se seca sin dar frutos. En otras palabras, después de que hayas amado a Dios una vez de esa forma, si no hay nadie que te guíe en la senda que tienes por delante, caerás. Si solo puedes amar a Dios en la época de amar a Dios pero posteriormente tu carácter de vida permanece sin cambios, entonces seguirás siendo incapaz de escapar de la influencia de las tinieblas, y seguirás sin poder librarte de las ataduras y los engaños de Satanás. Ningún hombre así puede ser ganado plenamente por Dios; al final, su espíritu, alma y cuerpo seguirán perteneciendo a Satanás. No puede haber dudas acerca de esto. Todos aquellos a los que Dios no puede ganar de un modo total volverán a su lugar original, esto es, de regreso a Satanás, y descenderán al lago de fuego y azufre para aceptar el siguiente paso del castigo de Dios. Los ganados por Él son los que se rebelan contra Satanás y escapan de su campo de acción. Ellos serán contados oficialmente entre el pueblo del reino. Así es como llegan a ser las personas del reino.

Extracto de ‘Qué punto de vista deberían tener los creyentes’ en “La Palabra manifestada en carne”

Ahora, para creer en el Dios práctico, debes tomar el camino correcto. Si crees en Dios, no debes buscar solo bendiciones, sino amar y conocer a Dios. Por medio de Su esclarecimiento, mediante tu búsqueda individual, puedes comer y beber Su palabra, desarrollar un entendimiento real de Dios y tener un amor real por Dios procedente del fondo de tu corazón. En otras palabras, cuando tu amor por Dios es el más genuino y nadie puede destruirlo o interponerse en el camino de tu amor por Él, entonces estás en el camino correcto de la fe en Dios. Esto prueba que perteneces a Dios, porque Dios ya ha tomado posesión de tu corazón y nada más puede poseerte. Mediante tu experiencia, el precio que has pagado y la obra de Dios, eres capaz de desarrollar un amor espontáneo por Dios y, cuando lo hagas, te liberarás de la influencia de Satanás y llegarás a vivir en la luz de la palabra de Dios. Solo cuando te has librado de la influencia de las tinieblas puedes decir que has ganado a Dios. En tu creencia en Dios, debes intentar buscar esta meta. Esta es la responsabilidad de cada uno de vosotros. Ninguno de vosotros debería estar satisfecho con el estado actual de las cosas. No podéis tener dudas respecto a la obra de Dios ni tomarla a la ligera. Debéis pensar en Dios en todos los aspectos y en todo momento, y hacer todas las cosas por Su causa. Y cuando habléis o actuéis, debéis poner primero los intereses de la casa de Dios. Solo así podéis ser conforme al corazón de Dios.

Extracto de ‘Ya que crees en Dios, deberías vivir para la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”

Alguien que sirve a Dios no debería saber sólo cómo sufrir por Él; además, deben entender que el propósito de creer en Dios es buscar amor por Él. Dios se sirve de ti no solo para refinarte o hacerte sufrir, sino para que conozcas Sus acciones, para que conozcas el verdadero significado de la vida humana y, en particular, para que sepas que servir a Dios no es una tarea fácil. Experimentar la obra de Dios no consiste en disfrutar de la gracia, sino en sufrir a causa de tu amor hacia Él. Ya que disfrutas de la gracia de Dios, también debes disfrutar de Su castigo; debes experimentar todo esto. Puedes experimentar el esclarecimiento de Dios en ti, y también puedes experimentar cómo Él te trata y te juzga. De esta manera, tu experiencia será completa. Dios ha llevado a cabo su obra de juicio y castigo en ti. La palabra de Dios te ha tratado, pero no solo eso; también te ha esclarecido e iluminado. Cuando estás negativo y débil, Dios se preocupa por ti. La totalidad de esta obra es para hacerte saber que todo lo que concierne al hombre está dentro de las orquestaciones de Dios. Puedes pensar que creer en Dios consiste en sufrir o en hacer todo tipo de cosas por Él; podrías pensar que el propósito de creer en Dios tiene como fin que tu carne esté en paz o que todo en tu vida funcione sin problemas, o que te sientas cómodo y a gusto con todo. Sin embargo, ninguno de estos son propósitos que la gente debería vincular a su creencia en Dios. Si crees por estos propósitos, entonces tu perspectiva es incorrecta y resulta simplemente imposible que seas perfeccionado. Las acciones de Dios, el carácter justo de Dios, Su sabiduría, Su palabra, y lo maravilloso e insondable que Él es, todas son cosas que las personas deben tratar de entender. Como posees este entendimiento, debes utilizarlo para librar a tu corazón de todas las demandas, esperanzas y nociones personales. Solo eliminando estas cosas puedes cumplir con las condiciones exigidas por Dios, y solo haciendo esto puedes tener vida y satisfacer a Dios. El propósito de creer en Dios es satisfacerlo y vivir el carácter que Él requiere, para que Sus acciones y Su gloria se manifiesten a través de este grupo de personas indignas. Esta es la perspectiva correcta para creer en Dios, y este es también el objetivo que debes buscar. Has de tener el punto de vista correcto sobre creer en Dios y debes buscar obtener Sus palabras. Necesitas comer y beber las palabras de Dios y debes ser capaz de vivir la verdad, y, en particular, debes ser capaz de ver Sus obras prácticas, Sus maravillosas obras en todo el universo, así como la obra práctica que hace en la carne. La gente puede, a través de sus experiencias prácticas, apreciar cómo Dios hace Su obra en ellos y cuál es Su voluntad respecto a ellos. El propósito de todo esto es eliminar el carácter satánico corrupto de las personas. Al haberte deshecho de toda la inmundicia e injusticia en tu interior; y al haberte despojado de tus malas intenciones, y haber desarrollado fe verdadera en Dios; solo con fe verdadera puedes realmente amar a Dios. Puedes amar genuinamente a Dios sobre los cimientos de tu creencia en Él. ¿Puedes conseguir amar a Dios sin creer en Él? Ya que crees en Dios, no puedes estar confundido al respecto. Algunas personas se llenan de vigor tan pronto como ven que la fe en Dios les traerá bendiciones, pero luego se quedan sin energía en cuanto ven que tienen que enfrentarse a los refinamientos. ¿Eso es creer en Dios? Al final, debes lograr una obediencia completa y total delante de Dios en tu fe. Crees en Dios, pero todavía le exiges; tienes muchas nociones religiosas que no puedes abandonar, intereses personales que no puedes soltar e, incluso, buscas las bendiciones de la carne y quieres que Dios rescate tu carne, que salve tu alma; estos son todos comportamientos de personas que tienen la perspectiva equivocada. Aunque las personas con creencias religiosas tienen fe en Dios, no buscan cambiar su carácter ni buscan el conocimiento de Dios; en cambio, solo buscan los intereses de la carne. Muchos entre vosotros tenéis creencias que pertenecen a la categoría de convicciones religiosas; esa no es la verdadera fe en Dios. Para creer en Dios, las personas deben poseer un corazón preparado para sufrir por Él y la voluntad de entregarse. A menos que cumplan estas dos condiciones, su fe en Dios no es válida, y no podrán lograr un cambio en su carácter. Solo las personas que genuinamente buscan la verdad, que tratan de conocer a Dios y buscan la vida son las que verdaderamente creen en Dios.

