LIBROS|Iglesia de Dios Todopoderoso | 2. ¿Cuál es la relación entre cada etapa de la obra de Dios y Su nombre?
(1) El significado de Dios tomando el nombre de Jehová en la Era de la Ley
Versículo(s) bíblico(s) para referencia:
“Y dijo más Dios á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado á vosotros. Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todos los siglos” (Éxodo 3:15) .
Palabras relevantes de Dios:
“Jehová” es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel, y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo, y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría... Es decir, solo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Moisés, y de todo el pueblo de Israel. Y así en la era presente, todos los israelitas excepto la tribu de Judá adoran a Jehová. Hacen sacrificios a Él en el altar, y le sirven llevando túnicas de sacerdotes en el templo. Lo que esperan es la reaparición de Jehová... El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de base, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. “Jehová” representa la Era de la Ley, y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel.
de ‘El Salvador ya ha regresado en una “nube blanca“’ en “La Palabra manifestada en carne”
Durante la Era de la Ley, la obra de guiar a la humanidad se realizó bajo el nombre de Jehová, y la primera etapa de la obra se llevó a cabo en la tierra. La obra de esta etapa fue edificar el templo y el altar, y usar la ley para guiar al pueblo de Israel y obrar en medio de él. Guiando al pueblo de Israel, Él estableció una base para Su obra en la tierra. Desde allí expandió Su obra más allá de Israel, es decir que, comenzando desde Israel la difundió hacia fuera, de forma que generaciones posteriores llegaron gradualmente a saber que Jehová era Dios, y que Él había creado los cielos, la tierra y todas las cosas, que había hecho a todas las criaturas. Él difundió Su obra por medio del pueblo de Israel, cuya tierra fue el primer lugar santo de la obra terrenal de Jehová, y la primera obra de Dios sobre la tierra se realizó por todo el territorio de Israel. Esa fue la obra de la Era de la Ley.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Durante la Era de la Ley, Jehová dio muchos mandamientos para que Moisés se los transmitiera a los israelitas quienes le siguieron saliendo de Egipto. Jehová dio estos mandamientos a los israelitas, quienes no guardaban relación con los egipcios y estaban destinados a restringir a los israelitas y eran Sus requisitos para ellos. Si alguien observaba el Sabbat, si alguien respetaba a sus padres, si alguien adoraba ídolos, etc., estos eran los principios por los cuales uno era juzgado como pecador o justo. Ya fuera que el fuego de Jehová lo golpeara a uno, lo apedrearan a muerte, o recibiera la bendición de Jehová, esto se determinaba de acuerdo a si alguien obedecía estos mandamientos. Aquellos quienes no observaban el Sabbat eran apedreados a muerte. Aquellos sacerdotes quienes no observaban el Sabbat eran golpeados por el fuego de Jehová. Aquellos quienes no respetaban a sus padres también eran apedreados a muerte. Todo esto era elogiado por Jehová. Jehová estableció Sus mandamientos y leyes para que mientras Él guiara sus vidas, el pueblo escuchara y obedeciera Su palabra y no se rebelara contra Él. Usó esas leyes para controlar a la recién nacida raza humana, para poner fundamento de Su obra por venir. Y así, por causa de la obra que Jehová hizo, la primera era se llamó la Era de la Ley.
de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne”
Estuvo obrando de una manera formal en Israel durante 2.000 años y el periodo en el que estuvo obrando tanto en Israel como fuera de Israel fue de 500 años, que juntos suman 2.500 años. Durante este periodo Él les enseñó a los israelitas que para servir a Jehová debían construir el templo y usar las túnicas de los sacerdotes y caminar descalzos en el templo al amanecer, para que sus zapatos no ensuciaran el templo y cayera fuego sobre ellos de arriba del templo y los quemara hasta la muerte. Cumplían con sus deberes y se sometían a los planes de Jehová. Oraban a Jehová en el templo y después de ser inspirados por Jehová, es decir, después de que Jehová había hablado, guiaban al pueblo y le enseñaban que debían reverenciar a Jehová —su Dios—. Y Jehová les dijo que debían construir el templo y el altar, y en el tiempo señalado por Jehová, es decir, en la pascua, debían preparar becerros y corderos recién nacidos como sacrificios sobre el altar para servir a Jehová, con el fin de frenarles y poner en sus corazones reverencia por Jehová. Si obedecían la ley sería la medida de su lealtad a Jehová.
