vídeos cristianos | ¿Habéis asistido al banquete con el Señor?

        Iglesia de Dios Todopoderoso | vídeos cristianos | ¿Habéis asistido al banquete con el Señor?

Hermanos y hermanas, ¡hola a todos! Asistir al banquete con el Señor es la esperanza de todos los creyentes en Él.

La voluntad de Dios | III. Se debe dar testimonio del aspecto de la verdad relacionado con la obra de juicio de Dios en los últimos días

     

   

Iglesia de Dios Todopoderoso | La voluntad de Dios | 1. Dios redimió a la humanidad en la Era de la Gracia, así que ¿por qué todavía necesita Él llevar a cabo Su obra de juicio en los últimos días?

Versículo(s) bíblico(s) para referencia:

“…por lo tanto debéis ser santos, porque Yo soy santo” (Levítico 11:45).

(IV) - Sólo Dios encarnado puede realizar la obra de juicio en los últimos días

   El Relámpago Oriental da testimonio de que Dios se ha encarnado en los últimos días para realizar Él mismo la obra de juicio. Pero, en la Era de la Ley, Dios realizó Su obra utilizando a Moisés. Entonces, ¿no puede realizar Dios Su obra de juicio en los últimos días del mismo modo, utilizando a personas? ¿Por qué necesita Dios encarnarse y hacerla Él mismo? Dios Todopoderoso dice: "La obra del juicio es la obra propia de Dios, así que naturalmente la debe hacer Dios mismo; el hombre no la puede hacer en Su lugar. Ya que el juicio es la conquista del hombre por medio de la verdad, es incuestionable que Dios todavía aparezca en la imagen encarnada para hacer esta obra entre los hombres" (La Palabra Manifestada En Carne).

(IV) - ¿Por qué Dios realiza la obra del juicio en los últimos días?

Aunque nuestros pecados sean absueltos una vez que profesamos nuestra fe en el Señor, seguimos cometiendo pecados con frecuencia. Éste es un problema que deja perplejos a todos los creyentes. Independientemente de cuántos años hayamos creído en el Señor y de cuánto practiquemos las palabras del Señor o de cuánto confiemos en nuestra fuerza de voluntad para el autocontrol, todo el tiempo seguimos siendo incapaces de liberarnos del control de nuestra naturaleza pecaminosa.