Versículos bíblicos como referencia:
“Y Jesús, respondiendo, le dijo: […] Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos” (Mateo 16:17-19).
“¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño? Coméis la grosura, os habéis vestido con la lana, degolláis la oveja engordada, pero no apacentáis el rebaño. Las débiles no habéis fortalecido, la enferma no habéis curado, la perniquebrada no habéis vendado, la descarriada no habéis hecho volver, la perdida no habéis buscado; sino que las habéis dominado con dureza y con severidad. Y han sido dispersadas por falta de pastor, y se han convertido en alimento para toda fiera del campo; se han dispersado. Mis ovejas andaban errantes por todos los montes y por todo collado alto; mis ovejas han sido dispersadas por toda la faz de la tierra, sin haber quien las busque ni pregunte por ellas” (Ezequiel 34:2-6).
“Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros” (Mateo 23:13-15).
Las palabras relevantes de Dios:
La obra que lleva a cabo aquel a quien Dios usa es con el fin de cooperar con la obra de Cristo o del Espíritu Santo. Dios levanta a este hombre entre los hombres, está ahí para liderar a todos los escogidos de Dios y Dios también lo levanta para hacer la obra de la cooperación humana. Con alguien así, que sea capaz de hacer la obra de la cooperación humana, se puede lograr a través de él más de las exigencias que Dios le hace al hombre y de la obra que el Espíritu Santo debe hacer entre los hombres. Otra manera de decirlo es esta: La meta de Dios al usar a este hombre es para que todos los que siguen a Dios puedan entender mejor la voluntad de Dios y puedan alcanzar más de las exigencias de Dios. Como las personas no pueden entender directamente las palabras de Dios o la voluntad de Dios, Dios ha levantado a alguien que es usado para que lleve a cabo esa obra. Esta persona que Dios usa también se puede describir como un medio a través del cual Dios guía a las personas, como el “traductor” que se comunica entre Dios y las personas. […] En términos de la esencia de su obra y del trasfondo de su uso, al hombre que Dios usa Él lo levanta; Dios lo prepara para la obra de Dios y él coopera en la obra de Dios mismo. Ninguna persona podría hacer su obra en su lugar, esta es la cooperación humana la que es integral a la obra divina.
Extracto de ‘Acerca del uso que Dios hace del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
El hombre alcanza con mucha facilidad la obra en la mente del hombre. Pastores y líderes en el mundo religioso, por ejemplo, confían en sus dones y posiciones para hacer su obra. Las personas que los siguen por un largo tiempo se van a infectar con sus dones y van a ser influidas por algo de lo que ellos son. Se enfocan en los dones, habilidades y conocimiento de las personas, y prestan atención a algunas cosas sobrenaturales y a muchas doctrinas profundas pero poco realistas (por supuesto, estas doctrinas profundas son inalcanzables). No se enfocan en los cambios en el carácter de las personas, sino que se enfocan en entrenar la predicación y las habilidades de obra de las personas, mejorando el conocimiento y las ricas doctrinas religiosas de las personas. No se enfocan en qué tanto cambia el carácter de las personas o qué tanto las personas entienden la verdad. No se interesan en la esencia de las personas, mucho menos tratan de conocer los estados normales y anormales de las personas. No contraatacan las nociones de las personas ni ponen de manifiesto sus nociones, mucho menos corrigen sus deficiencias o corrupciones. La mayoría de los que los siguen sirven con sus dones, y lo único que publican son nociones religiosas y teorías teológicas que están alejadas de la realidad y son completamente inútiles para darles vida a las personas. De hecho, la esencia de su obra es alimentar el talento, alimentar a una persona sin nada en un talentoso graduado del seminario que después va a hacer la obra y liderar.
Extracto de ‘La obra de Dios y la obra del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
Tú sirves a Dios con tu temperamento natural y de acuerdo con tus preferencias personales; lo que es más, sigues pensando que Dios se deleita en lo que sea que deseas hacer y odia lo que sea que no deseas hacer, y eres guiado completamente por tus propias preferencias en tu labor. ¿Puede esto llamarse servir a Dios? En última instancia, tu carácter de vida no cambiará ni un ápice; más bien, te volverás aún más obstinado porque has estado sirviendo a Dios, y esto hará que tu carácter corrupto se arraigue profundamente. De esta manera, tú desarrollarás reglas en tu interior sobre el servicio a Dios que se basan principalmente en tu propio temperamento y en la experiencia derivada de tu servicio según tu propio carácter. Esta es una lección de la experiencia humana. Es la filosofía del hombre de vivir en el mundo. Personas como estas pertenecen a los fariseos y a los funcionarios religiosos. Si nunca se despiertan y se arrepienten, finalmente se convertirán en los falsos Cristos que aparecerán en los últimos días y que serán los engañadores de los hombres. Los falsos Cristos y engañadores de los que se ha hablado surgirán de entre esta clase de personas. Si aquellos que sirven a Dios siguen su propio temperamento y actúan con base en su propia voluntad, entonces están en peligro de ser expulsados en cualquier momento. Aquellos que aplican sus muchos años de experiencia al servicio de Dios con el fin de ganarse el corazón de los demás, para sermonearlos, dominarlos, y enaltecerse a sí mismos, y que nunca se arrepienten, nunca confiesan sus pecados, nunca renuncian a los beneficios de su posición, estas personas caerán delante de Dios. Son personas del mismo tipo que Pablo, que presumen de su antigüedad y hacen alarde de sus calificaciones. Dios no traerá a este tipo de personas a la perfección. Este tipo de servicio interfiere con la obra de Dios.
