olo los pobres en espíritu pueden entrar en el reino de los cielos, ¿eres uno de ellos?

 

El Señor Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3 LBLA®).

De las palabras del Señor podemos ver que a Él le gustan los pobres en espíritu, solo ellos pueden entrar en el reino de los cielos. Recuerdo que cuando el Señor apareció para hacer la obra, muchas personas no investigaron Su obra y Sus palabras con humildad, lo juzgaron, lo condenaron y lo confinaban en sus propias nociones e imaginaciones, finalmente lo clavaron en la cruz y fue maldecidas y castigadas por Dios. Al contrario, Pedro no hizo como ellos, él buscó y escuchó con toda sinceridad el sermón del Señor persiguiendo siendo capaz de conocer a Dios, al final, reconoció que el Señor era Cristo, y recibió las llaves del reino de los cielos dadas por Dios. ¿Eres el tipo de persona que busca nueva obra de Dios humildemente como Pedro?

Ahora muchas personas están testificando que el Señor ha regresado, ha expresado la verdad y ha hecho obra de juicio y purificación, ha revelado muchas verdades y misterios, y también nos ha mostrado el camino hacia la purificación y la entrada en el reino de los cielos. Frente a la aparición y obra de Dios en los últimos días, solo imitando a Pedro, dejando de lado nuestras nociones e imaginaciones, investigando con humildad, podremos recibir al Señor y ser arrebatados al reino de los cielos.

Tal como lo que las palabras de Dios dicen: “[…] ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. […] Si deseáis presenciar la aparición de Dios, seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero apartaros de vuestras propias nociones. No debes demandar que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis preguntar cómo vais a buscar las huellas de Dios, cómo vais a aceptar la aparición de Dios, y cómo vais a someteros a Su nueva obra; esto es lo que el hombre debe hacer”.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

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