Por Yang Mingzhen, Canadá
Me llamo Yang Mingzhen y sigo a Dios Todopoderoso desde hace siete años. Estos últimos años, no importa qué deber dispusiera la Iglesia que desempeñara yo ni con qué dificultades o reveses me encontrase en el desempeño de mi deber, aunque requiriera sufrimiento o tuviera que pagar un precio, he sido capaz de cooperar con entusiasmo, sin negatividad y sin retroceder. Creía que, como yo era capaz de hacer todo eso, mi carácter de vida ya había cambiado y que poseía un poco de obediencia práctica a Dios. Pero Dios conoce mi deficiencia y lo que necesito para crecer en mi vida, así que cuidadosamente dispuso entornos reales para que yo experimentara. Sólo a través de la revelación de Dios vi claramente mi verdadera estatura.