¿A qué se refieren los pobres en el espíritu?


El Señor Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3). De este verso, podemos ver que al Señor le gustan los pobres en espíritu y los bendice y que solo ellos pueden entrar en el reino de los cielos. Entonces, ¿qué es exactamente un pobre en espíritu? ¿Quiere usted ser un pobre en espíritu para entrar en él?

En el registro de la Biblia, cuando Natanael escuchó a Felipe dar testimonio del Señor Jesús, aunque al principio creía que el Mesías no debería nacer en Nazaret, no se aferró a sus propias nociones y fantasías, sino que buscó humildemente y escuchó de cerca Sus palabras. Cuando escuchó al Señor Jesús decir que había hecho oraciones debajo de la higuera, sintió que Él era omnipotente y omnisciente, podía escudriñar lo más profundo del corazón del hombre y no era una persona común, por lo que dejó sus propios conceptos a un lado y admitió que Él era el Mesías venidero, aceptando a Él y recibiendo Su salvación. Natanael era una persona que buscaba con humildad, porque podía buscar la obra de Dios con humildad, aceptar y obedecer lo que el Señor Jesús.

Ahora, el Señor Jesús ha regresado, es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, quien ha expresado todas las verdades que purifican y salvan al hombre. Al oír la noticia de la venida del Señor, ¿cómo debemos tratarla para ser un pobre en espíritu aprobado por Él?

Dios Todopoderoso dice: “El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestro propio camino y no blasfemar contra el Espíritu Santo ni rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, que anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis. Os aconsejo que andéis con cuidado por el camino de la creencia en Dios. No saquéis conclusiones apresuradas; más aún, no seáis despreocupados y descuidados en vuestra creencia en Dios. Deberíais saber que, como mínimo, los que creen en Dios deben ser humildes y reverenciales. Los que han oído la verdad pero la miran con desdén son insensatos e ignorantes. Los que han oído la verdad, pero sacan conclusiones precipitadas o la condenan a la ligera, están asediados por la arrogancia. Nadie que crea en Jesús es apto para maldecir o condenar a otros. Deberíais ser todos personas con razón y que aceptan la verdad. Quizás, habiendo oído el camino de la verdad y leído la palabra de vida, creas que solo una de cada 10.000 de estas palabras está en sintonía con tus convicciones y con la Biblia, y entonces deberías seguir buscando en esa diezmilésima parte de esas palabras. Sigo aconsejándote que seas humilde, no te confíes demasiado y no te exaltes mucho. Con esta exigua reverencia por Dios en tu corazón, obtendrás mayor luz. Si examinas detenidamente y contemplas repetidamente estas palabras, entenderás si son o no la verdad, y si son o no la vida”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Amigos y amigas, frente a la noticia del regreso del Señor, ¿están dispuestos a ser un pobre en espíritu elogiado por Él y a investigar Su obra en los últimos días? Hagan clic en Messenger para contactarnos, siempre estamos disponibles para ustedes.

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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.


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