Extracto de ‘Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿Entendéis ahora lo que es creer en Dios? ¿Acaso significa contemplar señales y prodigios? ¿Significa ascender al cielo? Creer en Dios no es, para nada, fácil. Esas prácticas religiosas deben ser eliminadas; buscar la sanación de los enfermos y la expulsión de demonios, enfocarse en señales y prodigios, codiciar más de la gracia, la paz y el gozo de Dios, buscar las perspectivas y comodidades de la carne, estas son prácticas religiosas, y esas prácticas religiosas son una forma vaga de creencia. ¿Qué es, hoy, creer realmente en Dios? Es aceptar Su palabra como la realidad-vida y conocer a Dios a partir de Su palabra para lograr un amor verdadero hacia Él. Para decirlo con claridad: creer en Dios tiene como propósito que puedas obedecerle, amarle y llevar a cabo el deber que debe realizar una criatura de Dios. Este es el objetivo de creer en Dios. Debes obtener el conocimiento de la hermosura de Dios, de cuán digno de veneración Él es, de cómo Él lleva a cabo la obra de salvación y perfeccionamiento en Sus criaturas; esto es lo esencial de tu fe en Dios. Creer en Dios es, principalmente, el cambio de una vida de la carne a una vida de amar a Dios; de vivir dentro de la corrupción a vivir dentro de la vida de las palabras de Dios. Es dejar de estar bajo el campo de acción de Satanás y vivir bajo el cuidado y la protección de Dios; es ser capaz de lograr obedecer a Dios y no a la carne; es permitir que Él gane la totalidad de tu corazón, permitirle que te perfeccione y liberarte del carácter satánico corrupto. Creer en Dios tiene como objetivo, principalmente, que Su poder y Su gloria puedan manifestarse en ti, que puedas llevar a cabo Su voluntad, que cumplas Su plan y seas capaz de dar testimonio de Él delante de Satanás. La fe en Dios no debería girar alrededor del deseo de contemplar señales y prodigios ni tener como propósito el beneficio de tu carne personal. Debe consistir en buscar conocer a Dios y ser capaz de obedecerle, y, como Pedro, obedecerle hasta la muerte. Estas son las metas principales de la fe en Dios. Se come y bebe la palabra de Dios para conocerle y satisfacerle. Comer y beber la palabra de Dios te proporciona un mayor conocimiento de Él y solo después de esto puedes obedecerle. Solo teniendo conocimiento de Dios puedes amarle, y esta es la meta que el hombre debería tener en su fe en Dios. Si, en tu fe en Dios, siempre estas intentando contemplar señales y prodigios, el punto de vista de esta fe en Dios es erróneo. Creer en Dios es, sobre todo, la aceptación de Su palabra como la realidad-vida. La meta de Dios solo se logra poniendo en práctica las palabras provenientes de Su boca y llevándolas a cabo en tu interior. En su fe en Dios, el hombre debería esforzarse por que Dios lo perfeccione, por ser capaz de someterse a Él y por obedecerlo plenamente. Si puedes obedecer a Dios sin quejarte, tener en cuenta Sus deseos, alcanzar la estatura de Pedro y poseer el estilo de Pedro del que Dios habla, ese será el momento en el que habrás tenido éxito en tu fe en Dios, y esto significará que Dios te ha ganado.

Extracto de ‘Todo se logra por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Esperas que tu fe en Dios no acarree ningún reto o tribulación ni la más mínima dificultad. Siempre buscas aquellas cosas que no tienen valor y no le otorgas ningún valor a la vida, poniendo en cambio tus propios pensamientos extravagantes antes que la verdad. ¡Eres tan despreciable! Vives como un cerdo, ¿qué diferencia hay entre ti y los cerdos y los perros? ¿No son bestias todos los que no buscan la verdad y, en cambio, aman la carne? ¿No son cadáveres vivientes todos esos muertos sin espíritu? ¿Cuántas palabras se han hablado entre vosotros? ¿Se ha hecho solo poco de obra entre vosotros? ¿Cuánto he provisto entre vosotros? ¿Y por qué no lo has obtenido? ¿De qué tienes que quejarte? ¿No será que no has obtenido nada porque estás demasiado enamorado de la carne? ¿Y no es porque tus pensamientos son muy extravagantes? ¿No es porque eres muy estúpido? Si no puedes obtener estas bendiciones, ¿puedes culpar a Dios por no salvarte? Lo que buscas es poder ganar la paz después de creer en Dios, que tus hijos no se enfermen, que tu esposo tenga un buen trabajo, que tu hijo encuentre una buena esposa, que tu hija encuentre un esposo decente, que tu buey y tus caballos aren bien la tierra, que tengas un año de buen clima para tus cosechas. Esto es lo que buscas. Tu búsqueda es solo para vivir en la comodidad, para que tu familia no sufran accidentes, para que los vientos te pasen de largo, para que el polvillo no toque tu cara, para que las cosechas de tu familia no se inunden, para que no te afecte ningún desastre, para vivir en el abrazo de Dios, para vivir en un nido acogedor. Un cobarde como tú, que siempre busca la carne, ¿tiene corazón, tiene espíritu? ¿No eres una bestia? Yo te doy el camino verdadero sin pedirte nada a cambio, pero no buscas. ¿Eres uno de los que creen en Dios? Te otorgo la vida humana real, pero no la buscas. ¿Es que no puedes ser diferente a un cerdo o a un perro? Los cerdos no buscan la vida del hombre, no buscan ser limpiados y no entienden lo que es la vida. Cada día, después de hartarse de comer, simplemente se duermen. Te he dado el camino verdadero, pero no lo has obtenido: tienes las manos vacías. ¿Estás dispuesto a seguir en esta vida, la vida de un cerdo? ¿Qué significado tiene que tales personas estén vivas? Tu vida es despreciable y vil, vives en medio de la inmundicia y el libertinaje y no persigues ninguna meta; ¿no es tu vida la más innoble de todas? ¿Tienes las agallas para mirar a Dios? Si sigues teniendo esa clase de experiencia, ¿vas a conseguir algo? El camino verdadero se te ha dado, pero que al final puedas o no ganarlo depende de tu propia búsqueda personal.

Extracto de ‘Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿Cuánto amas a Dios hoy? ¿Y cuánto sabes de todo lo que Él ha hecho en ti? Esto es lo que deberías aprender. Cuando Dios llegue a la tierra, todo lo que Él ha realizado en el hombre y le ha permitido ver es para que el hombre lo ame y lo conozca verdaderamente. Que el hombre pueda sufrir por Dios y que haya podido llegar hasta aquí se debe, en un sentido, al amor de Dios y, en otro, a la salvación de Dios; además, se debe al juicio y a la obra de castigo que Dios ha llevado a cabo en el hombre. Si no tenéis el juicio, el castigo y las pruebas de Dios, y si Dios no os ha hecho sufrir, entonces, con toda franqueza, vosotros no amáis sinceramente a Dios. Cuanto mayor sea la obra que Dios lleva a cabo en el hombre y cuanto mayor sea el sufrimiento del hombre, más evidente es cuán significativa es la obra de Dios y más puede el corazón del hombre amar a Dios sinceramente. ¿Cómo aprendéis a amar a Dios? Sin el tormento y el refinamiento, sin las pruebas dolorosas —y si, además, todo lo que Dios le diera al hombre fuera gracia, amor y misericordia— ¿serías capaz de alcanzar el punto de amar a Dios sinceramente? Por un lado, durante las pruebas de Dios, el hombre llega a conocer sus deficiencias y a ver que es insignificante, despreciable y vil; que no tiene nada y que no es nada; por el otro, durante Sus pruebas Dios crea para el hombre entornos diferentes que hacen que el hombre sea más capaz de experimentar la hermosura de Dios. Aunque el dolor es grande y, a veces, insuperable —e incluso llega al nivel de un dolor abrumador—, después de haberlo experimentado, el hombre ve cuán preciosa es la obra de Dios en él y solo con base en esto nace en el hombre el amor verdadero por Dios. Hoy el hombre ve que no es capaz de conocerse a sí mismo verdaderamente solo con la gracia, el amor y la misericordia de Dios y, mucho menos, puede conocer la sustancia del hombre. Solo por medio del refinamiento y el juicio de Dios y durante el proceso de refinamiento mismo puede el hombre conocer sus deficiencias y saber que no tiene nada. De esta manera, el amor del hombre por Dios se construye sobre la base del refinamiento y el juicio de Dios. Si solo disfrutas la gracia de Dios y tienes una vida familiar tranquila o con bendiciones materiales, entonces no has ganado a Dios y tu creencia en Él no se puede considerar exitosa. Dios ya ha llevado a cabo una etapa de la obra de la gracia en la carne y le ha otorgado al hombre bendiciones materiales, pero el hombre no puede ser perfeccionado sólo con la gracia, el amor y la misericordia. En las experiencias del hombre, este encuentra algo del amor de Dios y ve el amor y la misericordia de Dios, pero después de experimentar por un tiempo, ve que la gracia de Dios y Su amor y misericordia no pueden perfeccionar al hombre, no pueden revelar lo que está corrupto dentro del hombre y no pueden librar al hombre de su carácter corrupto o perfeccionar su amor y su fe. La obra de la gracia de Dios fue la obra de un periodo y el hombre no puede depender del disfrute de la gracia de Dios para conocer a Dios.

