El Señor Jesús dijo una vez: “He aquí, yo vengo pronto […]” (Apocalipsis 22:7). Ahora el Señor ha regresado de acuerdo a Su promesa y ha llevado a cabo la obra de purificar y salvar al hombre. Pero al oír a alguien dar testimonio de que el Señor ya ha vuelto, algunos creyentes recuerden las palabras de los pastores y ancianos “La Biblia profetiza que los falsos Cristos aparecerán en los últimos días”, por eso piensan que todo lo que predica el regreso del Señor es falso y no se atreven a buscar ni a investigar. Pero, ¿hemos pensado en esto? El Señor vendrá otra vez en los últimos días, si estamos ciegamente en guardia contra los falsos Cristos y no investigamos ni buscamos cuando escuchamos la noticia de Su regreso, ¿no seremos muy propensos a rechazar a Él y perdernos Su retorno? Así que lo más urgente no es protegerse ciegamente de los falsos Cristos, sino aprender a distinguir al Cristo verdadero de los falsos Cristos. Entonces ¿cómo distinguir? El Señor Jesús dijo: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos. Ved que os lo he dicho de antemano” (Mateo 24:24-25). A partir de aquí, se puede ver que la característica de un falso Cristo es hacer señales y prodigios para engañar al hombre. Si alguien afirma ser el Señor Jesús regresado y muestra señales y prodigios, sin duda es un falso Cristo, porque los falsos Cristos no tienen la verdad, ni pueden expresarla, sino que sólo pueden mostrar algunas señales y prodigios para engañar al hombre.
¿Y cuáles son las características de Cristo?
Dios dice: “El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, sino también es la carne particular asumida por Dios a medida que cumple y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no puede ser suplantada por cualquier hombre, sino que es una carne que puede soportar la obra de Dios en la tierra adecuadamente y expresar el carácter de Dios y representar bien a Dios y proveer al hombre con la vida. Tarde o temprano, aquellos que suplantan a Cristo caerán porque, aunque afirman ser Cristo, no poseen nada de la esencia de Cristo. Y así digo que la autenticidad de Cristo, el hombre no la puede definir, sino que Dios mismo la contesta y la decide”.
De las palabras de Dios, se puede ver que Cristo es la carne encarnada por el Espíritu de Dios, es decir, Dios en el cielo se reviste de carne convirtiéndose en el Hijo del hombre para venir a la tierra a salvar al hombre, esta carne tiene una esencia divina y puede expresar la verdad y proveer a la humanidad en cualquier momento y lugar. Por lo tanto, quien puede expresar la verdad, indicarnos el camino y darnos la vida es Cristo, y quien no puede expresar la verdad es definitivamente un falso Cristo, una falsificación, esto es el principio fundamental para discernir al Cristo verdadero de los falsos Cristos.
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