Promesas de Dios | La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo (I) Parte 3
La palabra de Dios: "Con respecto a la bendición de Noé por parte de Dios, algunas personas dirán: “Si el hombre escucha y satisface a Dios, Él le bendecirá. Sobra decirlo, ¿verdad?”. ¿Podemos decir esto? Algunas personas responden que “no”. ¿Por qué no podemos decir eso? Algunas personas afirman: “El hombre no es digno de disfrutar la bendición de Dios”. Eso no es del todo correcto. Porque cuando una persona acepta lo que Dios encarga, Él tiene un estándar para juzgar si las acciones de las personas son buenas o malas, si la persona ha obedecido, si ha satisfecho la voluntad de Dios y si lo que hacen es adecuado. Lo que le importa a Dios es el corazón humano, no sus acciones superficiales. No es el caso que Dios tuviera que bendecir a alguien mientras realicen sus acciones, independientemente de cómo lo hagan. Así es como malinterpretan las personas a Dios. Él no sólo mira el resultado final de las cosas, sino que hace mayor hincapié en cómo es el corazón de una persona y cuál es su actitud durante el desarrollo de las cosas; mira, asimismo, si hay obediencia, consideración, y el deseo de satisfacerle en el corazón. ¿Cuánto sabía Noé de Dios en aquella época? ¿Tanto como las doctrinas que conocéis hoy? En términos de aspectos de la verdad como conceptos y conocimiento de Dios, ¿recibió él tanto riego y pastoreo como vosotros? ¡No! Pero un hecho es innegable: en la conciencia, las mentes, y hasta en las profundidades de los corazones de las personas de hoy, sus conceptos de Dios y actitud hacia Él son borrosos y ambiguos. Hasta podríais decir que una parte de las personas tiene una actitud negativa hacia la existencia de Dios. Pero en el corazón y la conciencia de Noé, la existencia de Dios era absoluta y estaba fuera de toda duda, y por tanto su obediencia hacia Él no estaba adulterada y podría pasar la prueba. Su corazón era puro y abierto a Dios. No necesitaba demasiado conocimiento de doctrinas para convencerse de seguir cada palabra de Dios ni muchos hechos para demostrar Su existencia, de forma que podía aceptar lo que Dios le encargó y ser capaz de hacer lo que Él le permitiera. Esta es la diferencia fundamental entre Noé y las personas actuales, y es también la verdadera definición de lo que es un hombre perfecto a ojos de Dios. Él quiere personas como Noé. Él es el tipo de persona que Dios elogia, y también precisamente la clase de persona a la que Él bendice. ¿Habéis recibido alguna ilustración de esto? Las personas miran a las personas desde el exterior, mientras que Dios mira sus corazones y su esencia. Dios no le permite a nadie la falta de entusiasmo ni las dudas respecto a Él ni consiente que las personas sospechen de Él o lo prueben en modo alguno. Por consiguiente, aunque las personas de hoy estén cara a cara con la palabra de Dios, o incluso se podría decir cara a cara con Dios, debido a algo profundo dentro de sus corazones, a la existencia de su esencia corrupta y a su actitud hostil hacia Él, ellas han sido obstruidas de su creencia sincera en Dios y bloqueadas de su obediencia a Dios. Debido a esto, para ellas es muy difícil conseguir la misma bendición que Dios le concedió a Noé." ("La Palabra manifestada en carne")
Fuente: Relámpago Oriental