Para ser un líder al servicio de Dios debes tener principios. Algunos dicen: “Hay muchas verdades con las que, por mucho que intente comunicarlas, aún carezco de claridad acerca de ellas”. Careces de claridad, pero tus intenciones aún deben ser correctas; pase lo que pase, debes seguir dando testimonio de Dios y exaltándolo. Di tanto como entiendas, exalta a Dios y da testimonio de Él en la mayor medida que puedas y no te exaltes a ti mismo ni permitas que otros te adoren bajo ninguna circunstancia. Esta es la primera y más fundamental regla que debes seguir. Segundo, nunca intentes buscar trucos ni confiar en tus propias ideas. Sigue estrictamente los arreglos de los de arriba. Si eres realmente serio en tu obra y quieres lograr resultados, debes invertir mucho tiempo y energía en todos los arreglos de la obra y dedicar el máximo esfuerzo. Tercero, recuerda que es casi imposible para nadie evitar cometer errores en la obra, así que, si encuentras transgresiones o errores, aprovecha siempre la oportunidad para reflexionar sobre ti mismo. Preséntate ante Dios, comprueba y analiza tus acciones frente a la palabra de Dios e intenta evitar repetir tus transgresiones en el futuro. Si te vuelves impulsivo en tu servicio a Dios, tus propias ideas emergerán. Te volverás descuidado, desprolijo y darás pasos temerarios y sumamente ambiciosos. Esto es peligroso. Cuando descubras esta naturaleza en ti, inspecciónala y tenla inmediatamente bajo control, especialmente cuando aparezcan ideas relativas al dinero, al estatus y a las relaciones entre sexos opuestos. Contrólate para evitar que se produzcan problemas. En ocasiones una cierta persona no hace un buen trabajo y arruina las cosas y, cuando lidias con ella, pierdes la paciencia y hablas con dureza o te enfadas. Esto no debe considerarse un problema importante y no constituye ninguna transgresión. Esto es simplemente ser temperamental y todo lo que debes hacer es tener cuidado con eso y dominarlo. En otras ocasiones podrías cometer un error y hacer daño a la casa de Dios. En momentos así, simplemente asimila las lecciones que puedas, pero sólo mientras que no se haga un daño mayor. Todas estas cosas son imposibles de evitar. Todo el mundo tiene problemas en la obra y nadie es inmune a cometer transgresiones menores, pero no cometas transgresiones mayores. ¿Por qué tienen que reunirse periódicamente los líderes para recibir poda y trato? Porque esto es lo más útil y beneficioso. Sin embargo, la cosa más importante es que debemos buscar más entendimiento de la verdad en la palabra de Dios. Debemos esforzarnos para entender la verdad y buscar un cambio en nuestro carácter vital. Esto es buscar la entrada positivamente. Hacer esto reducirá gradualmente las transgresiones que cometes en tu obra y producirá un cambio en ti cuando obres que hará que tu estado se vuelva cada vez más normal. Esta es la forma más efectiva de evitar transgresiones. Si no buscas la verdad en tu obra y cuanto más llevas a cabo, más piensas: “Sé cómo llevar a cabo estas cosas, puedo llevar bien a cabo estas cosas confiando puramente en mi propia experiencia”, eso es una mala señal. Es peligroso. Cuando te sientas así, debes presentarte ante Dios y reflexionar sobre ti mismo o caerás sin duda, porque la experiencia no es una sustituta de la verdad ni un cambio de carácter. Un conocimiento superficial de la verdad no es entender la verdad y, si careces del conocimiento de Dios, te resistirás a Dios.
Cuando no cometemos transgresiones, no nos sometemos. Pensamos que lo estamos haciendo bien y no nos sometemos a nadie. Sólo después de transgredir y de experimentar la poda y el trato de Dios podemos reflexionar sinceramente. En tales momentos, usamos nuestro corazón para contemplar la poda y el trato de Dios y aplicarlos a nosotros mismos. Cuando contemplamos, el conocimiento crece en nosotros: “Soy realmente esta clase de persona”. Una vez no es suficiente para que lo asimilemos. Necesitamos experimentarlo varias veces para asimilarlo verdaderamente y ser obedientes. Entonces practicaremos en la dirección de la verdad: “¿Cómo puedo entrar en esta realidad? ¿Cómo puedo ser considerado de la voluntad de Dios? ¿Cómo puedo practicar la verdad?”. Sólo cuando entendemos estas cosas podemos lograr el cambio. Algunas de las transgresiones de las personas pueden ser perdonadas, mientras que otras son imperdonables. ¿En qué se basa esto? Se basa en el contexto que dio lugar a esta transgresión, en si entendiste simplemente lo que estabas haciendo. Si transgredes a sabiendas, eso es grave. Si cometes la transgresión antes de haber entendido la verdad, después experimentas la poda y el trato y cambias tras entender la verdad, esa transgresión es perdonada. Si no cambias después del trato y de la poda, sino que repites la transgresión, eso es imperdonable. Por tanto, Dios también gestiona las cosas con principios. La obra que Él lleva a cabo es principalmente salvar personas, hacer todo lo posible por salvarlas. Dime, ¿hay alguien que no haya transgredido? Todo el mundo lo ha hecho, pero en diferentes grados. Algunas personas han transgredido en un grado menor y después han cambiado tras entender, de forma que no vuelven a hacer tal cosa, pues como reza el dicho, “andan con pies de plomo”. Han aprendido la lección de no volver a hacerlo y, en este respecto, no tienen transgresiones. En este respecto, si buscas y practicas la verdad puedes satisfacer a Dios.
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso
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