Extracto de ‘La forma religiosa de servicio debe prohibirse’ en “La Palabra manifestada en carne”
Simplemente observa a los líderes de cada denominación: son todos arrogantes y farisaicos e interpretan la Biblia fuera de contexto y según su propia imaginación. Todos confían en los dones y la erudición para hacer su obra. Si fueran incapaces de predicar nada, ¿les seguirían esas personas? Después de todo, poseen cierto conocimiento y pueden predicar sobre cierta doctrina o saben cómo convencer a los demás y cómo usar algunos artificios. Los usan para llevar a las personas ante ellos y engañarlas. Esas personas creen en Dios sólo de nombre, pero, en realidad, siguen a sus líderes. Si se encuentran con alguien que predica el camino verdadero, algunos de ellos dicen: “Tenemos que consultarle a nuestro líder respecto a nuestra creencia”. Su fe tiene que pasar por un ser humano. ¿No es esto un problema? ¿En qué se han convertido, pues, esos líderes? ¿Acaso no se han vuelto fariseos, falsos pastores, anticristos y obstáculos para que las personas acepten el camino verdadero?
Extracto de ‘Sólo la búsqueda de la verdad es la verdadera creencia en Dios’ en “Registros de las pláticas de Cristo”
Si has creído en Dios muchos años, pero nunca le has obedecido ni has aceptado todas Sus palabras, sino que le has pedido que Él se someta a ti y actúe según tus propios conceptos, entonces eres la más rebelde de todas las personas, y eres un incrédulo. ¿Cómo puede alguien así obedecer la obra y las palabras de Dios que no se conforman a los conceptos del hombre? La persona más rebelde es aquella que intencionalmente desafía a Dios y se le resiste. Es el enemigo de Dios y el anticristo. Tal persona tiene constantemente una actitud hostil hacia la nueva obra de Dios, nunca ha demostrado la más mínima intención de someterse y jamás se ha sometido o humillado de buen grado. Este individuo se exalta a sí mismo ante los demás y nunca se somete a nadie. Ante Dios, se considera el más diestro para predicar la palabra y el más hábil para obrar en los demás. Nunca descarta los “tesoros” que ya posee, sino que los considera herencias familiares para adorar, para predicar al respecto a los demás, y los usa para sermonear a los necios que lo idolatran. Por cierto, hay una cierta cantidad de personas de esta clase en la iglesia. Se podría decir que son “héroes indómitos”, generación tras generación que habita en la casa de Dios. Consideran que predicar la palabra (doctrina) es su tarea suprema. Año tras año y generación tras generación, se dedican vehementemente a hacer que su obligación “sagrado e inquebrantable” se cumpla. Nadie se atreve a tocarlos ni a reprenderlos abiertamente. Se transforman en “reyes” en la casa de Dios, y causan estragos mientras tiranizan a los demás de una era a otra. Este grupo de demonios busca unirse y derribar Mi obra; ¿cómo puedo permitir que estos demonios vivientes existan delante de Mis ojos?
Extracto de ‘Los que obedecen a Dios con un corazón verdadero, con seguridad serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Los que leen la Biblia en grandes iglesias la recitan cada día, pero ninguno entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno es capaz de conocer a Dios; además, ninguno es conforme al corazón de Dios. Son todos hombres inútiles, viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Aunque blanden el nombre de Dios, se oponen voluntariamente a Él. Aunque se etiquetan como creyentes en Dios, son los que comen la carne y beben la sangre del hombre. Todos esos hombres son diablos que devoran el alma del hombre, demonios líderes que molestan deliberadamente a aquellos que tratan de entrar en el camino correcto y piedras de tropiezo que obstruyen la senda de los que buscan a Dios. Aunque son de “cuerpos robustos”, ¿cómo van a saber sus seguidores que son anticristos que llevan al hombre a oponerse a Dios? ¿Cómo van a saber que son diablos vivientes que buscan especialmente almas para devorar?
Extracto de ‘Todos los que no conocen a Dios son los que se oponen a Él’ en “La Palabra manifestada en carne”
Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.
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