Película cristiana "Desde el trono fluye el agua de la vida" Escena 6 - Diferencias entre el camino del arrepentimiento y el camino de la vida eterna




La palabra de Dios dice :

Al final, Él quemará todo lo impuro e injusto del hombre en todo el universo, para mostrarle que Él no es sólo un Dios de compasión, misericordia, sabiduría, maravillas y santidad, sino que aún más, Él es un Dios que juzga al hombre. Para los malos entre la humanidad, Él es fuego, juicio y castigo; para aquellos que deben ser perfeccionados, Él es tribulación, refinamiento y prueba, así como consuelo, sustento, provisión de palabras, trato y poda. Y para los que son eliminados, Él es castigo, así como retribución. Dime, ¿no es Dios todopoderoso? Él puede realizar toda obra, no sólo la crucifixión como has imaginado. ¡Subestimas demasiado a Dios! ¿Crees que todo lo que puede hacer es redimir a toda la humanidad a través de Su crucifixión y nada más? ¿Y que, después de esto, irías tras Él al cielo y comerías el fruto del árbol de la vida y beberías del río de la vida?… ¿Podría ser tan simple? Dime, ¿qué has conseguido? ¿Tienes la vida de Jesús? Fuiste realmente redimido por Él, pero la crucifixión fue la obra del propio Jesús. ¿Qué obligaciones has cumplido como hombre? Sólo tienes la piedad exterior pero no entiendes Su camino. ¿Es así como manifiestas a Jesús? Si no has recibido la vida de Dios o visto la totalidad de Su carácter justo, entonces no puedes afirmar ser alguien que tiene vida y no eres digno de pasar por la puerta del reino de los cielos.

de ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne

La primera encarnación fue para redimir al hombre del pecado por medio de la carne de Jesús, esto es, Él salvó al hombre desde la cruz, pero el carácter satánico corrupto todavía permaneció en el hombre. La segunda encarnación ya no es para que sirva de ofrenda por el pecado, sino para salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado. Esto se hace de tal forma que los perdonados puedan ser librados de sus pecados, ser purificados completamente, y alcanzar un cambio de carácter, liberándose así de la influencia de las tinieblas de Satanás y regresando delante del trono de Dios. Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado. Dios comenzó la obra de salvación en la Era de la Gracia, después de que la Era de la Ley llegara a su fin. No es sino hasta los últimos días, cuando Dios haya purificado totalmente a la humanidad, mediante la obra de juicio y castigo del hombre por la rebeldía, que Dios concluirá Su obra de salvación y entrará en el reposo.

de ‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

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