La segunda venida de Cristo "Esperando" Escena 6 - ¿Cómo podemos distinguir la voz de Dios? (Parte 2)




La segunda venida de Cristo "Esperando" Escena 6 - ¿Cómo podemos distinguir la voz de Dios? (Parte 2)

"El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (Apocalipsis 2:29). ¿Has oído al Espíritu Santo hablar a las iglesias? ¿Son las palabras pronunciadas por Dios Todopoderoso y el Señor Jesús expresadas por un solo Espíritu, de una sola fuente? ¡Este videoclip te revelará la respuesta!

La palabra de Dios :

"En Su obra final de dar por concluida la era, el carácter de Dios es de castigo y juicio, revela todo lo que es injusto, juzga públicamente a todos los pueblos y perfecciona a aquellos que le aman con un corazón sincero. Sólo un carácter así puede concluir la era. Los últimos días ya han llegado. Todas las cosas se clasificarán según su tipo, y se dividirán en diferentes categorías en base a su naturaleza. Este es el tiempo cuando Dios revela el final y el destino del hombre. Si este no pasa por el castigo y el juicio, no habrá forma de revelar su desobediencia y su injusticia. Sólo por este medio se puede manifestar el final de todas las cosas. El hombre sólo muestra realmente lo que es cuando es castigado y juzgado. El mal se pondrá con el mal, el bien con el bien, y toda la humanidad será clasificada según sus tipos. A través del castigo y del juicio se revelará el final de todas las cosas, de forma que los malos serán castigados y los buenos recompensados, y todas las personas se someterán al dominio de Dios. Toda la obra debe lograrse por medio del castigo y del juicio justos." (‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”)

"¿Entiendes ahora lo que es el juicio y lo que es la verdad? Si lo has entendido, entonces te exhorto a someterte obedientemente a ser juzgado, de lo contrario nunca tendrás la oportunidad de ser elogiado por Dios o de ser llevado por Él a Su reino. Aquellos que sólo acepten el juicio, pero que nunca puedan ser purificados, es decir, los que huyan en medio de la obra de juicio, serán detestados y rechazados para siempre por Dios. Sus pecados son más numerosos y más graves que los de los fariseos, ya que han traicionado a Dios y son rebeldes contra Dios. Tales hombres, los cuales no son dignos de realizar servicio, recibirán un castigo más severo, un castigo que es, además, eterno. Dios no eximirá a ningún traidor que alguna vez evidenció lealtad con palabras, pero que luego lo traicionó. Hombres como estos recibirán retribución por medio del castigo del espíritu, del alma y del cuerpo. ¿Acaso no es esta precisamente una revelación del carácter justo de Dios? ¿Acaso no es esto el propósito de Dios al juzgar al hombre y revelarlo? Dios consigna a todos aquellos que realizan todo tipo de acciones perversas durante el tiempo del juicio a un lugar infestado de espíritus malignos, dejando que estos espíritus malignos destruyan sus cuerpos carnales a voluntad. Sus cuerpos despiden el hedor de los cadáveres y tal es su apropiada retribución. Dios escribe en sus libros de registro todos y cada uno de los pecados de aquellos falsos creyentes desleales, falsos apóstoles y falsos colaboradores; entonces, cuando llegue el momento apropiado, Él los arrojará en medio de los espíritus inmundos, dejando que estos espíritus inmundos contaminen sus cuerpos enteros a voluntad para que nunca puedan ser reencarnados y nunca más vean la luz. Aquellos hipócritas que realizaron servicio en algún momento, pero que son incapaces de permanecer leales hasta el final, son contados por Dios entre los malvados a fin de que caminen en el consejo de los malvados y se conviertan en parte de su desordenada chusma; al final, Dios los aniquilará. Dios echa a un lado y no presta atención a aquellos que nunca han sido leales a Cristo ni han dedicado esfuerzo alguno, y los aniquilará a todos en el cambio de las eras. Ya no existirán en la tierra ni mucho menos obtendrán paso al reino de Dios. Aquellos que nunca han sido sinceros con Dios pero que han sido obligados por las circunstancias a lidiar con indiferencias con Él, serán contados entre los que realizan servicio para Su pueblo. Solamente un pequeño número de tales hombres podrán sobrevivir mientras que la mayoría perecerá junto con los que ni siquiera son calificados para realizar servicio. Finalmente, Dios llevará a Su reino a todos aquellos que son de la misma mente que Él, el pueblo y los hijos de Dios, así como también los predestinados por Él para ser sacerdotes. Tal es la síntesis obtenida por Dios a través de Su obra. En cuanto a los que no puedan entrar en ninguna de las categorías establecidas por Dios, serán contados entre los incrédulos. Y con toda seguridad os imaginaréis cómo terminarán. Ya os he dicho todo lo que debo decir; el camino que elijáis será vuestra decisión. Lo que debéis entender es esto: la obra de Dios nunca espera por nadie que no pueda seguir Su ritmo y el carácter justo de Dios no le muestra misericordia a ningún hombre." (‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”)

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso  

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