¿Por qué Dios se hace carne por segunda vez en los últimos días para salvar completamente al hombre?

Leamos lo que dice la Palabra de Dios Todopoderoso: “La primera encarnación fue para redimir al hombre del pecado por medio de la carne de Jesús, esto es, Él salvó al hombre desde la cruz, pero el carácter satánico corrupto todavía permaneció en el hombre. La segunda encarnación ya no es para que sirva de ofrenda por el pecado, sino para salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado. Esto se hace de tal forma que los perdonados puedan ser librados de sus pecados, ser purificados completamente, y alcanzar un cambio de carácter, liberándose así de la influencia de las tinieblas de Satanás y regresando delante del trono de Dios. Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado” ("La Palabra manifestada en carne").

Cuando Jesús estaba haciendo Su obra, el conocimiento que el hombre tenía de Él seguía siendo vago y poco claro. Siempre creyó que Él era el hijo de David y proclamó que era un gran profeta y el Señor benevolente que redimía los pecados del hombre. Algunos, basándose en la fe, se curaron simplemente tocando el borde de Sus vestiduras; los ciegos podían ver e incluso los muertos ser restaurados a la vida. Sin embargo, el hombre no podía descubrir el carácter satánico corrupto profundamente arraigado en él ni sabía cómo desecharlo. El hombre recibió mucha gracia, como la paz y la felicidad de la carne, la bendición de toda la familia sobre la fe de uno, la curación de las enfermedades, etc. El resto era las buenas obras del hombre y su apariencia piadosa; si este podía vivir en base a eso, se le consideraba un buen creyente. Sólo tales creyentes podrían entrar en el cielo tras la muerte, lo que significa que fueron salvos. Pero durante su vida, no entendieron en absoluto el camino de la vida. Simplemente cometían pecados y después confesaban, en un ciclo continuo sin camino alguno hacia un carácter cambiado; así era la condición del hombre en la Era de la Gracia. ¿Ha recibido el hombre la salvación completa? ¡No! Por tanto, después de completarse esa etapa, aún queda la obra de juicio y castigo. Esta etapa hace al hombre puro por medio de la palabra al darle una senda que seguir. La misma no sería fructífera ni tendría sentido si continuase con la expulsión de demonios, porque la naturaleza pecaminosa del hombre no sería abandonada y el hombre sólo se detendría tras el perdón de los pecados. A través de la ofrenda por el pecado, estos se le han perdonado al hombre, porque la obra de la crucifixión ya ha llegado a su fin y Dios ha vencido a Satanás. Pero el carácter corrupto del hombre sigue en él y este todavía puede pecar y resistir a Dios; Dios no ha ganado a la humanidad. Esa es la razón por la que en esta etapa de la obra Dios usa la palabra para revelar el carácter corrupto del hombre y pide a este que practique de acuerdo con el camino adecuado. Esta etapa es más significativa que la anterior y también más fructífera, porque, ahora, la palabra es la que provee directamente la vida del hombre, y permite que su carácter sea completamente renovado; es una etapa de obra más concienzuda. Así pues, la encarnación en los últimos días ha completado el sentido de la encarnación de Dios y ha terminado por completo el plan de gestión de Dios para la salvación del hombre” ("La Palabra manifestada en carne").

De la Palabra de Dios, podemos ver que la primera encarnación de Dios fue solo la obra de redención y Él se convirtió en una ofrenda por el pecado para la humanidad a través de ser crucificado y redimió al hombre del pecado, haciendo que podamos liberarnos de la maldición y la condenación de la ley. Aunque el Señor Jesús ha perdonado nuestros pecados, las raíces de nuestros pecados aún no se han resuelto, e involuntariamente pecamos contra Dios y traicionamos a Él, así como a menudo podemos mentir después de creer en el Señor, ambicionando la vanidad y adorando el mal, no podemos liberarnos del carácter de Satanás arrogante, torcido, egoísta y codicioso; muchos trabajan y sufren por el Señor a fin de recibir Sus recompensas y entrar en el reino de los cielos, cuando disfrutan de la gracia del Señor, se sienten felices en su corazón y tienen la fe en el Señor. Sin embargo, una vez que se encuentren con desastres naturales o causados por el hombre como una desgracia en su hogar, pueden malinterpretar y culpar a Dios, etc. Estos hechos son suficientes para demostrar que la obra de redención realizada por el Señor Jesús solo allanó el camino para Su obra del juicio de los últimos días y solo completó la mitad de la obra de salvación de Dios. Nuestra aceptación de la salvación del Señor Jesús solo significa que nuestros pecados están perdonados, no significa que estemos libres del pecado ni que podamos entrar al reino de los cielos. Por lo tanto, el Señor Jesús prometió que volvería pronto y se haría carne como el Hijo del hombre para llevar a cabo la obra de juicio en los últimos días. Solo Dios encarnado puede expresar la verdad, juzgar, revelar nuestra naturaleza corrupta, limpiar nuestros caracteres satánicos y resolver completamente el problema de la naturaleza pecaminosa para que podamos ser salvados por Dios y calificados para entrar en el reino de Dios. Se puede ver que la encarnación de Dios en los últimos días para llevar a cabo la obra de limpieza profunda y salvación es tan significativa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario