Pelicula cristiana de reflexion | "¡El partido tiene la última palabra!" Experiencia cristiana de persecución
Li Ming’ai es una cristiana de la China continental. Es una mujer de carácter recto que respeta a sus suegros, ayuda a su esposo, educa a su hijo y tiene una familia feliz y armoniosa. Sin embargo, en China, donde el ateísmo ejerce el control, el Gobierno comunista chino siempre detiene y persigue sin control a las personas que creen en Dios. En 2006, Li Ming’ai fue detenida y multada por su creencia en Dios. Cuando volvió a casa, la policía comunista china a menudo los amenazaba e intimidaba a ella y a su familia e intentó impedir que Li Ming’ai siguiera creyendo en Dios. Un día, mientras estaba fuera de casa en una reunión, fue denunciada por un informante. La policía acudió a su casa para intentar detenerla. Desde entonces se vio obligada a abandonar su hogar y la vida de Li Ming’ai empezó a transcurrir de escondite en escondite y huyendo de casa. La policía comunista china sigue sin dejarla en paz: siempre vigilaban su casa y esperaban la oportunidad de detenerla. Una noche, Li Ming’ai vuelve a casa a hurtadillas para ver a su familia, pero casi de inmediato la policía se apresura a detenerla. Por suerte, alguien la avisa y Li Ming’ai escapa al desastre.
Tres años después, mientras practica su fe y desempeña su deber lejos de casa, es seguida y detenida por la policía comunista china, que lleva a cabo torturas y tormentos inhumanos con ella y utiliza el cariño familiar para tentarla. Hacen uso de amenazas como negarle a su hijo el derecho a asistir al colegio y bloquean el futuro acceso al empleo público que pueda tener el niño para intentar obligarla a abandonar su fe en Dios, a traicionar a los líderes de la iglesia y a dar a conocer las finanzas de la iglesia. Durante este tiempo, Li Ming’ai ora a Dios y deposita su fe en Él. Encuentra esclarecimiento y guía en la palabra de Dios. Soporta la tortura y el tormento infligidos por la policía comunista china, comprende los trucos de Satanás y decide no traicionar a Dios. Permanece firme testigo de Dios. El interrogatorio de la policía comunista china no da fruto y la humillación los enfurece. Llevan a Li Ming’ai a su casa en el pueblo vestida con ropa de reclusa, exhibiéndola para que todos la vean. Lo hacen para humillarla y después intentan hacer que sus familiares la tienten a traicionar a Dios y vender a la iglesia. Li Ming’ai se enfurece por cómo los comunistas chinos atribuyen las dificultades de su familia a su fe en Dios. Llena de justa indignación, airadamente saca a la luz la malvada realidad de cómo el gobierno comunista chino detiene y persigue a los cristianos. Afirma que el verdadero destructor de las familias cristianas es el Gobierno comunista chino, que es el archicriminal que trae toda suerte de calamidades a la gente. Así es como derrota completa y vergonzosamente a los comunistas chinos.
Dios Todopoderoso dice :"Hace mucho que plantó la semilla del tumor del ateísmo dentro del joven corazón del hombre, y le enseñó falacias tales como “aprende de la ciencia y la tecnología, realiza las Cuatro Modernizaciones, no hay Dios en el mundo”. Y no sólo eso, sino que proclamó una y otra vez: “Construyamos una hermosa patria con nuestro laborioso esfuerzo”; les pidió a todos que estuvieran preparados desde la infancia para servir a su país. El hombre fue llevado ante él inconscientemente y, sin dudarlo, se llevó el mérito (en referencia a Dios, quien sostiene a toda la humanidad en Sus manos). Ni una sola vez se sintió avergonzado ni tuvo sentido de la vergüenza. Además, capturó descaradamente al pueblo de Dios y lo llevó a su casa, mientras él saltaba como un ratón sobre la mesa, e hizo que el hombre lo adorara como a Dios. ¡Es un malhechor! Grita chismes desconcertantes: “No hay Dios en el mundo. El viento se debe a leyes naturales; la lluvia es humedad que se condensa, y cae como gotas sobre la tierra; un terremoto es la sacudida de la superficie de la tierra por los cambios geológicos; la sequía se debe a la sequedad del aire causada por la interrupción nucleónica en la superficie del sol. Son fenómenos naturales. ¿Qué parte es un acto de Dios?”. Incluso grita[c] declaraciones desvergonzadas: “El hombre evolucionó a partir de los simios antiguos, y el mundo hoy ha progresado desde una sociedad primitiva que data aproximadamente de mil millones de años. Las manos del pueblo hacen que un país prospere o se hunda”. En la parte de atrás, hace que el hombre lo cuelgue boca abajo en los muros, y lo ponga sobre mesas para consagrarlo y adorarlo. Mientras que grita: “No hay Dios”, se considera a sí mismo como Dios, y empuja a Dios fuera de los límites de la tierra implacablemente. Se pone en el lugar de Dios, y actúa como rey de los diablos. ¡Totalmente ridículo! Hace que uno esté consumido por el odio venenoso. Parece que Dios sea su enemigo jurado, y que no haya forma de que se reconcilien. Maquina para ahuyentar a Dios, mientras que sigue impune y a sus anchas.[1] ¡Vaya un rey de los diablos! ¿Cómo podríamos tolerar su existencia? No descansará hasta que haya perturbado la obra de Dios, y la haya hecho trizas, convirtiéndola en ruinas,[2] como si quisiera oponerse a Dios hasta el final, hasta que uno o el otro perezca. Se opone a Dios deliberadamente y se acerca cada vez más. Hace tiempo que su odioso rostro ha sido desenmascarado, y ahora está magullado y golpeado,[3] en una terrible y difícil situación, todavía no cede en su odio a Dios, como si deseara poder devorarlo por completo, de un solo bocado, para aplacar el aborrecimiento de su corazón. ¡¿Cómo podríamos tolerarlo a este odiado enemigo de Dios?! Sólo su erradicación y su completa exterminación traerá a término el deseo de nuestra vida. ¿Cómo puede permitírsele que siga corriendo desenfrenadamente? Ha corrompido al hombre hasta tal punto que este no conoce al sol-cielo, y se ha vuelto apagado y obtuso. El hombre ha perdido la razón humana normal. ¿Por qué no sacrificar todo nuestro ser para destruirlo y quemarlo, y eliminar así el temor del peligro que permanece, y permitir que la obra de Dios alcance con mayor prontitud un esplendor sin precedentes? Esta panda de sinvergüenzas ha venido entre los hombres, y ha causado un completo malestar y agitación. Han llevado a todos los hombres al borde de un precipicio, y han planeado en secreto empujarlos para que caigan, se hagan pedazos y él pueda devorar sus cadáveres." (“La Palabra manifestada en carne”)
Imagen de la Iglesia de Dios Todopoderoso |
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