Pregunta 12: Dais testimonio de que el Señor ha regresado y está haciendo Su obra del juicio comenzando en la casa de Dios en los últimos dísa. Esto parece diferente al juicio del gran trono blanco en el Libro del Apocalipsis. La mayoría de las personas en los círculos religiosos cree que el juicio del gran trono blanco está dirigido a los incrédulos que pertenecen a Satanás, el diablo. Cuando el Señor venga, los creyentes serán llevados al cielo y, entonces, enviará desastres para destruir a los incrédulos. Este es el juicio ante el gran trono blanco. Vosotros dais testimonio del comienzo del juicio de Dios en los últimos días, pero no hemos visto a Dios traer ningún desastre par destruir a los incrédulos. Entonces, ¿cómo puede ser el juicio del gran trono blanco?
Respuesta:
Todos aquellos que entienden verdaderamente la Biblia saben que el juicio del gran trono blanco anunciado en el libro del Apocalipsis es una visión del juicio de Dios en los últimos días. Dios Todopoderoso encarnado vino a anunciar la verdad y a hacer Su juicio en los últimos días, comenzando la purificación y salvar a la humanidad corrupta. Lo que significa que el juicio del gran trono blanco ha comenzado ya. El juicio debe iniciarse desde la casa de Dios. Dios formará primero un grupo de triunfadores antes del desastre. Después, Dios provocará los grandes desastres y comenzará a recompensar a los buenos y castigar la maldad hasta que el mal haya sido destruido.
El juicio del gran trono blanco en los últimos días se habrá completado ya totalmente. Entonces Dios aparecerá públicamente para iniciar la nueva era. Lo podemos ver todos claramente ahora. El presagio de los grandes desastres —cuatro lunas de sangre consecutivas— ya ha ocurrido. Los grandes desastres están cerca. Cuando el desastre llegue, serán fulminados todos los que se resistan a Dios, Le juzguen y se opongan a Él, y la camada de Satanás será destruida. ¿No es eso exactamente el juicio del gran trono blanco? Podemos concluir de las profecías de la Biblia que el regreso del Señor se divide en dos etapas: una llegada secreta y otra pública. Primero, el Señor viene como un ladrón, lo que significa que Dios encarnado llega en secreto para anunciar la verdad y realizar Su juicio en los últimos días. El principal objetivo es perfeccionar un grupo de triunfadores. Esto completa el vaticinio de que “El juicio comience por la casa de Dios”. El juicio de Dios en los últimos días se inicia cuando Dios encarnado llega en secreto para anunciar la verdad y juzgar a toda la humanidad. La primera parte de Su obra comienza con el juicio en la casa de Dios. Con ello, Dios purifica y salva a los que han escuchado Su voz y son traídos ante Él, haciéndoles triunfadores. Después, dan comienzo los grandes desastres. Dios utiliza los desastres para castigar y destruir este viejo mundo. El juicio de Dios en los últimos días alcanza pues su punto culminante. Cuando Dios aparezca públicamente entre las nubes, Su juicio se habrá completado totalmente. El reino de Dios aparecerá a continuación. Por lo tanto, se completa la profecía de la nueva Jerusalén descendiendo del cielo. Como dijo Dios Todopoderoso: “Un aspecto de la obra de Dios es conquistar a toda la humanidad y ganar al pueblo escogido por medio de Sus palabras. Otro aspecto es conquistar a todos los hijos de la rebelión por medio de diversos desastres. Esta es una parte de la obra de Dios a gran escala. Sólo de esta forma puede lograrse totalmente el reino en la tierra que Dios quiere y esta es la parte de la obra de Dios que es como el oro fino” (‘Capítulo 17’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios resumen con gran exactitud Su juicio en los últimos días. Lo podemos entender fácilmente. El juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días es el juicio del gran trono blanco anunciado en el Apocalipsis. De acuerdo al juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días, también podemos entender lo que el Apocalipsis revelaba sobre los libros abiertos para juzgar a los muertos y sobre el libro de la vida. De hecho, los libros abiertos para juzgar a los muertos es el juicio de Dios a todos los no creyentes y a aquellos que Le han negado y Le han rechazado. Este juicio es su condena, su castigo, su destrucción. Y abrir el libro de la vida se refiere al juicio que comienza en la casa de Dios. Esto es, Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, revela la verdad para juzgar y purificar a aquellos llevados ante Su trono. El pueblo elegido por Dios, que acepta el juicio de Dios Todopoderoso y es llevado ante Él recibe el juicio de Dios, la purificación y la salvación. El juicio que se inicia en la casa de Dios es para perfeccionar este grupo de triunfadores antes del desastre. Sólo este grupo de personas son vírgenes sensatas, y sus nombres serán grabados en el libro de la vida. los 144,000 triunfadores anunciados en el libro del Apocalipsis. la gente que finalmente entrará en el reino de los cielos para heredar la vida eterna. Se cumple así lo vaticinado en el Apocalipsis: “Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de El y el nombre de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como el sonido de arpistas tocando sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:1-5).
