Dios mismo, el único (VI) La santidad de Dios (III) Parte 3




Como Dios no tiene nada de la corrupción de la humanidad y ni por asomo cuenta con algo que se le parezca al carácter corrupto de los hombres ni a la esencia de Satanás, desde este punto de vista podemos declarar que Él es santo. Dios no revela corrupción alguna, y la revelación de Su propia esencia en Su obra es toda la confirmación que necesitamos de que Dios mismo es santo. ¿Lo veis ahora? Con esto quiero decir que, por ahora, conocer la esencia santa de Dios nos permite considerar estos dos aspectos: 1) No hay carácter corrupto en Dios; 2) la esencia de la obra de Dios en el hombre le permite a este ver la propia esencia de Dios, y esta es enteramente positiva y real a la vez. Porque, ¿cuáles son las cosas que cada manera de obrar de Dios trae al hombre? Todas son cosas positivas, son amor, verdad y realidad. En primer lugar, Dios le exige al hombre que sea honesto; ¿no es esto positivo? Dios le da sabiduría al hombre; ¿no es esto positivo? Dios capacita al hombre para discernir entre el bien y el mal; ¿no es esto positivo? Permite que el hombre entienda el significado y el valor de la vida humana; ¿no es esto positivo? Le permite al hombre ver a través de la esencia de las personas, de los eventos y de las cosas de acuerdo con la verdad; ¿no es esto positivo? (Sí.) Y el resultado de todo esto es que el hombre deja de ser engañado, dañado o controlado por Satanás. En otras palabras, permiten que las personas se liberen por completo de la corrupción de Satanás y que, por tanto, caminen poco a poco por la senda del temor de Dios y de apartarse del mal. ¿Hasta dónde habéis llegado ya por esta senda? Resulta difícil de decir, ¿verdad? Sin embargo, como mínimo, ¿poseéis ahora un entendimiento inicial de cómo corrompe Satanás al hombre, qué cosas son malas y cuáles son negativas? (Sí.) Con esta primera comprensión, al menos estáis ahora caminando por el camino correcto, habéis empezado a conocer la verdad, a ver la luz de la vida y, por tanto, vuestra fe en Dios es mayor.


Ahora terminaremos hablando sobre la santidad de Dios, por tanto, ¿quién de entre vosotros, de todo lo que habéis oído y recibido, puede decir qué es la santidad de Dios? ¿A qué se refiere la santidad de Dios de la que hablo? Pensad por un segundo. ¿Qué es la santidad de Dios? ¿Es la veracidad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es la fidelidad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es la generosidad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es la humildad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es el amor de Dios por el hombre Su santidad? (Sí.) Dios le concede al hombre, gratuitamente, verdad y vida; ¿es esta Su santidad? (Sí.) Todo esto que Dios revela es único; no existe en la humanidad corrupta ni se puede ver allí. Ni durante el proceso de la corrupción del hombre por parte de Satanás ni en el carácter corrupto de Satanás, ni en su esencia o en su naturaleza se puede ver el menor rastro de ello. Por tanto, todo lo que Dios es y tiene es único y sólo Él mismo posee y cuenta con ese tipo de esencia. Como hasta ahora hemos venido explicando esto, ¿alguno de vosotros ha visto a alguien así de santo en la humanidad? (No.) ¿Hay alguien, pues, así de santo entre las personas famosas, entre los importantes y los ídolos que adoráis en la humanidad? (No.) ¡No existe nadie en absoluto a quien se le pueda llamar santo! Los presuntos santos de los incrédulos son todos unos charlatanes hipócritas y son el más astuto e insidioso Satanás, el diablo. Esto no es ni más ni menos que la verdad absoluta. Sólo podemos decir ahora que Dios es el único santo en verdad, que Su santidad es exclusiva y que solamente Él puede encarnar esto en nombre y en verdad. Además, también hay un lado práctico. ¿Existe alguna discrepancia entre la santidad de la que hablo ahora y la santidad en que vosotros pensabais e imaginabais? (Sí.) Entonces, ¿cómo es de grande esta discrepancia? (¡Muy grande!) Usando vuestras propias palabras, ¿a qué suelen referirse las personas a menudo cuando hablan de santidad? (Cierta conducta externa.) Comportamiento o, cuando describen algo y afirman que es santo. ¿Es, pues, esta descripción de la “santidad” una teoría? Es tan sólo algo que parece limpio y bonito, que las personas consideran bueno o que les suena bien, pero sin sustancia real de santidad. No hay nada real en lo que las personas imaginan que es la santidad. Aparte de esto, ¿a qué se refiere exactamente esa “santidad” en que las personas piensan? ¿Es lo que imaginan o como ellas la juzgan? Por ejemplo, algunos budistas mueren mientras practican, fallecen mientras están ahí sentados y dormidos. Algunas personas dicen que se han vuelto santos y volado al cielo. Eso también es un tipo de imaginación. Y también hay algunos que piensan que el que hadas floten desde los cielos es santo. Hay también quien piensa que no casarse nunca, comer y vestir pobremente y sufrir toda la vida es santo. En realidad, el concepto que las personas tienen del término “santo” siempre ha sido una mera especie de imaginación hueca y una teoría fundamentalmente sin sustancia real alguna y que, además, no tiene nada que ver con la esencia de la santidad. La esencia de la santidad es el verdadero amor, pero más aún, es la esencia de la verdad, la justicia y la luz. La palabra “santo” sólo es adecuada cuando se aplica a Dios; nada en la creación puede ser merecedor de llevar este calificativo. El hombre debe entender esto. No conocer lo que es la verdadera santidad es no conocer a Dios. Sólo Él es santo, y esta es una verdad incontrovertible.

De "La Palabra manifestada en carne (Continuación)"

Fuente:  Iglesia de Dios Todopoderoso 


Los recitados de La Iglesia de Dios Todopoderoso | Dios mismo, el único (VI) La santidad de Dios (III) Parte 3
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