Extracto de ‘Solo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer la hermosura de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Muchos de los que siguen a Dios solo se preocupan por cómo obtener bendiciones o evitar el desastre. Tan pronto como se mencionan la obra y la gestión de Dios, se quedan en silencio y pierden todo interés. Piensan que comprender tales cuestiones tediosas no ayudará a que su vida crezca y que no le brindará ningún beneficio. En consecuencia, aunque hayan oído hablar acerca de la gestión de Dios, le prestan poca atención. No la ven como algo precioso que se debe aceptar y, mucho menos, la reciben como parte de su vida. Esas personas solo tienen un objetivo al seguir a Dios, y es recibir bendiciones. No pueden tomarse la molestia de prestar atención a nada que no involucre directamente este objetivo. Para ellas, no hay meta más legítima que creer en Dios para obtener bendiciones; es la esencia del valor de su fe. Si algo no contribuye a este objetivo, no las mueve. Esto es lo que ocurre con la mayoría de las personas que creen en Dios actualmente. Su objetivo y su intención parecen legítimos porque, al mismo tiempo que creen en Dios, también se esfuerzan por Él, se dedican a Él, y cumplen su deber. Entregan su juventud, abandonan a su familia y su profesión e, incluso, pasan años ocupados lejos de casa. En aras de su meta máxima, cambian sus intereses, su perspectiva de la vida e, incluso, la dirección que siguen, pero no pueden cambiar el objetivo de su creencia en Dios. Van de acá para allá tras la gestión de sus propios ideales; no importa lo lejos que esté el camino ni cuántas dificultades y obstáculos haya a lo largo del mismo, siguen siendo persistentes y no tienen miedo a la muerte. ¿Qué poder los impulsa a seguir entregándose de esta forma? ¿Es su conciencia? ¿Es su carácter magnífico y noble? ¿Es su determinación de combatir a las fuerzas del mal hasta el final? ¿Es su fe de dar testimonio de Dios sin buscar recompensa alguna? ¿Es su lealtad al estar dispuestos a abandonarlo todo para cumplir la voluntad de Dios? ¿O es su espíritu de devoción para renunciar a las exigencias personales extravagantes? ¡Que alguien que nunca ha comprendido la obra de gestión de Dios dé tanto es, simplemente, un milagro! Por el momento, no hablemos de cuánto han dado estas personas. Sin embargo, su comportamiento es muy digno de nuestro análisis. Aparte de los beneficios tan estrechamente asociados con ellos, ¿podría existir alguna otra razón para que las personas, que nunca entienden a Dios, den tanto por Él? En esto descubrimos un problema no identificado previamente: la relación del hombre con Dios es, simplemente, de puro interés personal. Es la relación entre el receptor y el dador de bendiciones. Para decirlo con claridad, es similar a la relación entre empleado y empleador. El primero solo trabaja para recibir las recompensas otorgadas por el segundo. En una relación como esta, no hay afecto; solo una transacción. No hay un amar y ser amado; solo caridad y misericordia. No hay comprensión; solo indignación y engaño reprimidos. No hay intimidad; solo un abismo que no se puede cruzar. Ahora que las cosas han llegado a este punto, ¿quién puede cambiar ese rumbo? ¿Y cuántas personas son capaces de entender realmente lo grave que se ha vuelto esta relación? Considero que, cuando las personas se sumergen en el gozo de ser bendecidas, nadie puede imaginar lo embarazosa y desagradable que es una relación así con Dios.

Lo más triste acerca de cómo cree la humanidad en Dios es que el hombre lleva a cabo su propia gestión en medio de la obra de Dios y, sin embargo, no presta atención a la gestión de Dios. El fracaso más grande del hombre radica en cómo, al mismo tiempo que busca someterse a Dios y adorarlo, está construyendo su propio destino ideal y tramando cómo recibir la mayor bendición y el mejor destino. Incluso si alguien entiende lo despreciable, aborrecible y patético que es, ¿cuántas podrían abandonar fácilmente sus ideales y esperanzas? Y ¿quién es capaz de detener sus propios pasos y dejar de pensar únicamente en sí mismo? Dios necesita a quienes van a cooperar de cerca con Él para completar Su gestión. Necesita a quienes se someterán a Él a través de dedicar toda su mente y todo su cuerpo a la obra de Su gestión. Él no necesita a las personas que estiran las manos para suplicarle cada día y, mucho menos, a quienes dan un poco y después esperan ser recompensados. Dios desprecia a los que hacen una contribución insignificante y después se duermen en sus laureles. Aborrece a esas personas de sangre fría que se ofenden con la obra de Su gestión y solo quieren hablar sobre ir al cielo y obtener bendiciones. Aborrece aún más a los que se aprovechan de la oportunidad presentada por la obra que Él hace al salvar a la humanidad. Eso es debido a que estas personas nunca se han preocupado por lo que Dios desea conseguir y adquirir por medio de la obra de Su gestión. Solo les interesa cómo pueden usar la oportunidad provista por la obra de Dios para obtener bendiciones. No les importa el corazón de Dios, pues lo único que les preocupa es su propio futuro y destino. Los que se ofenden con la obra de gestión de Dios y no tienen el más mínimo interés en cómo Dios salva a la humanidad ni en Su voluntad, solo están haciendo lo que les place de una forma que está desconectada de la obra de gestión de Dios. Dios no recuerda su comportamiento ni lo aprueba, y ni mucho menos lo ve con buenos ojos.

Extracto de ‘El hombre sólo puede salvarse en medio de la gestión de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿Qué deberías buscar ahora? Que seas capaz o no de dar testimonio de la obra de Dios, que puedas o no convertirte en un testimonio y en una manifestación de Dios, y que seas adecuado o no para que Él te use, estas son las cosas que debes buscar. ¿Cuánta obra ha hecho Dios realmente en ti? ¿Cuánto has visto, cuánto has tocado? ¿Cuánto has experimentado y probado? Si Dios te ha probado, si te ha tratado, o si te ha disciplinado, independientemente de todo ello, Sus acciones y Su obra se han llevado a cabo en ti. Sin embargo, como creyente en Dios, como persona que está dispuesta a buscar el ser perfeccionada por Él, ¿eres capaz de dar testimonio de la obra de Dios en base a tu experiencia práctica? ¿Puedes vivir las palabras de Dios a través de ella? ¿Eres capaz de proveer para los demás a través de tu propia experiencia práctica y esforzarte toda tu vida para dar testimonio de la obra de Dios? Para poder dar testimonio de la obra de Dios debes confiar en tu experiencia, en tu conocimiento y en el precio que has pagado. Solo así puedes satisfacer Su voluntad. ¿Eres alguien que da testimonio de la obra de Dios? ¿Tienes esta determinación? Si eres capaz de dar testimonio de Su nombre, e incluso de Su obra, y si puedes vivir la imagen que Él exige de Su pueblo, eres un testigo para Dios. ¿Cómo das realmente testimonio para Dios? Lo haces al buscar y anhelar vivir las palabras de Dios, y al dar testimonio con tus palabras, permitir que las personas conozcan Su obra y vean Sus acciones. Si de verdad procuras todo esto, entonces Dios te perfeccionará. Si todo lo que buscas es que Dios te perfeccione y que te bendiga al final, entonces la perspectiva de tu fe en Dios no es pura. Debes estar buscando cómo ver las obras de Dios en la vida real, cómo complacerlo cuando Él manifieste Su voluntad en ti y debes buscar cómo debes dar testimonio de lo maravilloso que Él es y de Su sabiduría, y cómo dar testimonio de cómo Él te disciplina y te trata. Todas estas son cosas que debes estar tratando de comprender ahora. Si tu amor por Dios es sólo para que puedas compartir la gloria de Dios después de que Él te perfeccione, todavía no es suficiente para alcanzar las exigencias de Dios. Necesitas poder dar testimonio de la obra de Dios, satisfacer Sus demandas y experimentar la obra que Él ha hecho en las personas de una manera práctica. Trátese de dolor, lágrimas o tristeza, debes experimentar todas estas cosas en tu práctica. Tienen como objetivo perfeccionarte como alguien que da testimonio de Dios. ¿Qué es exactamente lo que ahora te impulsa a sufrir y buscar la perfección? ¿Tiene realmente tu sufrimiento actual el fin de amar a Dios y dar testimonio de Él? ¿O su fin son las bendiciones de la carne o tus perspectivas futuras y tu destino? Todas tus intenciones, motivos y las metas que persigues deben ser rectificados y no los puede guiar tu propia voluntad.