El juicio del gran trono blanco en los últimos días se habrá completado ya totalmente. Entonces Dios aparecerá públicamente para iniciar la nueva era. Lo podemos ver todos claramente ahora. El presagio de los grandes desastres —cuatro lunas de sangre consecutivas— ya ha ocurrido. Los grandes desastres están cerca. Cuando el desastre llegue, serán fulminados todos los que se resistan a Dios, Le juzguen y se opongan a Él, y la camada de Satanás será destruida. ¿No es eso exactamente el juicio del gran trono blanco? Podemos concluir de las profecías de la Biblia que el regreso del Señor se divide en dos etapas: una llegada secreta y otra pública. Primero, el Señor viene como un ladrón, lo que significa que Dios encarnado llega en secreto para anunciar la verdad y realizar Su juicio en los últimos días. El principal objetivo es perfeccionar un grupo de triunfadores. Esto completa el vaticinio de que “El juicio comience por la casa de Dios”. El juicio de Dios en los últimos días se inicia cuando Dios encarnado llega en secreto para anunciar la verdad y juzgar a toda la humanidad. La primera parte de Su obra comienza con el juicio en la casa de Dios. Con ello, Dios purifica y salva a los que han escuchado Su voz y son traídos ante Él, haciéndoles triunfadores. Después, dan comienzo los grandes desastres. Dios utiliza los desastres para castigar y destruir este viejo mundo. El juicio de Dios en los últimos días alcanza pues su punto culminante. Cuando Dios aparezca públicamente entre las nubes, Su juicio se habrá completado totalmente. El reino de Dios aparecerá a continuación. Por lo tanto, se completa la profecía de la nueva Jerusalén descendiendo del cielo. Como dijo Dios Todopoderoso: “Un aspecto de la obra de Dios es conquistar a toda la humanidad y ganar al pueblo escogido por medio de Sus palabras. Otro aspecto es conquistar a todos los hijos de la rebelión por medio de diversos desastres. Esta es una parte de la obra de Dios a gran escala. Sólo de esta forma puede lograrse totalmente el reino en la tierra que Dios quiere y esta es la parte de la obra de Dios que es como el oro fino” (‘Capítulo 17’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios resumen con gran exactitud Su juicio en los últimos días. Lo podemos entender fácilmente. El juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días es el juicio del gran trono blanco anunciado en el Apocalipsis. De acuerdo al juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días, también podemos entender lo que el Apocalipsis revelaba sobre los libros abiertos para juzgar a los muertos y sobre el libro de la vida. De hecho, los libros abiertos para juzgar a los muertos es el juicio de Dios a todos los no creyentes y a aquellos que Le han negado y Le han rechazado. Este juicio es su condena, su castigo, su destrucción. Y abrir el libro de la vida se refiere al juicio que comienza en la casa de Dios. Esto es, Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, revela la verdad para juzgar y purificar a aquellos llevados ante Su trono. El pueblo elegido por Dios, que acepta el juicio de Dios Todopoderoso y es llevado ante Él recibe el juicio de Dios, la purificación y la salvación. El juicio que se inicia en la casa de Dios es para perfeccionar este grupo de triunfadores antes del desastre. Sólo este grupo de personas son vírgenes sensatas, y sus nombres serán grabados en el libro de la vida. los 144,000 triunfadores anunciados en el libro del Apocalipsis. la gente que finalmente entrará en el reino de los cielos para heredar la vida eterna. Se cumple así lo vaticinado en el Apocalipsis: “Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de El y el nombre de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como el sonido de arpistas tocando sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:1-5).