de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne”
Las personas en Israel todas llamaban a Jehová su Señor. En ese momento, lo consideraban la cabeza de su familia, y todo Israel pasó a ser una gran familia en la que todos adoraban a su Señor Jehová. El Espíritu de Jehová se les aparecía a menudo, y Él les habló e hizo oír Su voz, y usó una columna de nube y sonido para guiar sus vidas. En ese momento, el Espíritu proveía Su dirección en Israel de forma directa, hablando al pueblo y haciendo que este oyera Su voz, y este veía las nubes y oía los truenos, y de esta forma Él guió sus vidas durante miles de años. Por consiguiente, sólo el pueblo de Israel ha adorado siempre a Jehová.
de ‘La visión de la obra de Dios (2)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Su obra y Sus palabras en Israel guiaron las vidas de todo el pueblo por todo el país, mostrándoles que Jehová no solo era capaz de soplar el aliento en el hombre para que tuviera Su vida y fuera resucitado del polvo y hecho una criatura de Dios, sino que también pudiera abrasar a la humanidad con las llamas y maldecir a la humanidad usando Su vara para gobernar a la humanidad. Así que, también, vieron que Jehová podía guiar la vida del hombre en la tierra y hablar y obrar entre ellos día y noche. Hizo la obra solo para que Sus criaturas supieran que el hombre vino del polvo que Él recogió, que el hombre fue hecho por Él. Además, la obra que Él comenzó en Israel estaba destinada para que otras personas y naciones (que de hecho no estaban separadas de Israel, sino que se habían ramificado de los israelitas, pero todavía eran descendientes de Adán y Eva) pudiesen recibir el evangelio de Jehová de Israel, para que todas las criaturas en el universo lo reverenciaran y lo tuvieran por grandioso.
de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne”
En el tiempo del Antiguo Testamento, Jehová edificó el templo y el altar en Israel, guió la vida de los israelitas sobre la tierra, demostrando que eran Su pueblo escogido, el primer grupo de personas que seleccionó en la tierra y que estaban conformes a Su propio corazón, el primer grupo de personas que Él guió personalmente; es decir, las doce tribus de Israel fueron los primeros escogidos de Jehová, y por tanto Dios siempre obró en ellos, justo hasta el momento en que concluyó la obra de Jehová de la Era de la Ley.
de ‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”
(2) El significado de Dios tomando el nombre de Jesús en la Era de la Gracia
Versículo(s) bíblico(s) para referencia:
“...el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.Y parirá un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará á su pueblo de sus pecados” (Mateo 20:20-21) .
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre: Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin” (Lucas 1:30-33) .
Palabras relevantes de Dios:
El nombre de Jesús marcaba el comienzo de la Era de la Gracia. Cuando Jesús empezó a desarrollar Su ministerio, el Espíritu Santo comenzó a dar testimonio del nombre de Jesús, y ya no se habló más del nombre de Jehová, y en su lugar el Espíritu Santo inició la nueva obra principalmente bajo el nombre de Jesús. El testimonio de los que creyeron en Él fue dado por Jesucristo, y la obra que hicieron fue también por Jesucristo. La conclusión de la Era de la Ley del Antiguo Testamento significaba que la obra principalmente conducida bajo el nombre de Jehová había llegado a su fin. Después de esto, el nombre de Dios ya no fue más Jehová y pasó a llamarse Jesús; desde entonces en adelante el Espíritu Santo comenzó la obra bajo el nombre de Jesús.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”
“Jesús” es Emanuel, y significa la ofrenda por el pecado que está lleno de amor, de compasión, y redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia, y representa la Era de la Gracia, y solo puede representar una parte del plan de gestión... Solo Jesús es el Redentor de la humanidad. Él es la ofrenda por el pecado que redimió a esta del mismo. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia, y existió por la obra de redención en la misma. El nombre de Jesús existió para permitir a las personas de dicha Era nacer de nuevo y salvarse, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Y por tanto el nombre de Jesús representa la obra de la redención, y denota la Era de la Gracia... “Jesús” representa la Era de la Gracia, y es el nombre del Dios de todos aquellos redimidos durante la Era de la Gracia.