Extracto de ‘Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento’ en “La Palabra manifestada en carne”

Para conocer más: ¿Qué es la fe en Dios?

¿Realmente sabe usted qué es la sincera fe en Dios?

¿Leer la Biblia y hacer oraciones todos los días e ir la iglesia todos los domingos significa creer verdaderamente en Dios? ¿Qué es exactamente la verdadera fe en Dios? Siga leyendo para conocer la respuesta…


La Palabra de Dios Todopoderoso dice: “Aunque muchas personas creen en Dios, pocas entienden qué significa la fe en Él, y qué deben hacer para conformarse a Su voluntad. Esto se debe a que, aunque están familiarizadas con la palabra ‘Dios’ y expresiones como ‘la obra de Dios’, no le conocen, y menos aún Su obra. No es de extrañar, por tanto, que todos los que no conocen a Dios estén confusos en su creencia. No se toman en serio la creencia en Él, y esto se debe totalmente a que creer en Dios es demasiado desconocido, demasiado extraño para ellos. De esta forma, no están a la altura de las exigencias de Dios. Es decir, si las personas no conocen a Dios ni Su obra, no son aptas para que Él las use, y menos aún pueden satisfacer Su voluntad. ‘La creencia en Dios’ significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple respecto a creer en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa lo siguiente: en base a la creencia de que Dios tiene la soberanía sobre todas las cosas, uno experimenta Sus palabras y Su obra, purga el propio carácter corrupto, satisface la voluntad de Dios, y llega a conocerlo. Sólo un paso de esta clase puede llamarse ‘fe en Dios’. Sin embargo, las personas consideran a menudo que la creencia en Dios es un asunto simple y frívolo. Las personas que creen en Dios de esta manera han perdido el significado de creer en Él y, aunque pueden seguir creyendo hasta el final, jamás obtendrán Su aprobación, porque marchan por la senda equivocada”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

De las palabras de Dios, podemos ver que sinceramente creer en Dios consiste en creer que Dios tiene la soberanía sobre todas las cosas, centrarse en experimentar de cerca Sus palabras y obra, buscar Su voluntad, comprender Sus demandas a partir de ellas y ser capaz de ponerlas en práctica para lograr la purificación del pecado, dejar de pecar y resistirse a Dios y convertirse en una persona que reverencia y obedece a Él y está conformado a Él. Por lo tanto, la verdadera creencia en Dios no es sólo admitir la existencia de Dios en nuestros corazones y mantener algunas reglas superficiales como pensamos.

Para conocer más: ¿Qué es la fe en Dios?

¿Cómo vivir una vida cristiana? ¡Las reuniones normales son indispensables!


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Devocional cristiano de hoy: ¿Cómo vivir una vida cristiana? ¡Las reuniones normales son indispensables!

Xiaogao

Hola hermanos y hermanas de Preguntas y Respuestas Espirituales:

Me canso mucho de trabajar durante el día y no duermo muy bien por la noche. Como resultado, no estoy dispuesta a llegar a tiempo a las reuniones. No me gusta ser restringida. Siento que si tengo necesidades espirituales, en tanto que busque a los hermanos y hermanas para conversar durante esos momentos, eso debe estar bien. Me pregunto cuál es la causa de este problema. ¿Cómo debo resolver esto?

An Jing

Hola Hermana An Jing:

Dijiste que no estás dispuesta a asistir a tiempo a las reuniones y que cuando sientes que tienes necesidades espirituales, ese es el único momento en el que buscarás activamente a los hermanos y hermanas para conversar. Podemos pensar así porque no entendemos lo que realmente es creer en Dios ni la importancia de las reuniones. Gracias al Señor. Hablaré un poco acerca de mi entendimiento sobre este aspecto. Espero que te sea útil.

Lo que significa creer verdaderamente en Dios

Todos sabemos que la razón por la cual Dios creó originalmente al hombre fue para que el hombre lo honrara y lo adorara en la tierra. El Señor Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento” (Mateo 22:37-38). Como creyentes en el Señor, todos debemos priorizar la fe, adorar a Dios y tener relaciones normales con Dios. Las reuniones, la oración, comunicar la verdad, cantar himnos y alabar a Dios son formas de establecer una relación normal con Dios. Como cristianos estas son las cosas que debemos hacer por lo menos. Las palabras de Dios dicen: “‘Creer en Dios’ significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple respecto a creer en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa lo siguiente: con base en la creencia de que Dios tiene la soberanía sobre todas las cosas, uno experimenta Sus palabras y Su obra, purifica su carácter corrupto, satisface la voluntad de Dios y llega a conocerlo. Sólo un proceso de esta clase puede llamarse ‘fe en Dios’” (“Sólo el que experimenta la obra de Dios verdaderamente cree en Dios”). “Hay algunas personas cuya fe nunca ha sido reconocida en el corazón de Dios. En otras palabras, Él no las reconoce como seguidores suyos porque no elogia sus creencias. […] Consideran que creer en Dios es una especie de pasatiempo de aficionado y tratan a Dios como un mero sustento espiritual […] ¿Cómo ve Dios a estas personas? Las ve como incrédulas” (‘Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra’ en “La Palabra manifestada en carne”). De aquí podemos ver si nuestra fe en Dios consiste simplemente de un reconocimiento verbal y de creer dentro de nuestros corazones, pero no buscamos la verdad, no experimentamos ni practicamos las palabras de Dios, sino que consideramos la fe como un alimento espiritual o un pasatiempo, esto no es creer verdaderamente en Dios. Dios no alaba este tipo de fe. Los verdaderos creyentes en Dios deben presentarse ante Él frecuentemente, orar a Él a menudo, leer Sus palabras con frecuencia, asistir a las reuniones seguido y entender más de Su verdad. Al mismo tiempo, deben llevar las palabras de Dios a la vida real. Creen que lo que sucede todos los días está presidido y arreglado por Dios. Este es especialmente el caso cuando se encuentran con algo que no está de acuerdo con sus nociones y cuando revelan su propia corrupción y no la pueden dejar ir. Son capaces de venir ante Dios y de reflexionar sobre sí mismos de acuerdo con Sus palabras. Son capaces de buscar en el entorno arreglado por Dios las lecciones que deben aprender y las verdades a las que deben entrar y poner en práctica. Después realmente las ponen en práctica de acuerdo con las exigencias de Dios, se liberan del carácter satánico y corrupto, viven una humanidad normal y, al final, logran un verdadero entendimiento de Dios, la obediencia a Él y el amor por Él. Sólo esta forma de experimentar la obra y las palabras de Dios constituye creer verdaderamente en Dios. Sólo podemos obtener la aprobación de Dios si creemos en Él de esta manera. Si hacemos esto, al final, seremos trasladados al reino de Dios. Por el contrario, si nuestra fe no implica una relación normal con Dios, la participación regular en las reuniones, la oración, comunicar la verdad y poner en práctica las palabras de Dios; si sólo es una fe de tiempo libre, si creemos en Dios unos cuantos años pero nuestro carácter corrupto no ha cambiado en absoluto y si no tenemos un verdadero entendimiento de Dios, Dios no reconoce este tipo de fe. No hay diferencia entre esto y la fe de los incrédulos. Si nuestra fe es así, aunque creamos hasta el final, no podremos obtener la aprobación y la salvación de Dios.

