Pregunta: Antes, los pastores a menudo predicaban que cuando el Señor viniera, seríamos arrebatados antes de la tribulación, pero ahora los desastres son cada vez más grandes y no hemos sido arrebatados. Los pastores dicen que el hecho de que no hayamos sido arrebatados significa que el Señor aún no ha regresado y que vendrá y nos arrebatará al reino de los cielos durante los desastres. Me siento un poco confundido: ¿Cuándo ocurrirá el arrebatamiento? ¿Seremos arrebatados antes de la tribulación o durante la tribulación?
Responde: ¡Hola! Sus preguntas son un dilema para muchos creyentes en el Señor. Con respecto al arrebatamiento, muchos pastores confirmaron que el Señor vendría antes de la tribulación y que los creyentes también serían arrebatados antes de la tribulación, pero ahora la gran tribulación ha llegado y muchos creyentes en el Señor no han sido arrebatados. Los pastores religiosos entonces dicen que el hecho de que estos creyentes no hayan sido arrebatados antes de la tribulación muestra que el Señor aún no ha regresado y que Él seguramente vendrá durante los desastres, e incluso dejan que los creyentes esperen para ser arrebatados en medio de los desastres. Piensa en ello: ¿Tiene su perspectiva alguna base en las palabras de Dios? ¿Coincide con las profecías bíblicas? ¿Puede el hecho de que algunos creyentes no hayan sido arrebatados antes de la tribulación probar que el Señor no ha regresado?
Antes de que podamos entender cuándo ocurrirá el arrebatamiento, debemos entender que el regreso de Dios en los últimos días y el arrebatamiento de los creyentes son dos cosas diferentes. El Señor vendrá definitivamente antes de la tribulación; en cuanto a cuándo ocurrirá el arrebatamiento, depende de cuándo le demos la bienvenida al Señor. Si damos la bienvenida al Señor antes de la tribulación, somos arrebatados antes de la tribulación; si damos la bienvenida al Señor durante los desastres, entonces somos arrebatados durante los desastres. En Apocalipsis 3:7-12, está clara la profecía: “Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar; porque tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas mienten; he aquí, yo los constreñiré á que vengan y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado. Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar á los que moran en la tierra. He aquí, yo vengo presto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo”. Todos los creyentes en el Señor saben que la iglesia de Filadelfia es una iglesia que ha sido arrebatada antes de la tribulación de los últimos días. Siendo así, el Señor definitivamente regresará antes de la tribulación, ya que sólo con el regreso del Señor y Su aparición al hombre puede el hombre ser arrebatado, esto es seguro.
Tal vez algunas personas pregunten: “Ya que el Señor regresa antes de los desastres, ¿por qué no hemos sido arrebatados?” El Señor Jesús nos lo dijo hace tiempo: “Y á la media noche fué oído un clamor: He aquí, el esposo viene; salid á recibirle” (Mateo 25:6). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo”. En los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias” se menciona varias veces. De esto podemos ver que el Señor regresará en los últimos días y expresará muchas verdades. Todos los que se concentran en escuchar la voz de Dios para acoger al Señor lo harán, cuando escuchen a alguien que testifique que el Señor ha regresado, lo aceptarán y obedecerán si pueden confirmar que es la voz de Dios, y por lo tanto son los que siguen los pasos del Cordero, que cenan en las bodas del Cordero, y que son arrebatados ante Dios. Esto nos muestra que el momento del arrebatamiento depende de cuándo escuchamos la voz de Dios. Aquellos que escuchan la voz de Dios y dan la bienvenida al Señor antes de la tribulación son arrebatados antes de la tribulación; aquellos que escuchan la voz de Dios y dan la bienvenida al Señor en medio de los desastres son arrebatados durante los desastres. Por lo tanto, si queremos ser arrebatados ante Dios, cuando oigamos a alguien testificando la noticia del regreso del Señor Jesús, debemos escuchar la voz de Dios para dar la bienvenida al Señor. Este es un factor crucial para ser arrebatado ante el trono de Dios.
Hoy en día, en todo el mundo, sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso está testificando abiertamente que el Señor Jesús ha regresado como el Dios Todopoderoso encarnado. Dios Todopoderoso ha expresado millones de palabras, y son exactamente las declaraciones del Espíritu Santo a las iglesias. Estas palabras son todas la verdad, y no sólo han revelado el misterio del plan de gestión de seis mil años de Dios, sino que también explican claramente la fuente de la corrupción humana, cómo Satanás corrompe a la humanidad, cómo Dios salva completamente a la humanidad de la esclavitud del pecado y nos purifica, cómo se determinará el resultado final de la humanidad, qué personas recibirán la salvación y entrarán en el reino celestial, qué personas serán eliminadas, cuál es el destino de la humanidad, cómo se realizará el reino de Cristo, y así sucesivamente. La obra de Dios Todopoderoso en los últimos días cumple completamente las profecías del Señor Jesús: “Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir” (Juan 16:12-13). Las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, y conquistan el corazón del hombre y lo convencen totalmente. Todos los que son arrebatados han leído muchas de las palabras de Dios Todopoderoso y han reconocido la voz de Dios, y así regresaron ante Dios. Esto cumple con las palabras del Señor Jesús: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). Todos aquellos que han aceptado la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días han asistido a la fiesta de las bodas del Cordero, disfrutando del suministro del agua viva de la vida. Son las vírgenes sabias y las que son arrebatadas ante el trono de Dios, antes de la tribulación. Al someterse al juicio de Dios, al castigo, a las pruebas y al refinamiento, han logrado la transformación y la purificación de sus actitudes corruptas y se han convertido en vencedoras.
Ahora la gran tribulación ya ha ocurrido, y muchas personas que anhelan la verdad están investigando la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. Han leído muchas de la palabra de Dios Todopoderoso y las reconocen como la voz de Dios. Uno por uno, están regresando ante el trono de Dios. Estas personas son las que son arrebatadas durante los desastres. Si queremos convertirnos en uno de ellos, debemos apresurarnos a investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días y escuchar las palabras expresadas por Dios Todopoderoso para ver si son la voz de Dios. Sólo de esta manera podemos dar la bienvenida al regreso del Señor y ser arrebatados. Si confiamos en nuestras nociones e imaginaciones y no nos centramos en escuchar la voz de Dios para dar la bienvenida al Señor, eso nos convertiría en las vírgenes insensatas. Al final, perderemos nuestra oportunidad de dar la bienvenida al regreso del Señor y ser arrastrados por los grandes desastres.
Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós
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