de ‘El Salvador ya ha regresado en una “nube blanca“’ en “La Palabra manifestada en carne”
Durante la Era de la Gracia, el nombre de Dios fue Jesús, que indica que Dios era un Dios que salvó al hombre, y que era compasivo y amoroso. Él estaba con el hombre. Su amor, Su compasión y Su salvación acompañaron a cada persona. El hombre podía obtener paz y gozo, recibir Su bendición, Sus inmensas y numerosas gracias, y Su salvación si aceptaba Su nombre y Su presencia. A través de la crucifixión de Jesús, todos aquellos que lo siguieron recibieron la salvación y se les perdonaron sus pecados.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”
En la Era de la Gracia, Jesús vino a redimir a toda la humanidad caída (no solo a los israelitas). Él mostró compasión y misericordia al hombre. El Jesús que el hombre vio en la Era de la Gracia estaba lleno de misericordia y siempre era amoroso, porque había venido a liberar al hombre del pecado. Él podía perdonar al hombre sus pecados hasta que Su crucifixión liberó verdaderamente a la humanidad del pecado. Durante esta época, Dios se apareció al hombre en compasión y misericordia; esto es, se hizo una ofrenda por el pecado para el hombre y fue crucificado por los pecados de este de forma que fueran perdonados para siempre. Él era misericordioso, compasivo, soportaba y amaba. Y todos los que le seguían en la Era de la Gracia también buscaban soportar y amar en todas las cosas. Soportaban todo sufrimiento, y nunca atacaban aunque les apalearan, maldijeran o apedrearan.
de ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”
Cuando Jesús vino, habló pocas palabras; principalmente, exhibió milagros, llevó a cabo señales y maravillas, curó y echó fuera demonios, o bien habló profecías con el fin de convencer al hombre, y hacerle ver que Él era realmente Dios, y un Dios imparcial. En última instancia, completó la obra de la crucifixión.
de ‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”
La obra de Jesús se hizo de acuerdo con las necesidades del hombre en esa era. Su tarea consistía en redimir a la humanidad, perdonarlos por sus pecados, por lo que todo Su carácter fue uno de humildad, paciencia, amor, piedad, tolerancia, misericordia y amorosa bondad. Él bendijo profusamente a la humanidad y les trajo gracia en abundancia, así como toda clase de cosas para su gozo: paz y felicidad, la tolerancia y el amor de Jesús, Su misericordia y bondad. En aquellos días, todo lo que el hombre encontró fue cosas en abundancia para disfrutar: su corazón estaba en paz y tranquilo, su espíritu consolado, y estaba sustentado por el Salvador Jesús. Que la humanidad pudiese obtener estas cosas fue una consecuencia de la era en la que vivió.
de ‘La verdad sobre la obra en la Era de la Redención’ en “La Palabra manifestada en carne”
En la Era de la Gracia el hombre fue corrompido por Satanás, por lo que la obra de redimir a toda la humanidad requirió gracia en abundancia, tolerancia y paciencia infinita, y aún más, una ofrenda adecuada para expiar los pecados de la humanidad. Lo que la gente vio en la Era de la Gracia fue simplemente Mi ofrenda por los pecados de la humanidad: Jesús. Y sólo sabían que Dios podía ser misericordioso y paciente, sólo vieron la misericordia y la amorosa bondad de Jesús. Esto fue así porque vivían en la Era de la Gracia. Así que antes de que pudieran ser redimidos, tuvieron que gozar de abundante gracia dada por Jesús; sólo esto fue beneficioso para ellos. De esta manera, ellos podrían ser perdonados de sus pecados mediante su gozo de la gracia, y podrían tener la oportunidad de ser redimidos por medio del gozo de la tolerancia y paciencia de Jesús. Sólo a través de la tolerancia y paciencia de Jesús fueron ellos capaces de recibir el perdón y de gozar de la abundancia de la gracia otorgada por Jesús, del mismo modo que Jesús dijo: “Yo no he venido para redimir a los justos sino a los pecadores, permitiendo que sus pecados sean perdonados”.
