Durante dos mil años, muchos creyentes en el Señor han creído que aquellos a quienes se les han absuelto los pecados por su fe en el Señor están bajo Su gracia y se han salvado, y que si somos capaces de practicar la humildad y la paciencia, tomar nuestra cruz y demostrar muchas buenas conductas, esto quiere decir que hemos experimentado una transformación. Asimismo, han creído que si somos capaces de buscar siempre de esta forma, al final podemos ser arrebatados al reino de los cielos. ¿Es esa la realidad? Aunque exhibamos algunas buenas conductas tras comenzar a creer en el Señor, seguimos pecando con frecuencia y siendo esclavos del pecado. ¿Significa esto que hemos alcanzado la verdadera salvación? Entonces, ¿qué es salvarse y qué la verdadera salvación? ¿Cuál es exactamente la diferencia entre salvarse y la verdadera salvación? Os invitamos a unirnos a nosotros en este programa, que revela todo esto y más.
Lista de programas:
1 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: El resultado final que la obra de Dios aspira a lograr
2 Escena de película evangélica: "Bienaventurados los pobres en Espíritu" Escena 2 - ¿Pueden entrar en el reino de los cielos quienes se hayan salvado?
3 Escena de película evangélica: "Bienaventurados los pobres en Espíritu" Escena 3 - Cómo distinguir entre salvarse y la salvación
4 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: ¿Conoces la fuente de la vida eterna?
5 Escena de película evangélica: "Canción de victoria" Escena 6 - El camino que conduce a la purificación y a la salvación
El resultado final que la obra de Dios aspira a lograr
I
Al mirar la obra de Dios, cualquiera con autentica experiencia siente temor y reverencia hacia Él, es mucho más que admiración. Su juicio y Su castigo demuestra a todos Su carácter, lo reverencian en su corazón. Reverencia y obediencia eso es Dios, porque Su ser y Su carácter no son como los de seres creados, están por encima de ellos. Sólo Dios merece reverencia y sumisión.
II Aquellos que experimentan la obra de Dios, quienes realmente le conocen, sienten reverencia hacia Él. Quien se aferra a dudar de Dios, no siente adoración ni reverencia. No son conquistados aunque lo sigan. Son desobedientes por naturaleza. La obra de Dios es para conseguir que cada ser creado reverencie al Creador; todos pueden adorarlo y someterse a Su dominio sin condiciones.
III
Porque Su ser y Su carácter no son como los de seres creados, están por encima de los seres creados. Sólo Dios merece reverencia y sumisión. Esto es lo que Su obra logrará al final.
De “La Palabra Manifestada En Carne”
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso
Imagen de la Iglesia de Dios Todopoderoso |
No hay comentarios:
Publicar un comentario