Sólo las tres etapas de la obra de Dios son Su gestión completa (II)

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Iglesia de Dios Todopoderoso | Sólo las tres etapas de la obra de Dios son Su gestión completa

En todas las palabras expresadas por Dios Todopoderoso hay muchas con respecto a los misterios de la gestión de Sus tres etapas de la obra. Sólo unos cuantos pasajes se han citado aquí, pero si las personas los leen todos con devoción y después les dan una seria consideración, serán capaces de tener un poco de entendimiento y conocimiento de las tres etapas de la obra de Dios.

“Todo Mi plan de gestión, que se extiende por seis mil años, consta de tres etapas, o tres eras: en primer lugar, la Era de la Ley; en segundo lugar, la Era de la Gracia (que es también la Era de la Redención); y, finalmente, la Era del Reino. Mi obra en estas tres eras difiere según la naturaleza de cada era, pero en cada etapa se ajusta a las necesidades del hombre, o para ser más precisos, se hace en función de los trucos empleados por Satanás en Mi guerra contra él. El objetivo de Mi obra es derrotar a Satanás, para manifestar Mi sabiduría y Mi omnipotencia, develar todos los trucos de Satanás y, por ende, salvar a toda la humanidad que vive bajo su dominio. Tiene el objeto de mostrar Mi sabiduría y Mi omnipotencia, mientras que al mismo tiempo revele lo horrendo de Satanás. Aún más, está orientada a enseñar a Mis creaciones a discriminar entre el bien y el mal, a reconocer que Yo soy el Gobernador de todas las cosas, para que se vea claramente que Satanás es el enemigo de la humanidad, el más bajo de lo bajo, el maligno, y para aclarar la diferencia entre el bien y el mal, la verdad y la falsedad, la santidad y la suciedad, la grandeza y la bajeza; que todo quede tan claro como el día. De esta manera, la humanidad ignorante puede dar testimonio de Mí, de que no soy Yo quien corrompe a la humanidad, y que sólo Yo, el Creador puede salvar a la humanidad, y que puede conceder a las personas cosas para el disfrute; y que ellas lleguen a saber que Yo soy el Gobernador de todas las cosas, y que Satanás no es más que una de Mis creaciones, que posteriormente se volvió contra Mí. Mi plan de gestión de seis mil años consta de tres etapas con el fin de lograr el siguiente efecto: permitir que Mis creaciones sean Mis testigos, que conozcan Mi voluntad, que vean que Yo soy la verdad (‘La verdad interna sobre la obra en la Era de la Redención’ en “La Palabra manifestada en carne”).
El núcleo de estas tres etapas de obra es la salvación del hombre, concretamente, hacer que toda la creación adore al Señor de la misma. Por tanto, cada etapa de esta obra tiene mucho sentido; Dios no hará nada en absoluto sin sentido o valor. Por un lado, esta etapa de la obra consiste en lanzar una era y terminar las dos anteriores; por otro, consiste en destruir todos los conceptos humanos y todas las viejas formas de creencia y conocimiento humanos. La obra de las dos eras anteriores se llevó a cabo de acuerdo a conceptos humanos diferentes; esta etapa, sin embargo, elimina completamente los mismos, conquistando de esta forma totalmente a la humanidad (‘Dios es el Señor de toda la creación’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Sólo las tres etapas de la obra de Dios pueden expresar plenamente la totalidad de Su carácter, y expresan por completo Su propósito de salvar a toda la humanidad, así como todo el proceso de salvación de la misma. Esto demuestra que Él ha derrotado a Satanás y ha ganado a la humanidad; es una prueba de Su victoria y la expresión de todo Su carácter (‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La palabra manifestada en carne”).
Las tres etapas de la obra están en el corazón de toda la gestión de Dios, y en ellas se expresan el carácter de Dios y qué es Él. Aquellos que no conocen las tres etapas de la obra de Dios son incapaces de entender cómo expresa Él Su carácter, no conocen la sabiduría de Su obra, y siguen ignorando las muchas formas en las que Él salva a la humanidad, así como Su voluntad para toda ella (‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La palabra manifestada en carne”).
Las tres etapas de la obra son un registro de toda la obra de Dios, de Su salvación de la humanidad, y no son imaginarias. Si deseáis realmente buscar un conocimiento de todo el carácter de Dios, entonces debéis conocer las tres etapas de la obra llevada a cabo por Él, y, aún más, no debéis omitir ninguna de ellas. Esto es lo mínimo que deben conseguir los que buscan conocer a Dios (‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La palabra manifestada en carne”).