de ‘La verdad sobre la obra en la Era de la Redención’ en “La Palabra manifestada en carne”
Durante Su primera encarnación, fue necesario que Dios sanara a los enfermos y echara fuera demonios, porque Su obra era la redención. Con el fin de redimir a toda la raza humana, necesitaba ser compasivo y perdonador. La obra que hizo antes de ser crucificado fue sanar a los enfermos y echar fuera demonios, y esto presagiaba Su salvación del hombre del pecado y la inmundicia. Siendo la Era de la Gracia, era necesario que Él sanase a los enfermos, mostrando de esta forma señales y maravillas representativas de la gracia en aquella era; y es que la Era de la Gracia se centraba en la concesión de la gracia, simbolizada por la paz, el gozo y las bendiciones materiales, todos ellos muestras de la fe de las personas en Jesús.
de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
(3) El significado de Dios tomando el nombre de Dios Todopoderoso en la Era del Reino
Versículo(s) bíblico(s) para referencia:
“...y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará” (Isaías 62:2) .
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12) .
“Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8) .
“Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado” (Apocalipsis 11:17) .
“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos” (Apocalipsis 15:3) .
Palabras relevantes de Dios:
Durante los últimos días, Su nombre es Dios Todopoderoso, el Todopoderoso, y usa Su poder para guiar al hombre, conquistarlo, ganarlo y, finalmente, concluir la era. En cada era, en cada etapa de Su obra, el carácter de Dios es evidente.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Así pues, cuando la era final —la de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová, o Jesús, mucho menos el Mesías, sino el poderoso Todopoderoso Dios mismo, y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados, soy el Dios que ha vuelto en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que se levanta en los extremos de la tierra, repleto con todo Mi carácter, y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca se han comprometido conmigo, nunca me han conocido, y siempre han ignorado Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una persona me ha visto. Este es el Dios que se aparece al hombre durante los últimos días pero que está oculto en medio de él. Reside entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y el fuego llameante, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no sea juzgada por Mis palabras, y ni una sola persona o cosa que sea purificada ardiendo en el fuego. Finalmente, todas las naciones serán benditas por Mis palabras, y también hechas pedazos por ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que soy el Salvador que ha vuelto, que soy el Dios Todopoderoso que conquista toda la humanidad, que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero en los últimos días también me convertiré en las llamas del sol que quema todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Esa es Mi obra de los últimos días. Adopté este nombre y poseo este carácter de forma que todas las personas puedan ver que soy un Dios justo, el sol ardiente, y el fuego llameante. Es así para que todos puedan adorarme, el único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy solo el Dios de los israelitas, y no soy solo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas a lo largo de los cielos, la tierra y los mares.
de ‘El Salvador ya ha regresado en una “nube blanca“’ en “La Palabra manifestada en carne”
En Su obra final de dar por concluida la era, el carácter de Dios es de castigo y juicio, revela todo lo que es injusto, juzga públicamente a todos los pueblos y perfecciona a aquellos que le aman de verdad. Sólo un carácter así puede concluir la era. Los últimos días ya han llegado. Todas las cosas se clasificarán según su tipo, y se dividirán en diferentes categorías en base a su naturaleza. Este es el tiempo en el que Dios revela el final y el destino del hombre. Si este no pasa por el castigo y el juicio, no habrá forma de revelar su desobediencia y su injusticia. Sólo por este medio se puede manifestar el final de todas las cosas. El hombre sólo muestra sus verdaderos colores cuando es castigado y juzgado. El mal volverá al mal, el bien al bien, y el hombre será clasificado según su tipo. A través del castigo y del juicio se revelará el final de todas las cosas, de forma que los malos serán castigados y los buenos recompensados, y todas las personas se someterán al dominio de Dios. Toda la obra exige que se consigan un castigo y un juicio justos. Como la corrupción del hombre ha alcanzado