La vida de la iglesia es esencial

Si no estamos dispuestos a asistir a tiempo a las reuniones, esto indica que no entendemos la importancia de la vida de la iglesia. De hecho, la vida de la iglesia es nuestra vida de comunicar la palabra de Dios y de entrar en la verdad y también es la vida de experimentar la obra del Espíritu Santo y de disfrutar del amor de Dios. Entender la verdad, entrar en ella y alcanzar la salvación de Dios son completamente un resultado que se logra por la obra del Espíritu Santo. Sólo por nuestras vidas en la iglesia, donde nos servimos y nos proveemos unos a otros, donde llevamos a cabo nuestros deberes y donde damos testimonio de Dios podremos obtener fácilmente la obra del Espíritu Santo y la perfección de Dios. En otras palabras, ganar la aprobación de Dios con respecto a nuestra fe y alcanzar Su salvación están inextricablemente ligadas a una vida de la iglesia normal. En la Biblia, dice: “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca” (Hebreos 10:25). El Señor Jesús dijo: “Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20). De esto podemos ver, vivir una vida de la iglesia es una de las exigencias de Dios para nosotros como cristianos. Dado que nuestro calibre, por sí solo, es limitado y no tenemos el órgano para recibir la verdad, es muy difícil entender las verdades y los misterios dentro de las palabras de Dios. Aunque entendamos mucho del significado literal, entendemos muy poco de las intenciones de Dios y de las exigencias que Él tiene para el hombre. Pero si participamos constantemente en la vida de la iglesia, oramos junto con los hermanos y hermanas, leemos las palabras de Dios y comunicamos nuestro propio entendimiento, experiencia y aceptación de las palabras de Dios, seremos capaces de obtener el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo. Obtendremos aún más luz y recompensas, entenderemos con más claridad las intenciones y las exigencias de Dios y la senda de práctica será aún más clara. Este es especialmente el caso cuando no entendemos las palabras de Dios o nos encontramos con varias dificultades. Si cooperamos con los hermanos y hermanas para buscar a Dios, para orar a Él y para tener la obra del Espíritu Santo entre nosotros, seremos capaces de entender el significado esotérico de las palabras de Dios y todos nuestros problemas y dificultades se resolverán porque entendemos la verdad. Cuantos más problemas resolvamos en nuestra vida de la iglesia, más verdad entenderemos y obtendremos. De esta manera ya no estaremos molestos con los asuntos mundanos. Nuestras vidas serán cómodas y liberadoras. Después podremos abordar las situaciones que encontremos de acuerdo con las intenciones y las exigencias de Dios. Gradualmente las palabras de Dios se convertirán en los principios y la dirección con las que manejamos las situaciones. Bajo la guía del Espíritu Santo caminaremos en la senda de la salvación de Dios.

Si no participamos en la vida de la iglesia, si ocasionalmente oramos a Dios nosotros mismos y leemos Sus palabras, nuestra conquista de la obra del Espíritu Santo será muy limitada. Sin la obra del Espíritu Santo no podremos entender la verdad ni podremos entrar en su realidad. Cuando nos encontremos con dificultades o problemas, ya que no entendemos las intenciones de Dios, con frecuencia no sabremos qué hacer ni cómo poner la verdad en práctica. Si de vez en cuando confiamos en nuestras propias nociones e imaginaciones para hacer las cosas, haremos cosas que violan las intenciones de Dios y que incluso ofenden el carácter de Dios. Perderemos la presencia del Espíritu Santo, por no mencionar la salvación de Dios. Las palabras de Dios dicen: “Si tu vida espiritual es anormal, no puedes entender la obra actual de Dios y siempre sientes que es del todo incompatible con tus propias nociones y, aunque estás dispuesto a seguirlo, te falta el empuje interno. Así que, independientemente de lo que Dios esté haciendo en la actualidad, las personas deben cooperar. Si las personas no colaboran, el Espíritu Santo no puede realizar Su obra, y si las personas no tienen un corazón de cooperación, no pueden apenas ganar la obra del Espíritu Santo. […] Si las personas no colaboran con Dios ni buscan una entrada más profunda, Dios les quitará todas las cosas que una vez tuvieron. En su interior, las personas siempre tienen ansias de comodidad y preferirían disfrutar de lo que tienen a mano. Quieren conseguir las promesas de Dios sin pagar precio alguno. Estos son los pensamientos extravagantes que alberga la humanidad. Ganar la vida sin pagar un precio; pero ¿ha sido algo tan fácil alguna vez? Cuando alguien cree en Dios y busca entrar a la vida y un cambio en su carácter debe pagar un precio y alcanzar un estado en el que siempre siga a Dios sin importar lo que Él haga. Esto es algo que las personas deben hacer. Incluso si se sigue todo esto como una regla, uno debe atenerse a ello y, sin importar lo grandes que sean las pruebas, no se puede abandonar la relación normal con Dios. Se debe poder orar, mantener la vida de la iglesia y nunca dejar a los hermanos y hermanas. Cuando Dios te prueba, debes seguir buscando la verdad. Esto es el requisito mínimo para una vida espiritual” (‘Debes mantener tu lealtad a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”). De las palabras de Dios podemos ver que una vida espiritual normal es muy importante para nosotros. Orar, leer las palabras de Dios y asistir a las reuniones, todo es parte de una vida espiritual. Si somos incapaces de adherirnos a esto, no podremos alcanzar la obra del Espíritu Santo. Aunque nuestros corazones quieran seguir a Dios, no tendremos fe. Por lo tanto, independientemente de cuán ocupadas sean nuestras vidas laborales y cuán cansados estén nuestros cuerpos físicos, no debemos perder nuestra relación normal con Dios. Como mínimo debemos mantener una vida espiritual normal. Debemos vivir ante Dios, buscar la verdad y ponerla en práctica cuando nos encontremos con situaciones. Sólo si hacemos esto nuestra vida espiritual se volverá inflexible. Sólo entonces tendremos una senda que podremos tomar cuando nos encontremos con situaciones.

Además, ya que hemos sido corrompidos muy profundamente por Satanás, por dentro, estamos llenos del veneno de Satanás. Amamos la riqueza, la fama, el estatus y el placer carnal, etc. No nos gustan las cosas positivas. Si no intimamos frecuentemente con Dios, nos es muy fácil quedar atrapados en la red de Satanás, seguir las tendencias malvadas del mundo y llegar a ser desenfrenadamente descontrolados hasta el punto en que hagamos cosas que violan las intenciones de Dios y que hagamos que Él nos deteste. Las reuniones son nuestra oportunidad para intimar con Dios. Ellas cierran la distancia entre nosotros y Dios y nos permiten vivir frecuentemente ante Dios, aceptar Su examen y recibir Su cuidado y protección. Una vez que nuestra relación con Dios se haya normalizado, nuestros espíritus se volverán agudos y seremos capaces de distinguir los asuntos que Dios odia y los que a Él le agradan. Cuando nos encontremos con situaciones podremos estar del lado de Dios y no seguiremos nuestras preferencias carnales ni haremos algo que contradiga o resista a Dios. Como resultado de esto recibiremos aún más de las bendiciones de Dios. Por lo tanto, una vida de la iglesia es muy importante con respecto a si podemos obtener la aprobación y la salvación de Dios.

Viviendo ante Dios y recibiendo Su protección

El Señor Jesús dijo: “Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera” (Mateo 11:30). El Señor espera que podamos vivir cómoda y libremente. Él no nos quiere ver envueltos en el mundo secular y sufrir. Entonces, ¿por qué no estamos dispuestos a asistir a las reuniones porque nos sentimos demasiado cansados de trabajar? En realidad tales ideas provienen de Satanás. Contienen sus maquinaciones malvadas dentro de sí. Dios dice: “Lo que Dios quiere hacer en el hombre es exactamente lo que Satanás quiere destruir, y lo que Satanás quiere destruir se expresa a través del hombre, completamente al descubierto. […] También hay representaciones claras de la destrucción de Satanás en los seres humanos: se están volviendo cada vez más depravados y su condición está cayendo cada vez más bajo. Una vez que su situación se agrava lo suficiente, son propensos a ser capturados por Satanás” (‘Capítulo 15’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”). Satanás es el enemigo de Dios. Se opone a Él en todos los aspectos y con frecuencia se enfoca en nuestros puntos débiles y los ataca. Hace que nos quedemos absortos en la carne y atrapados en nuestros enredos carnales. Perturba nuestra relación normal con Dios y nos hace distanciarnos de Él, traicionarlo y, al final, su objetivo es tragarnos completos. Si siempre cedemos a nosotros mismos y satisfacemos nuestros deseos carnales, nos alejaremos cada vez más de Dios. En ese momento la conspiración de Satanás habrá prevalecido. Por lo tanto, cuando nuestra fe sea débil y nuestro estado sea anormal, debemos presentarnos más ante Dios, orar más a Él y confiar en Él. No debemos dejar la vida de la iglesia. Al mismo tiempo, debemos poner nuestra determinación ante Dios para satisfacerlo. Cuando cooperamos con Dios de esta manera, las maquinaciones de Satanás no tendrán ningún efecto sobre nosotros y él huirá en pánico. Una vez que nuestra relación con Dios sea normal, no sentiremos que asistir a las reuniones sea restrictivo. Por el contrario, sentiremos que asistir a las reuniones es una manera de que intimemos con Dios y disfrutemos de Su amor.