El juicio de Dios Todopoderoso cumple por completo la visión del juicio del gran trono blanco del Apocalipsis. El gran trono blanco simboliza la santidad de Dios y Su autoridad. Pero, ¿cómo conocemos la autoridad de Dios? Todos lo sabemos. Dios creó todas las cosas con Su palabra. Usa Su palabra para guiar,purificar y salvar a la humanidad, para conseguirlo todo. La palabra de Dios representa Su autoridad.Como dice Dios Todopoderoso: “Si Yo hablo, así será. Si Yo ordeno, se mantendrá firme” (‘Capítulo 21’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). “Yo significo lo que digo, y lo que significo se logrará, y nadie puede cambiar esto; es algo absoluto” (‘Capítulo 1’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”). La obra de Dios Todopoderoso en los últimos días es la obra de la palabra. Dios utiliza la palabra para controlar el universo entero, para controlar a toda la humanidad. Usa Su palabra para guiar, para abastecer a la humanidad y está ahora utilizando Su palabra para juzgar y purificar a los hombres. Dios Todopoderoso dice: “Deseo llevar a la gente de todo el mundo a la tierra de Canaán, por tanto, sigo profiriendo Mi voz en la tierra de Canaán con el fin de controlar al universo entero. En este momento, no hay luz en toda la tierra, aparte de Canaán, y todos los hombres están en peligro de pasar hambre y frío” (‘Los siete truenos retumban: profetizan que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”). “durante los últimos días, cuando Dios se hace carne usa principalmente la palabra para llevarlo todo a cabo y que todo quede claro” (‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Todos los que sean malvados serán castigados por las palabras en la boca de Dios; todos los que sean justos serán benditos por las palabras en Su boca, y todos serán establecidos y hechos completos por las palabras en Su boca. Ni Él mostrará ninguna señal o maravilla; todo se cumplirá por Sus palabras, y Sus palabras producirán hechos. Todos en la tierra celebrarán las palabras de Dios, sean adultos o niños, hombres, mujeres, viejos o jóvenes, Todo el mundo se someterán a la palabra de Dios” (‘El Reino Milenario ha llegado’ en “La Palabra manifestada en carne”).
La palabra de Dios Todopoderoso es como el relámpago que brilla de Oriente a Occidente. Purifica y perfecciona a aquellos que regresan ante el trono de Dios, y descubre a los fariseos hipócritas que odian la verdad, así como a los malvados que se oponen a Dios. Al mismo tiempo, fulmina a los hijos de la desobediencia. El juicio final de Dios Todopoderoso en la tierra demuestra que Dios está reinando desde Su trono. Aunque este viejo mundo de maldad y tinieblas existe todavía en la actualidad, pronto se destruirá. No hay fuerza en la tierra que pueda destruir el reino de Dios, ni fuerza que pueda derogar Su obra o evitar que esta continúe. Dios ejerciendo Su autoridad para realizar Su juicio en la tierra es como Su trono en el cielo: Es algo que nadie puede cambiar. Es una realidad. Como dice Dios Todopoderoso: “El reino se está expandiendo entre la humanidad, se está formando entre la humanidad, se está erigiendo entre la humanidad; no hay fuerza que pueda destruir Mi reino” (‘Capítulo 19’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”). Esta es la autoridad y el poder desplegados por la palabra de Dios. La palabra de Dios ejerciendo el poder en la tierra es Cristo que reina en la tierra. Es Dios reinando en la tierra desde Su trono. Es suficiente para demostrar que el reino de Dios ha descendido ya sobre la tierra. Nadie lo puede negar. Podemos ver que la voluntad de Dios se ha cumplido así en la tierra, como en el cielo. Jesús, nuestro Señor dijo, “Venga tu reino.Hágase tu voluntad,así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10). En Apocalipsis también se anunció: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían:El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar” (Apocalipsis 11:15-17). Estas palabras ya se han hecho realidad. Son todas las verdades conseguidas por el juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días.