su punto culminante y su desobediencia ha sido demasiado grave, sólo el carácter justo de Dios, que es principalmente de castigo y juicio, y se revela durante los últimos días, puede transformar y completar totalmente al hombre. Sólo este carácter puede dejar el mal al descubierto y castigar así con severidad a todos los injustos. Por tanto, un carácter como este posee el sentido de la era, y la revelación así como la exhibición de Su carácter se producen en aras de la obra de cada nueva era. Dios no revela Su carácter de manera arbitraria y sin sentido. Si, cuando el final del hombre se revele durante los últimos días, Dios sigue concediendo al hombre una compasión y un amor inagotables, si sigue siendo amoroso con el hombre, y no lo somete a un juicio justo, sino que le demuestra tolerancia, paciencia y perdón, si sigue perdonando al hombre por muy graves que sean los pecados que comete, sin ningún juicio justo, ¿habrá alguna vez un final para toda la gestión de Dios? ¿Cuándo podría un carácter así guiar a la humanidad al destino correcto? Por ejemplo, un juez que siempre es amoroso, bondadoso y amable, ama a las personas independientemente de los pecados que hayan cometido, y es amoroso y tolerante con las personas sean quienes sean. ¿Cuándo será capaz entonces de alcanzar un veredicto justo? Durante los últimos días, sólo el juicio justo puede clasificar al hombre y llevarlo a un nuevo reino. De esta forma, se pone fin a toda la era por medio del carácter justo de Dios del juicio y el castigo.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”
... cuando Dios se hace carne esta vez, Su obra es expresar Su carácter, principalmente por medio del castigo y el juicio. Usando esto como el fundamento, trae más verdad al hombre, muestra más formas de práctica, y por tanto logra Su objetivo de conquistar al hombre y salvarlo de su carácter corrupto. Esto es lo que hay detrás de la obra de Dios en la Era del Reino.
de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”
En los últimos días, Cristo usa una diversidad de verdades para enseñarle al hombre, para revelar la esencia del hombre y analizar sus palabras y hechos. Estas palabras comprenden varias verdades, tales como, el deber del hombre, cómo debe el hombre obedecer a Dios, cómo debe el hombre ser leal a Dios, cómo debe el hombre vivir la humanidad normal, la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras se enfocan en la esencia del hombre y en su carácter corrupto. En particular, esas palabras que revelan cómo el hombre desdeña a Dios se dicen con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Cuando Dios hace la obra del juicio, no simplemente aclara la naturaleza del hombre con unas cuantas palabras, sino que lleva a cabo la revelación, el tratamiento y la poda en el largo plazo. Esa forma de revelación, tratamiento y poda no se pueden sustituir con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Solo esa manera de obrar se considera juicio; solo por medio de ese juicio se puede persuadir al hombre, se le puede convencer por completo de la sumisión a Dios, y puede obtener el verdadero conocimiento de Dios. El resultado de la obra de juicio es que el hombre comprenda el verdadero rostro de Dios y la verdad de su rebeldía. La obra del juicio le permite al hombre entender mucho de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que el hombre no puede entender. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir la fealdad del hombre. Todos estos efectos los produce la obra del juicio, porque la esencia de esa obra es, de hecho, la obra de inaugurar la verdad, el camino y la vida de Dios para todos los que tienen fe en Él. Esta obra es la obra del juicio que Dios hace.
de ‘Cristo realiza la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Durante la Era del Reino, el Dios encarnado pronuncia palabras para conquistar a todos los que creen en Él. Esto es “la Palabra aparece en carne”; Dios ha venido durante los últimos días para hacer esta obra, lo que significa que ha venido a efectuar el significado práctico de la Palabra aparece en carne. Él solo habla palabras y rara vez se producen hechos. Es la esencia misma de la Palabra aparece en carne y cuando el Dios encarnado pronuncia Sus palabras, es la aparición de la Palabra en la carne y la Palabra se hizo en carne. “En el comienzo existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios, y la Palabra se hizo carne”. Esto (la obra de la aparición de la Palabra en la carne) es la obra que Dios llevará a cabo en los últimos días, y es el capítulo final de todo Su plan de gestión; así, Dios tiene que venir a la tierra y manifestar Sus palabras en la carne.
de ‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
En la Era del Reino, Dios usa la palabra para iniciar una nueva era, para cambiar los medios de Su obra, y para realizar la obra de la era entera. Este es el principio por el cual Dios obra durante la Era de la Palabra. Él se hizo carne para hablar desde diferentes perspectivas, permitiendo que el hombre pueda en verdad ver a Dios, quien es la Palabra manifestada en la carne, y Su sabiduría y maravilla. Este tipo de obra se realiza para lograr mejor los objetivos de conquistar al hombre, perfeccionar al hombre y eliminar al hombre. Este es el verdadero significado del uso de la palabra para llevar a cabo el trabajo en la Era de la Palabra.
de ‘La Era del Reino es la Era de la Palabra’ en “La Palabra manifestada en carne”
Dios ha venido a la tierra principalmente para hablar Sus palabras, y tú te comprometes con Su palabra. Lo que ves y lo que oyes, aquello por lo que te riges y lo que experimentas es la palabra de Dios, y esta encarnación de Dios usa sobre todo la palabra para perfeccionar al hombre... Hoy Dios no obra mediante hechos, sino con palabras. Solo después de que Su palabra haya descendido sobre ti podrá el Espíritu Santo obrar dentro de ti y hacer que sufras dolor o que sientas dulzura. Solo la palabra de Dios puede llevarte a la realidad, y solo ella es capaz de perfeccionarte. Así, como mínimo debes entender que la obra que Dios hizo durante los últimos días es principalmente el uso de Su palabra para perfeccionar a todas las personas y guiar al hombre. Toda la obra que hace es a través de la palabra; Él no usa hechos para castigarte... Y así, durante los últimos días, cuando Dios se hace carne usa principalmente la palabra para llevarlo todo a cabo y que todo quede claro. Solo en Sus palabras puedes ver lo que Él es; solo en Sus palabras puedes ver que Él es Dios mismo. Cuando el Dios encarnado viene a la tierra no realiza ninguna otra obra que no sea pronunciar palabras; por tanto, no hay necesidad de hechos, basta con las palabras. Esto se debe a que ha venido principalmente a hacer esta obra, a permitir que el hombre contemple Su poder y Su supremacía en Sus palabras, para que el hombre vea en ellas la humildad con la que Él se esconde y permitirle conocer Su totalidad en Sus palabras. Todo lo que Él tiene y es está en Sus palabras, Su sabiduría y todo lo maravilloso de Él están en Sus palabras. En esto te hace ver los numerosos métodos mediante los cuales Dios pronuncia Sus palabras... Hablando claramente: Hoy, el verdadero Dios mismo de la carne solo habla y no actúa. ¡Esta es la verdad! Usa palabras para perfeccionarte, para alimentarte y para regarte. También usa palabras para obrar, y las usa en lugar de los hechos para que veas Su realidad. Si eres capaz de percibir este aspecto de la obra de Dios, te será difícil ser pasivo.
de ‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Su obra inicial se llevó a cabo en Judea, dentro del ámbito de Israel; en las naciones gentiles no hizo en absoluto ninguna obra de lanzamiento de una era. La etapa final de Su obra no solo se lleva a cabo entre el pueblo de las naciones gentiles; más aún, se realiza entre esas personas malditas. Este punto es la evidencia más capaz de humillar a Satanás; así pues, Dios “se vuelve” el Dios de toda la creación en el universo y el Señor de todas las cosas, el objeto de adoración para todo lo que tenga vida.
de ‘Dios es el Señor de toda la creación’ en “La Palabra manifestada en carne”
En la era final, haré que Mi nombre sea magnificado entre las naciones gentiles, haré que los gentiles vean Mis hechos para que me llamen el Todopoderoso y hagan que Mis palabras pronto sucedan. Haré que toda la gente sepa que no solo soy el Dios de los israelitas, sino el Dios de todas las naciones gentiles, incluso de las naciones que he maldecido. Dejaré que toda la gente vea que Yo soy el Dios de toda la creación. Esta es Mi mayor obra, el propósito de Mi plan de trabajo para los últimos días y la única obra a cumplirse en los últimos días.
de ‘La obra de esparcir el evangelio también es la obra de salvar al hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
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Fuente : Iglesia de Dios Todopoderoso
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