Película cristiana "Rompe el hechizo" Escena 2 - Cuando regrese el Señor, ¿cómo se aparecerá a la humanidad?
Ya han llegado los últimos días y muchos creyentes anhelan que el Señor regrese y los lleve al reino de los cielos. ¿Pero sabes cómo se nos aparecerá el Señor cuando regrese? ¿Será realmente como lo imaginamos, en público y descendiendo directamente sobre una nube? Dios Todopoderoso dice: "¿Deseas ver a Jesús? ¿Deseas vivir con Él? ¿Deseas oír las palabras habladas por Él? […] ¿En qué forma regresará Jesús? Creéis que Él volverá sobre una nube blanca, pero os pregunto: ¿A qué se refiere esta nube blanca? Con tantos seguidores de Jesús esperando Su regreso, ¿en medio de qué personas descenderá?". "cuando veáis a este descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia […] Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo esté la expresión de la verdad" " Por miles de años, el hombre ha anhelado poder ver la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador sobre una nube blanca cuando descienda en persona, en medio de aquellos que lo han añorado y extrañado durante miles de años. El hombre ha anhelado que el Salvador regrese y se reúna con el pueblo, esto es, que vuelva al pueblo del que ha estado separado durante miles de años. Y el hombre espera que Él lleve a cabo de nuevo la obra de redención que realizó entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, perdone sus pecados, cargue con ellos, e incluso con todas las transgresiones del hombre, y libere a este del pecado. Anhelan que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, afable y venerable, que nunca esté airado con el hombre, ni le haga reproches. Este Salvador perdona y carga con todos los pecados del hombre, e incluso muere en la cruz una vez más por él. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, y todos los santos que fueron salvos gracias a Su nombre, lo han estado añorando desesperadamente y esperándolo. Todos aquellos que fueron salvos por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día gozoso durante los últimos días, cuando Jesús el Salvador llegue en una nube blanca y aparezca entre los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. En todo el universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han anhelado desesperadamente la llegada repentina de Jesucristo, para cumplir las palabras de Jesús cuando estaba en la tierra: “Llegaré tal como partí”. El hombre cree que, después de la crucifixión y la resurrección, Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca, y tomó Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, el hombre concibe que Jesús descenderá, de nuevo sobre una nube blanca (esta nube hace referencia a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando volvió al cielo), en medio de aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y que llevará la imagen y las vestiduras de los judíos. Después de aparecerse al hombre, le concederá comida, y hará que el agua de vida brote para él, y vivirá en medio de él, lleno de gracia y amor, vivo y real. Y así sucesivamente. Pero Jesús el Salvador no hizo esto; hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó en medio de los que habían anhelado Su retorno, y no apareció a todos los hombres mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce, y sigue ignorando Su llegada. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin saber que Él ya ha descendido sobre una nube blanca (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es), y está ahora entre un grupo de vencedores que formará durante los últimos días. El hombre no sabe esto: aunque el santo Salvador Jesús está lleno de afecto y amor hacia el hombre, ¿cómo podía obrar en “templos” habitados por la inmundicia y espíritus inmundos? Aunque el hombre ha estado esperando Su llegada, ¿cómo podía aparecerse a aquellos que comían la carne de los injustos, bebían la sangre de los injustos, vestían las ropas de los injustos, que creen en Él pero no lo conocen, y que constantemente lo chantajean? El hombre sólo sabe que Jesús el Salvador está lleno de amor y compasión, y es la ofrenda por el pecado llena de redención. Sin embargo, no tiene ni idea de que es Dios mismo, que está rebosando justicia, majestad, ira, y juicio, y posee autoridad y está lleno de dignidad. Así pues, aunque el hombre anhela con impaciencia y ansía el retorno del Redentor, e incluso el cielo se conmueve con las oraciones del hombre, Jesús el Salvador no se aparece a aquellos que creen en Él pero no lo conocen. " (de La Palabra manifestada en carne).
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso