La segunda venida de cristo pelicula "Desde el trono fluye el agua de la vida" Escena 3 - Investigar el regreso del Señor deber escuchar la voz de Dios




La palabra de Dios dice :

Lo que debes hacer es aceptar, sin la necesidad de más justificación de la Biblia, cualquier obra mientras esta sea del Espíritu Santo, porque crees en Dios para seguirlo, no para investigarlo. No debes buscar más pruebas para que Yo muestre que soy tu Dios. En su lugar, debes discernir si Yo soy beneficioso para ti; esa es la clave. Aún cuando hayas encontrado muchas pruebas irrefutables en la Biblia, eso no puede llevarte totalmente delante de Mí. Eres alguien que vive dentro de los confines de la Biblia y no delante de Mí; la Biblia no puede ayudarte a conocerme, ni puede profundizar tu amor por Mí. Aunque la Biblia profetizó que nacería un niño varón, nadie pudo descifrar a quién le ocurriría la profecía, porque el hombre no conocía la obra de Dios y esto fue lo que provocó que los fariseos se levantaran contra Jesús. Algunos saben que Mi obra es por el bien de los intereses del hombre, pero ellos siguen creyendo que Jesús y Yo somos dos seres totalmente independientes que son mutuamente incompatibles. En su momento, Jesús sólo habló a Sus discípulos una serie de sermones en la Era de la Gracia, relativos a cómo practicar, cómo reunirse, cómo pedir en oración, cómo tratar a los demás, etc. La obra que Él llevó a cabo fue la de la Era de la Gracia y sólo explicó cómo debían practicar los discípulos y los que lo seguían. Él realizó únicamente la obra de la Era de la Gracia y ninguna de los últimos días. Cuando Jehová estableció la ley del Antiguo Testamento en la Era de la Ley, ¿por qué no realizó, entonces, la obra de la Era de la Gracia? ¿Por qué no dejó clara, de antemano, la obra de la Era de la Gracia? ¿Acaso no habría sido esto beneficioso para la aceptación del hombre? Él sólo profetizó que un niño varón nacería y asumiría el poder, pero Él no llevó a cabo de antemano la obra de la Era de la Gracia. La obra de Dios en cada era tiene límites claros; Él sólo realiza la obra de la era presente y nunca la de la siguiente etapa de antemano. Sólo de esta forma puede Su obra representativa de cada era ponerse de manifiesto. Jesús sólo había hablado de las señales de los últimos días, de cómo ser paciente y cómo ser salvado, de cómo arrepentirse y confesar, y de cómo cargar la cruz y soportar el sufrimiento; Él nunca habló de cómo debería entrar el hombre en los últimos días o de cómo buscar satisfacer la voluntad de Dios. Por tanto, ¿acaso no sería un acto absurdo buscar en la Biblia la obra de Dios de los últimos días? ¿Qué puedes discernir simplemente sosteniendo la Biblia en tus manos? Ya sea un intérprete de la Biblia o un predicador, ¿quién puede conocer de antemano la obra de hoy?

de ‘¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?’ en “La Palabra manifestada en carne”

Muchas personas creen que entender y ser capaz de interpretar la Biblia es lo mismo que encontrar el camino verdadero; pero en realidad, ¿son las cosas tan simples? Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios. Todo aquel que ha leído la Biblia sabe que documenta las dos etapas de la obra de Dios durante la Era de la Ley y la de la Gracia. El Antiguo Testamento registra la historia de Israel y la obra de Jehová desde la época de la creación hasta el final de la Era de la Ley. El Nuevo Testamento registra la obra de Jesús sobre la tierra, que se encuentra en los Cuatro Evangelios, así como la obra de Pablo; ¿no son registros históricos? Mencionar hoy las cosas del pasado las hace historia, y no importa cuán verdaderas o reales puedan ser, siguen siendo historia, y la historia no puede ocuparse del presente. ¡Porque Dios no mira atrás en la historia! Así pues, si sólo entiendes la Biblia, y no entiendes nada de la obra que Dios pretende hacer hoy, y si crees en Dios pero no buscas la obra del Espíritu Santo, entonces no entiendes lo que significa buscar a Dios. Si lees la Biblia con el fin de estudiar la historia de Israel, de investigar la historia de la creación de todos los cielos y la tierra, no crees en Dios. Pero hoy, como crees en Él y buscas la vida, como persigues el conocimiento de Dios y no letras y doctrinas muertas ni un entendimiento de la historia, debes buscar la voluntad de Dios hoy, así como la dirección de la obra del Espíritu Santo. Si fueras arqueólogo podrías leer la Biblia; pero no lo eres. Eres uno de esos que creen en Dios, y más te vale buscar Su voluntad de hoy.

de ‘Relativo a la Biblia (4)’ en “La Palabra manifestada en carne

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