¡Gracias a Dios por Su guía! Hermana An Jing, aquí es donde terminaremos nuestra enseñanza hoy. Espero que el entendimiento que se compartió hoy te sea de beneficio. Si tienes alguna pregunta, vamos a analizarla juntos.

Preguntas y respuestas espirituales

Recomendación: Qué es un devocional

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Canción cristiana | Las personas no creen verdaderamente en Dios

 



Canción cristiana | Las personas no creen verdaderamente en Dios


I
El hombre recibió y a mucho renunció en los años de Mi obra,
pero insisto en que el hombre no cree en Mí de verdad.
El hombre dice que Yo soy Dios, pero se opone a Mi verdad,
y no practica la verdad que exijo de él.
El hombre admite que Dios existe, pero no la vida ni la verdad,
sólo reconoce el nombre de Dios, pero no Su esencia.
Con su fervor, el hombre es odioso para Mí.
Él usa palabras lindas para engañarme,
pero nadie me adora de todo corazón, de todo corazón.

Reflexión sobre la fe: ¿Qué es la fe verdadera? Y ¿cómo tener la fe en Dios?

Ahora que los desastres son cada vez más graves, en algunos países hay muchos hermanos y hermanas que no pueden ir a la iglesia para adorar a Dios, pero podemos explorar y hablar sobre el tema de qué significa creer en Dios en el blog.

Reflexión sobre la fe: ¿Qué es la fe verdadera? Y ¿cómo tener la fe en Dios?

Qué es una persona que sigue la voluntad de Dios y el verdadero testimonio de fe en Dios

 Versículos bíblicos como referencia:

“Noé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporáneos; Noé andaba con Dios. Y Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Y la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Entonces Dios dijo a Noé: He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra. Hazte un arca de madera de ciprés; harás el arca con compartimientos, y la calafatearás por dentro y por fuera con brea. […] Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás dos de cada especie en el arca, para preservarles la vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, de los animales según su especie y de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie vendrán a ti para que les preserves la vida. Y tú, toma para ti de todo alimento que se come, y guárdatelo, y será alimento para ti y para ellos. Y así lo hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así hizo” (Génesis 6:9-22).

Cuando nos falta fe en el refinamiento…

Dios dice: “Cuando tengas fe y puedas tocar Sus acciones en tu experiencia práctica, Dios se te aparecerá, te esclarecerá y te guiará desde dentro. Sin esa fe, Dios no podrá hacer esto. Si has perdido la esperanza en Dios, ¿cómo podrás experimentarlo? Por tanto, sólo cuando tengas fe y no albergues dudas hacia Dios, cuando tu fe en Él sea verdadera, haga lo que haga, Él te esclarecerá e iluminará en tus experiencias, y sólo entonces podrás ver Sus acciones. Estas cosas se consiguen todas por medio de la fe, y sólo a través del refinamiento: la fe no puede desarrollarse en la ausencia del refinamiento”.

Aprender más: Reflexion sobre la fe: ¿Qué es la fe? ¿Cómo tener la fe verdadera en Dios?

Película cristiana completa | La fe en Dios

La mayoría de los hermanos y hermanas que creen en el Señor piensan que mientras crean que hay un Dios, lean las Escrituras, oren y trabajen duro para el Señor, esta es una verdadera creencia en Dios, y que de esta manera podrán recibir la aprobación de Dios. Pero ¿tal pensamiento está conforme al corazón de Dios? ¿Qué es la verdadera fe en Dios? ¿Cómo creemos en Dios para ser aprobados por Él? Comprender estos temas es demasiado importante para que creamos en Dios y seamos salvos. Miremos juntos la película cristiana completa “La fe en Dios” para encontrar el camino de ser aprobado por Dios en la creencia en Él.



¿Qué es la fe en Dios? Mucha gente lleva años creyendo en el Señor, hace oraciones, asiste a reuniones, lee la Biblia y predica el evangelio, pero no sabe el efecto que va a lograr Dios de Su obra ni comprende la voluntad de, ¿esto es la verdadera fe en Dios? ¿Qué es realmente tener la fe en Dios? Haga clic en WhatsApp para discutir con nosotros.

Con que tengamos la fe, podremos ver los hechos de Dios

En la vida real, a menudo nos encontremos con muchas dificultades, a veces perdemos la fe en Dios cayendo en las tentaciones de Satanás. Entonces, ¿qué debemos hacer para que no perdamos la fe en Él cuando nos topemos con dificultades?

¿Qué sabes de la fe?

En el hombre sólo existe la palabra incierta de la fe, sin embargo, el hombre no sabe qué constituye la fe, mucho menos por qué él tiene fe. El hombre entiende muy poco y al hombre mismo le falta demasiado; su fe en Mí es meramente inconsciente e ignorante. Aunque no sabe lo que es la fe ni por qué tiene fe en Mí, sigue creyendo en Mí de un modo obsesivo. Lo que Yo pido al hombre no es solamente que recurra a Mí obsesivamente de esta manera o que crea en Mí de un modo esporádico, porque la obra que hago es para que el hombre pueda verme y conocerme, no para que el hombre se impresione y me vea con otros ojos. Una vez manifesté muchas señales y maravillas y realicé muchos milagros, y los israelitas de esos tiempos me mostraron gran admiración y reverenciaron grandemente Mi excepcional habilidad para sanar a los enfermos y exorcizar a los demonios. En ese tiempo los judíos pensaban que Mis poderes sanadores eran magistrales, extraordinarios, y por mis muchos hechos, todos me veneraban y sentían gran admiración por todos Mis poderes. Así, todos los que me vieron realizar milagros me seguían de cerca, de tal manera que miles me rodeaban para verme sanar a los enfermos. Manifesté muchas señales y maravillas, sin embargo las personas sólo me veían como un médico magistral; así que también les hablé muchas palabras de enseñanza a las personas en ese tiempo, sin embargo sólo me veían como un maestro superior a sus discípulos. Incluso hoy día, después de que los hombres han visto los registros históricos de Mi obra, su interpretación continúa siendo que Yo soy un gran médico que sana a los enfermos y un maestro para los ignorantes, y me han definido como el misericordioso Señor Jesucristo. Aquellos que interpretan las escrituras pueden haber superado Mis habilidades para sanar o incluso pueden ser discípulos que ya han superado a su maestro; sin embargo, tales hombres de gran renombre, cuyos nombres son conocidos alrededor del mundo, me consideran tan bajo como a un simple médico. Mis acciones son mayores en número que los granos de arena sobre las playas y Mi sabiduría sobrepasa a todos los hijos de Salomón, pero las personas simplemente me consideran como un médico de poca monta y un desconocido maestro del hombre. Muchos creen en Mí sólo para que pueda sanarlos. Muchos creen en Mí sólo para que use Mis poderes para expulsar espíritus inmundos de sus cuerpos, y muchos creen en Mí simplemente para poder recibir de Mí la paz y el gozo. Muchos creen en Mí sólo para demandar de Mí una mayor riqueza material. Muchos creen en Mí sólo para pasar esta vida en paz y estar sanos y salvos en el mundo por venir. Muchos creen en Mí para evitar el sufrimiento del infierno y recibir las bendiciones del cielo. Muchos creen en Mí sólo por una comodidad temporal, sin embargo no buscan obtener nada en el mundo venidero. Cuando hice descender Mi furia sobre el hombre y le quité todo el gozo y la paz que antes poseía, el hombre se volvió confuso. Cuando le di al hombre el sufrimiento del infierno y recuperé las bendiciones del cielo, la vergüenza del hombre se convirtió en ira. Cuando el hombre me pidió que lo sanara, Yo no le presté atención y sentí aborrecimiento hacia él; el hombre se alejó de Mí para en su lugar buscar el camino de la medicina maligna y la hechicería. Cuando le quité al hombre todo lo que me había exigido, todos desaparecieron sin dejar rastro. Así, digo que el hombre tiene fe en Mí porque doy demasiada gracia y tiene demasiado que ganar. Los judíos creyeron en Mí por Mi gracia y me siguieron a dondequiera que fui. Estos hombres ignorantes, de conocimiento y experiencia limitados, sólo buscaron contemplar las señales y maravillas que manifesté. Me consideraron como la cabeza de la casa de los judíos que podía realizar los más grandes milagros. Y así, cuando Yo exorcizaba demonios de los hombres, eso provocaba mucho debate entre ellos; decían que Yo era Elías, que era Moisés, que era el más anciano de todos los profetas, que Yo era el más grande de todos los médicos. Excepto por Mí mismo diciendo que Yo soy la vida, el camino y la verdad, nadie podía conocer Mi ser o Mi identidad. Excepto por Mí mismo diciendo que el cielo es el lugar donde Mi Padre vive, nadie sabía que Yo soy el Hijo de Dios y también Dios mismo. Excepto por Mí mismo diciendo que Yo traería la redención a toda la humanidad y rescataría a la humanidad, nadie sabía que Yo soy el Redentor de la humanidad; y los hombres sólo me conocían como un hombre benévolo y compasivo. Y excepto por Mí mismo siendo capaz de explicar todo lo que hay de Mí, nadie me conocía y nadie creía que Yo soy el Hijo del Dios viviente. Así es la fe de las personas en Mí, y la manera en la que tratan de engañarme. ¿Cómo podrían dar testimonio de Mí cuando tienen tales opiniones de Mí?

