El Señor Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3).
Esta escritura muestra que a Dios le agradan los que buscan humildemente la verdad, al igual que los discípulos que seguían al Señor Jesús, recibieron Su salvación por haber escuchado con humildad Sus palabras. Ahora ya estamos en los últimos días, y el Señor Jesús prometió que vendría otra vez, diciendo: “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.»” (Mateo 25:6).
El Apocalipsis profetiza: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). También debemos seguir el ejemplo de los discípulos del Señor Jesús y ser personas que buscan humildemente la verdad. Cuando escuchamos a alguien testificar que el Señor Jesús ha regresado, tenemos que dejar a un lado nuestras propias nociones y buscar e investigar, de esta manera podremos tener la oportunidad de dar la bienvenida al regreso del Señor.
Dios Todopoderoso dice: “Si deseáis presenciar la aparición de Dios, seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero apartaros de vuestras propias nociones. No debes demandar que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis preguntar cómo vais a buscar las huellas de Dios, cómo vais a aceptar la aparición de Dios, y cómo vais a someteros a Su nueva obra; esto es lo que el hombre debe hacer. Ya que el hombre no es la verdad y no posee la verdad, debe buscar, aceptar y obedecer”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
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