"Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Abraham; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:9-10).
Zaqueo era el jefe de los recaudadores de impuestos, era un hombre rico, también uno que había perdido. Pero cuando el Señor vino, se subió al árbol por ser de pequeña estatura para verlo. Cuando el Señor Jesús quiso ir a su casa, le recibió a Él con gozo, y estuvo dispuesto de dar su mitad de bienes a los pobres, también dijo que si en algo había defraudado a alguno, se lo daría cuadruplicado… De ahí se ve que el Señor Jesús no le importaba lo que había hecho sino su verdadero arrepentimiento. Por lo tanto, Él tuvo misericordia de Zaqueo.
Dios dice: "[...] la misericordia y la tolerancia de Dios no son en absoluto difíciles de conseguir. Él exige el arrepentimiento sincero de uno. Siempre y cuando las personas se vuelvan de sus caminos malvados y abandonen la violencia de sus manos, Dios cambiará Su opinión y Su actitud hacia ellos" ("La Palabra manifestada en carne").
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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.
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