Película cristiana completa | La fe en Dios 3: Levántense, los que se rehúsan a ser esclavos




Película cristiana completa | La fe en Dios 3: Levántense, los que se rehúsan a ser esclavos


Meng Changlin era un colaborador de la Iglesia de las Tres Autonomías. Inicialmente pensó que creer en el Señor en una Iglesia de las Tres Autonomías le ahorraría ser perseguido por el Partido Comunista de China. Sin embargo, cuando Xi Jinping llega al poder, el PCCh aumenta su persecución a la fe religiosa y hasta la Iglesia de las Tres Autonomías gestionada por el gobierno comienza a sufrir represión y persecución. Muchas de sus cruces son derribadas, sus iglesias demolidas, y el PCCh hasta obliga a las iglesias a desplegar la bandera nacional, cantar el himno y exhibir un retrato del presidente Xi.

Película cristiana de reflexión "La fe en Dios" Escena 6 - ¿Qué significa la verdadera fe en Dios?




Película cristiana de reflexión "La fe en Dios" Escena 6 - ¿Qué significa la verdadera fe en Dios?


Muchos creen que la fe en Dios es la fe en la Biblia y que trabajar arduamente para el Señor es la realidad de creer en Dios. Nadie en el mundo religioso puede comprender a fondo lo que significa la verdadera fe en Dios. Dios Todopoderoso dice: "'La creencia en Dios' significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple de la fe en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa que la gente experimenta Sus palabras y Su obra en base a la creencia de que Él tiene soberanía sobre todas las cosas. Por tanto, se logrará desechar el carácter corrupto, se satisfará el deseo de Dios, y se llegará a conocerlo. Sólo emprendiendo ese paso se puede decir que se cree en Dios" (La Palabra manifestada en carne).

La palabra de Dios Todopoderoso | Qué punto de vista deberían tener los creyentes

¿Qué es lo que el hombre ha recibido desde que empezó a creer en Dios? ¿Qué has conocido acerca de Él? ¿Cuánto has cambiado debido a tu creencia en Él? Ahora, todos sabéis que la creencia del hombre en Dios no es sólo para la salvación del alma y el bienestar de la carne ni para enriquecer su vida a través del amor de Dios, y así sucesivamente. Hoy por hoy, si amas a Dios por el bienestar de la carne o el placer momentáneo, aunque al final tu amor por Él alcance su plenitud y no pidas nada, este amor que buscas sigue siendo impuro y no es agradable a Dios. Aquellos que usan su amor por Dios para enriquecer sus vidas apagadas y llenar un vacío en su corazón son los que buscan vivir en la comodidad, no quienes buscan sinceramente amar a Dios. Este tipo de amor va en contra de la voluntad de uno, persigue el placer emocional, y Dios no lo necesita. ¿Qué clase de amor es entonces el tuyo? ¿Para qué amas a Dios? ¿Cuánto amor verdadero sientes por Él ahora? El amor de la mayoría de vosotros es como el mencionado anteriormente. Esta clase de amor sólo puede mantener su situación actual; no puede alcanzar una constancia eterna, ni arraigarse en el hombre. Este tipo de amor es el de una flor que no lleva fruto después de florecer, y se seca. En otras palabras, después de que hayas amado a Dios una vez de esa forma y nadie te guíe en la senda que tienes por delante, caerás. Si sólo puedes amar a Dios en la época de amar a Dios y no haces cambios después en tu carácter de vida, entonces seguirás estando envuelto en la influencia de las tinieblas, incapaz de escapar y seguirás sin poder librarte de ser atado y engañado por Satanás. Ningún hombre así puede ser ganado plenamente por Dios; al final, su espíritu, alma y cuerpo seguirán perteneciendo a Satanás. Esto es incuestionable. Todos aquellos a los que Dios no puede ganar de un modo total volverán a su lugar original, esto es, de regreso a Satanás, y descenderán al lago que arde con fuego y azufre para aceptar el siguiente paso del castigo de Dios. Los ganados por Él son los que se rebelan contra Satanás y escapan de su campo de acción. Tales hombres serán contados oficialmente entre el pueblo del reino. Así es como llegan a ser las personas del reino. ¿Estás dispuesto a ser esta clase de persona? ¿Estás dispuesto a ser ganado por Dios? ¿Estás dispuesto a escapar del campo de acción de Satanás y volver a Dios? ¿Perteneces ahora a Satanás o formas parte del pueblo del reino? Tales cosas deberían estar todas claras y no requerir más explicación.

La fe en Dios 3: Levántense, los que se rehúsan a ser esclavos | Tráiler oficial


Meng Changlin era un colaborador de la Iglesia de las Tres Autonomías. Inicialmente pensó que creer en el Señor   en una Iglesia de las Tres Autonomías le ahorraría ser perseguido por el Partido Comunista de China. Sin embargo, cuando Xi Jinping llega al poder, el PCCh aumenta su persecución a la fe religiosa   y hasta la Iglesia de las Tres Autonomías gestionada por el gobierno comienza a sufrir represión y persecución. Muchas de sus cruces son derribadas, sus iglesias demolidas, y el PCCh hasta obliga a las iglesias a desplegar   la bandera nacional, cantar el himno y exhibir   un retrato del presidente Xi.

Pelicula cristiana "Libres de la trampa" Escena 4 - ¿Pueden salvarse creyendo en el Señor en el marco de la religión?




Pelicula cristiana "Libres de la trampa" Escena 4 - ¿Pueden salvarse creyendo en el Señor en el marco de la religión?

Hay muchas personas religiosas que creen en el Señor Jesús, no en los pastores y ancianos, aunque estos ostenten el poder del mundo religioso y sigan la senda de los fariseos hipócritas, y aunque dichas personas acepten y sigan a los pastores y ancianos; así pues, ¿cómo puede afirmarse que la senda que siguen es también la de los fariseos? ¿De verdad no podemos salvarnos creyendo en Dios en el marco de la religión?

Pelicula cristiana "Rompe las cadenas y corre" Escena 3 - Ve más allá de la Biblia: asiste al banquete del reino de los cielos con el Señor





Pelicula cristiana "Rompe las cadenas y corre" Escena 3 - Ve más allá de la Biblia: asiste al banquete del reino de los cielos con el Señor

Mucha gente que tiene fe en el Señor cree que todas las palabras y obras de Dios están en la Biblia, que ya se ha cumplido la salvación de Dios como se describe en la Biblia, que la fe en Dios debe basarse en la Biblia y que, si basamos nuestra fe en Dios en ella, ciertamente seremos arrebatados al reino de los cielos. Estas concepciones religiosas actúan como sogas invisibles que atan y limitan firmemente nuestros pensamientos, de tal modo que no buscamos la obra del Espíritu Santo y nos hacen imposible el someternos a la obra actual de Dios. Entonces, ¿cómo entendemos la relación entre la Biblia y Dios y la Biblia y la obra de Dios? El Señor Jesús dijo: "Buscad en las escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis la vida eterna y que ellas son las que dan testimonio de Mí. Y no vendréis a Mí para tener vida" (Juan 5:39-40). Dios Todopoderoso dice, "Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará" (La Palabra Manifestada En Carne). Sólo si nos apartamos de la Biblia podemos llegar ante Dios, aceptar Su salvación y asistir con Él al banquete del reino de los cielos.

¿Qué es exactamente la fe en Dios?



¿Qué es exactamente la fe en Dios?


