Palabra de Dios para hoy | Fragmento 529 | "Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio"


Palabra de Dios para hoy | Fragmento 529 | "Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio"

 Adán y Eva, a quienes Dios creó en el principio, eran personas santas, es decir, que mientras estuvieron en el jardín del Edén fueron santos; no estaban manchados con la inmundicia. También eran fieles a Jehová, y no sabían nada de la traición a Jehová. Esto era así porque no tenían la perturbación de la influencia de Satanás; no tenían el veneno de Satanás, y eran los más puros de toda la humanidad. Vivían en el jardín del Edén, sin mancha alguna de inmundicia, sin estar poseídos por la carne, viviendo en reverencia a Jehová. Después, cuando Satanás los tentó, tuvieron el veneno de la serpiente y el deseo de traicionar a Jehová, y vivieron bajo la influencia de Satanás. Al principio, eran santos y reverenciaban a Jehová; sólo así eran humanos. Más tarde, después que Satanás los tentó, comieron el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y vivieron bajo la influencia de Satanás. Poco a poco Satanás los corrompió, y perdieron la imagen original del hombre. Al principio, el hombre tenía el aliento de Jehová, y no era en lo más mínimo desobediente, y no tenía maldad en su corazón. En ese tiempo, el hombre era verdaderamente humano. Después de que Satanás lo corrompió, el hombre se volvió una bestia: sus pensamientos se llenaron con el mal y la inmundicia, sin el bien o la santidad. ¿No es esto Satanás? Has experimentado mucho de la obra de Dios, pero no has cambiado o no has sido limpiado. Todavía vives bajo el dominio de Satanás, y todavía no te sometes a Dios. Así es alguien que ha sido conquistado pero que no ha sido perfeccionado. ¿Y por qué se dice que tal persona no ha sido perfeccionada? Porque esta persona no busca la vida o un conocimiento de la obra de Dios, y nada codicia más que los placeres de la carne y un consuelo momentáneo. Como resultado, no hay cambios en su carácter de vida, y no ha vuelto a obtener su apariencia original de hombre como Dios lo creó. ¡Tales personas son los cadáveres vivientes, son los muertos que no tienen espíritu! Los que no buscan tener un conocimiento de los asuntos del espíritu, que no buscan la santidad y que no buscan vivir la verdad, que están contentos sólo con ser conquistados en el lado negativo, que no son capaces de vivir y manifestar la verdad y hacerse parte del pueblo santo, ellos son personas que no han sido salvadas. Porque si no tiene la verdad, el hombre es incapaz de mantenerse firme durante las pruebas de Dios; sólo los que pueden mantenerse firmes durante las pruebas de Dios, son los que han sido salvados. Lo que quiero son personas como Pedro, personas que buscan ser perfeccionadas. La verdad hoy se les da a los que la anhelan y la buscan. Esta salvación se les otorga a los que anhelan que Dios los salve, y no sólo está destinada a que vosotros la adquiráis, sino que también es para que Dios os pueda ganar. Ganas a Dios con el fin de que Dios te pueda ganar. Hoy te he hablado estas palabras y tú las has escuchado y debes practicar de acuerdo a estas palabras. Al final, cuando pongas en práctica estas palabras, será cuando Yo te haya ganado por medio de estas palabras; al mismo tiempo, tú también habrás ganado estas palabras, es decir, habrás ganado esta salvación suprema. Una vez que hayas sido limpiado, serás un verdadero ser humano. Si no eres capaz de vivir la verdad, o de vivir la semejanza de uno que ha sido perfeccionado, entonces se puede decir que no eres un humano; eres como un cadáver viviente, una bestia, porque no tienes la verdad, ¡lo que quiere decir que estás sin el aliento de Jehová, y por eso eres una persona muerta que no tiene espíritu! Aunque es posible dar testimonio después de haber sido conquistado, lo que ganas es sólo una pequeña salvación, y no te has vuelto un ser viviente que posee un espíritu. Aunque has experimentado el castigo y el juicio, tu carácter no se ha renovado ni cambiado como resultado; sigues siendo tu antiguo yo, todavía le perteneces a Satanás, y no eres alguien que ha sido limpiado. Sólo los que han sido perfeccionados son de valor, y sólo personas como estas han ganado una verdadera vida.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Para conocer más: Qué es el juicio de Dios

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