Las tres etapas de la obra son la totalidad de la obra de Dios en la salvación de la humanidad. El hombre debe conocer Su obra y Su carácter en la obra de salvación, y sin este hecho, tu conocimiento de Él no es sino palabras huecas, nada más que una pontificación de butaca. Tal conocimiento no puede convencer al hombre ni conquistarlo, no coincide con la realidad, y no es la verdad. Puede ser muy abundante, y agradable al oído, pero si entra en conflicto con el carácter inherente de Dios, Él no te librará. No sólo no elogiará tu conocimiento, sino que también tomará retribución de ti por ser un pecador que ha blasfemado (‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La palabra manifestada en carne”).
Él mismo llevó a cabo las tres etapas de la obra desde el principio hasta hoy, el único Dios.La realidad de las tres etapas de la obra es la del liderazgo de toda la humanidad por parte de Él, un hecho que nadie puede negar. Al final de las tres etapas de la obra, todas las cosas serán clasificadas según su tipo y volverán bajo el dominio de Dios, porque a lo largo de todo el universo sólo existe este único Dios, y no hay otras religiones (‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La palabra manifestada en carne”).
En la obra de la salvación del hombre se han llevado a cabo tres etapas, que es como decir que la batalla con Satanás se ha dividido en tres fases, antes de la derrota absoluta de este. Con todo, la verdad interna de toda la obra de la batalla con Satanás es que sus efectos se logran concediéndole gracia al hombre y convirtiéndose en una ofrenda por el pecado del hombre, perdonando sus pecados, conquistándole y haciéndole perfecto. En realidad, la batalla con Satanás no significa tomar las armas contra él, sino la salvación del hombre, su forma de vivir y el cambio de su carácter para poder llevar testimonio de Dios. Así es como se derrota a Satanás, mediante la transformación del carácter corrupto del hombre. Una vez vencido, es decir, cuando el hombre haya sido completamente salvo, entonces el avergonzado Satanás será atado por completo y, de ese modo, el hombre habrá sido totalmente salvo. Así, la esencia de la salvación del hombre es la batalla con Satanás, y esta guerra se refleja principalmente en dicha salvación (‘Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en “La Palabra manifestada en carne”).
El objetivo de las tres etapas de la obra es la salvación de toda la humanidad, que significa la salvación completa del hombre del dominio de Satanás (‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La palabra manifestada en carne”).
De las palabras anteriores de Dios todopoderoso, somos completamente capaces de reconocer que Dios ya ha llevado a cabo las tres etapas de la obra de salvar a la humanidad. Cada etapa ha sido más elevada que la última, estando cada una estrechamente relacionada con la siguiente. Las tres etapas de la obra de Dios realmente son la obra completa de salvar a la humanidad. Así como dice Dios Todopoderoso: “Desde la obra de Jehová a la de Jesús, y desde la de Jesús a la de la era actual, las tres eras cubren la totalidad de la amplitud de la gestión de Dios, y todas ellas son la obra de un mismo Espíritu. Desde que creó el mundo, Dios siempre ha estado gestionando a la humanidad. Él es el principio y el fin, el primero y el último, y aquel que inicia una era y quien lleva la era a su fin. Las tres etapas de la obra, en diferentes eras y distintos lugares, han sido llevadas a cabo con seguridad por un solo Espíritu. Todos los que separan estas tres fases se oponen a Dios” (‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”).
¿Por qué digo una y otra vez que esta etapa de la obra se construye sobre la Era de la Gracia y la Era de la Ley? Esto significa que la obra de hoy en día es una continuación de la obra realizada en la Era de la Gracia y ha sido una elevación de la obra realizada en la Era de la Ley. Las tres etapas están estrechamente interconectadas y cada una se vincula con la siguiente. […] Podría decirse que esta etapa de la obra se edifica sobre el fundamento de la Era de la Ley y la roca de la obra de Jesús. La obra se edifica etapa a etapa, y esta etapa no es un nuevo comienzo. Sólo la combinación de las tres etapas de la obra puede considerarse el plan de gestión de seis mil años (‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”).
En cada era, Él deja claros parte de Sus hechos, y la obra de cada era representa una parte del carácter de Dios, y representa una parte de los hechos de Dios. Los hechos que Él deja claros varían con la era en la que obra, pero todos dan al hombre un conocimiento de Él que es más profundo, una creencia en Dios más centrada, y más sincera. El hombre cree en Dios por todos Sus hechos, y porque Él es maravilloso, muy grande, porque es todopoderoso, e insondable (‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Fuente del artículo: Iglesia de Dios Todopoderoso
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