Hola a todos y bienvenidos a este programa.
Cuando se habla de qué es la fe, tal vez mucha gente opine que es una cuestión sumamente sencilla: la fe es creer que hay un Dios y admitir que Dios creó el cielo, la tierra y todas las cosas. ¿Acaso no es eso la fe en Dios? También hay quienes creen lo siguiente: hemos aceptado al Señor Jesús como Salvador, a menudo ofrecemos oraciones en el nombre del Señor, leemos las escrituras, nos reunimos y difundimos el evangelio. ¿No es eso tener verdadera fe en Dios? No obstante, ¿nos hemos planteado alguna vez si estas perspectivas son acordes con lo que Dios nos exige? ¿Qué es realmente la verdadera fe en Dios? ¿Qué clase de fe nos granjea la aprobación de Dios? Os invitamos a ver este programa, que os revelará los misterios de la fe. 

Pelicula cristiana de reflexion | "¡El partido tiene la última palabra!" Experiencia cristiana de persecución





Pelicula cristiana de reflexion | "¡El partido tiene la última palabra!" Experiencia cristiana de persecución


Li Ming’ai es una cristiana de la China continental. Es una mujer de carácter recto que respeta a sus suegros, ayuda a su esposo, educa a su hijo y tiene una familia feliz y armoniosa. Sin embargo, en China, donde el ateísmo ejerce el control, el Gobierno comunista chino siempre detiene y persigue sin control a las personas que creen en Dios. En 2006, Li Ming’ai fue detenida y multada por su creencia en Dios. Cuando volvió a casa, la policía comunista china a menudo los amenazaba e intimidaba a ella y a su familia e intentó impedir que Li Ming’ai siguiera creyendo en Dios. Un día, mientras estaba fuera de casa en una reunión, fue denunciada por un informante. La policía acudió a su casa para intentar detenerla. Desde entonces se vio obligada a abandonar su hogar y la vida de Li Ming’ai empezó a transcurrir de escondite en escondite y huyendo de casa. La policía comunista china sigue sin dejarla en paz: siempre vigilaban su casa y esperaban la oportunidad de detenerla. Una noche, Li Ming’ai vuelve a casa a hurtadillas para ver a su familia, pero casi de inmediato la policía se apresura a detenerla. Por suerte, alguien la avisa y Li Ming’ai escapa al desastre.

Fe en Dios | "El dulce aroma de la adversidad" Dios es mi fortaleza





Fe en Dios | "El dulce aroma de la adversidad" Dios es mi fortaleza




"Como alguien que cree en Dios, debes entender que, en la actualidad, al recibir la obra de Dios en los últimos días y toda la obra del plan de Dios en ti, en verdad has recibido una inmensa exaltación y la salvación de Dios. Toda la obra de Dios en el universo entero se ha centrado en este grupo de personas. Él ha dedicado todos Sus esfuerzos a vosotros y ha sacrificado todo por vosotros; Él ha reclamado y os ha dado toda la obra del Espíritu en todo el universo. Por eso es que os digo que sois afortunados. Más aun, Él ha trasladado Su gloria de Israel, Su pueblo elegido, a vosotros, con el fin de lograr que el propósito de Su plan se manifieste completamente a través de vuestro grupo de personas. Por lo tanto, vosotros sois los que vais a recibir la herencia de Dios y, es más, vosotros sois los herederos de la gloria de Dios. Tal vez todos recordáis estas palabras: "Debido a esta leve aflicción, que sólo dura un instante, funciona para nosotros como la relevancia de la gloria cada vez más superior y eterna". En el pasado, todos habéis oído esta sentencia, sin embargo, nadie comprendió su verdadero significado. Hoy en día, conocéis bien el verdadero significado que posee. Estas palabras reflejan lo que Dios logrará en los últimos días. Y serán cumplidas en aquellos cruelmente afligidos por el gran dragón rojo en la tierra donde este se encuentra. El gran dragón rojo persigue a Dios y es el enemigo de Dios, por lo que, en esta tierra, los que creen en Dios son sometidos a humillación y persecución. Es por ello que estas palabras se volverán ciertas en vuestro grupo de personas. A medida que la obra se lleva a cabo en una tierra que se opone a Dios, toda Su obra se encuentra con un obstáculo desmesurado, y muchas de Sus palabras no pueden cumplirse en el momento oportuno, por lo que la gente es refinada a causa de las palabras de Dios. Esto también es un elemento de sufrimiento. Es muy arduo para Dios llevar a cabo Su obra en la tierra del gran dragón rojo, pero es a través de esta dificultad que Dios realiza una etapa de Su obra para manifestar Su sabiduría y acciones maravillosas. Dios aprovecha esta oportunidad para hacer que este grupo de personas sean completadas. Debido al sufrimiento de la gente, su calibre, y todo el carácter satánico de la gente en esta tierra impura, Dios lleva a cabo Su obra de purificación y conquista, de manera que, al hacerlo así, Él pueda obtener la gloria y ganarse a los que defienden Sus obras. Este es el significado completo de todos los sacrificios que Dios ha hecho por este grupo de personas. Es decir, Dios hace la obra de conquista sólo a través de los que se oponen a Él. Por tanto, sólo al hacerlo de esta manera, el gran poder de Dios puede manifestarse. En otras palabras, sólo los que están en la tierra impura son dignos de heredar la gloria de Dios, y sólo esto puede dar prominencia al gran poder de Dios. Por eso digo que la gloria de Dios se obtiene en la tierra impura y de aquellos que viven en ella. Esta es la voluntad de Dios. Esto es igual a la etapa de la obra de Jesús; Él solamente podía ser glorificado entre aquellos fariseos que lo persiguieron. Si no hubiese sido por dicha persecución y por la traición de Judas, Jesús no habría sido ridiculizado o calumniado, ni mucho menos crucificado, y por tanto nunca hubiese obtenido la gloria. Dondequiera que Dios obra en cada Era, y dondequiera que Él realiza Su obra en la carne, allí es donde Él obtiene la gloria y allí también se gana a quienes Él tiene la intención de ganarse. Este es el plan de la obra de Dios, y esta es Su gestión."

Iglesia de Dios Todopoderoso | Películas cristianas en español "Libres de la trampa"




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Dios Todopoderoso dice :"¿Por qué crees en Dios? La mayoría de las personas se confunden con esta pregunta. Siempre tienen dos puntos de vista completamente diferentes acerca del Dios práctico y del Dios que está en el cielo, lo que demuestra que creen en Dios, no con el fin de obedecerlo, sino para recibir ciertos beneficios o para escapar de sufrir el desastre. Sólo entonces son algo obedientes, pero su obediencia es condicional, es por el bien de sus propias perspectivas personales, y se les impone. Así que, ¿por qué crees en Dios? Si sólo es por el bien de tus perspectivas y de tu destino, entonces sería mejor que no creyeras. Una creencia como esta es autoengaño, autoconsuelo y autoapreciación. Si tu fe no se construye sobre el fundamento de la obediencia a Dios, entonces al final serás castigado como resultado de oponerte a Dios. Todos los que no buscan la obediencia a Dios en su fe están en contra de Dios. Dios pide que las personas busquen la verdad, que tengan sed de las palabras de Dios, que coman y beban las palabras de Dios y que las pongan en práctica para que puedan lograr la obediencia a Dios. Si tus motivos son realmente así, entonces con toda seguridad Dios te levantará y con toda seguridad será misericordioso contigo. Nadie puede dudar esto, y nadie lo puede cambiar. Si tus motivos no son en aras de obedecer a Dios, y si tienes otras metas, entonces todo lo que digas y hagas, tus oraciones ante Dios e incluso cada una de tus acciones, estará en contra de Dios. Puedes ser de voz suave y de trato afable, cada una de tus acciones y expresiones pueden parecer correctas, puedes parecer alguien que obedece, pero cuando se trata de tus motivos y tus puntos de vista acerca de la fe en Dios, todo lo que haces está en contra de Dios y es malo. Las personas que parecen tan obedientes como corderos, pero cuyo corazón alberga malas intenciones, son lobos con piel de cordero, ofenden directamente a Dios y Dios no perdonará a ni una sola de ellas. El Espíritu Santo pondrá de manifiesto a cada una de ellas para que todos puedan ver que cada una de esas personas que son hipócritas, el Espíritu Santo seguramente las aborrecerá y las rechazará. No te preocupes: Dios ajustará cuentas y resolverá a cada una de ellas, una por una." ("La Palabra manifestada en carne")