Los grandes desastres han llegado, ¿te has arrepentido de verdad?

Hoy en día, los desastres son frecuentes en todo el mundo, y la única manera en que podemos ser protegidos por Dios en medio de ellos es arrepentirnos de verdad ante Él. Tal vez dirías: “He confesado mis pecados y me he arrepentido ante el Señor, y he aumentado la frecuencia de orar y participar en reuniones, hago más buena obra, y esto es el verdadero arrepentimiento, de esta manera puedo ser protegido por Él en el desastre”. Pero, ¿con tener estas buenas acciones podremos alcanzar el verdadero arrepentimiento? Dios dice: “[…] seréis, pues, santos porque yo soy santo” (Levítico 11:45). Dios es santo y justo, y nos demanda que logremos la purificación de la naturaleza pecaminosa, que dejemos de pecar y de resistirnos a Él, que obedezcamos y amemos sinceramente a Él, y es obvio que sólo cumplir estas demandas es arrepentirse sinceramente. Mirando a nosotros mismos, aunque tenemos algunos cambios en nuestro comportamiento, es innegable que nuestra naturaleza pecaminosa no se ha resuelto, y aún vivimos en el ciclo de pecar durante el día y confesar por la noche sin ser capaces de poner las palabras del Señor en práctica, como hablar mentira, ser soberbios, envidiar y odiar a otros, e incluso quejarnos de Dios y juzgarlo por asuntos insatisfechos, así sucesivamente. ¡Esta testimonio cristiano  te dirá la respuesta!



Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

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