de “Preguntas y respuestas clásicas sobre el Evangelio del Reino Selecciones”
“Mi justicia, majestad y juicio no muestran misericordia hacia Satanás. Pero para vosotros, son para salvaros, sin embargo, simplemente sois incapaces de comprender Mi carácter ni conocéis los principios detrás de Mis acciones” (‘Capítulo 90’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Estas líneas de las palabras de Dios hablan de los resultados que la justicia, la majestad y el juicio de Dios producen en las personas. ¿Cuáles son los resultados? Algunas personas no los ven. “Mi justicia, majestad y juicio no muestran misericordia hacia Satanás”. ¿Cuál es el significado de estas palabras? Algunas personas dicen: “El significado de estas palabras es que la justicia, la majestad y el juicio de Dios están dirigidos a Satanás, no a las personas”. ¿Es correcta o equivocada esta interpretación? Esta interpretación es errónea, incluso, absurda. Aquí también dice: “Pero para vosotros, son para salvaros”. ¿Qué significa esto? “Vosotros” se refiere al pueblo escogido de Dios, a todos aquellos que aceptan la obra de Dios. Para el pueblo escogido de Dios y para todas aquellas personas que realmente creen en Dios, la justicia, la majestad y el juicio de Dios son para su salvación. Algunas personas sienten que esto es contradictorio y dicen: “No muestran misericordia a Satanás pero son para salvar al hombre, entonces, la justicia, la majestad y el juicio de Dios ¿están dirigidos a Satanás o al hombre?”. ¿Es fácil de resolver este problema? Algunas personas pueden pensar de esta manera: “Entre todas las personas, algunas pertenecen a Satanás, el diablo, y otras son el pueblo escogido de Dios, el objeto de la salvación. Así pues, para Satanás, la justicia, la majestad y el juicio de Dios son exposición, eliminación o castigo. Para el pueblo escogido de Dios, para aquellos que verdaderamente creen en Dios, son completamente para la salvación, la purificación y el perfeccionamiento”. ¿Es correcta esta interpretación o no? Esta interpretación es correcta. Tales personas han encontrado el camino. Así que, dime: ¿Es Satanás o es el pueblo escogido de Dios el que pasará por la justicia, la majestad y el juicio iracundo de Dios? Todos deben aceptarlo. No está bien que alguien no lo acepte. En otras palabras, nadie puede escapar de ello; esto es un hecho. Algunas personas podrían decir: “¡Dios pronuncia Sus palabras, pero ni los incrédulos, ni las personas religiosas, ni las personas que pertenecen a Satanás las han escuchado o las han leído!”. Si no las escuchan ni las leen, ¿escaparán del juicio y el castigo de Dios? Podrían escapar del juicio y el castigo de las palabras de Dios, pero ¿pueden escapar de la ira de Dios y de los desastres enviados por Dios? ¿Pueden escapar del juicio y castigo por los hechos reales? Nadie puede escapar. Si no aceptas el juicio y castigo de las palabras de Dios, entonces tienes que aceptar el juicio y castigo de los hechos reales. Así pues, ¿cuál es el juicio y castigo de los hechos reales? ¡Los desastres! Por tanto, el juicio del gran trono blanco de Dios en los últimos días ya ha comenzado.
El juicio de las palabras de Dios está dirigido al pueblo escogido de Dios. El juicio de los hechos reales, el juicio y castigo de los desastres, se dirige a los incrédulos. Así pues, hay dos aspectos de la obra de juicio, los cuales se llevan a cabo simultáneamente. Este punto no se puede ignorar. Algunas personas dicen: “El pueblo escogido en la casa de Dios está padeciendo el juicio y castigo de Dios, ¡pero los incrédulos están comiendo, bebiendo y disfrutando, y no han aceptado el juicio y castigo de Dios!”. El juicio y castigo de los hechos reales es diferente al juicio y castigo de las palabras. El juicio y castigo de las palabras ocurre durante un tiempo largo, pero el juicio y castigo de los hechos reales vendrá en poco tiempo, en un instante. Es como un enorme terremoto. Cuando las personas están comiendo, bebiendo y divirtiéndose, de repente, el suelo se sacude y ocurre el gran terremoto. Todos quieren correr, pero no pueden, y todos terminan muertos por aplastamiento. El juicio y castigo de los hechos reales es rápido, efímero, repentino e imposible de prevenir. El juicio y castigo de las palabras es diferente. Toma un cierto tiempo. Además, algunas personas no han comido ni bebido las palabras de Dios y otras las han comido y bebido, pero no las han tomado en serio. Algunas personas las han tomado en serio, pero no han experimentado su juicio. No experimentarlo no es aceptable. La primera vez que lo experimentan, pueden no ser capaces de obedecer, y no tienen conocimiento ni entendimiento, pero, después de un tiempo, viene el entendimiento y, después de un poco más de tiempo, entienden un poco más. Después de experimentar un poco más, pueden entender más a fondo y entonces pueden surgir el arrepentimiento y el cambio verdaderos. Este es el proceso de la búsqueda de la verdad. De no entender a entender. La obediencia resulta del entendimiento y el conocimiento resulta de la obediencia. Este proceso toma mucho tiempo. Para lograr resultados, algunas personas tienen que experimentarlo diez o veinte años y, otras, de veinte a treinta años. Y mientras experimentamos el juicio y castigo de las palabras de Dios, ¿qué hacen los incrédulos? ¡Comen, beben, se divierten, duermen y sueñan! Cuando hayamos pasado por suficiente juicio y castigo y seamos purificados y comencemos a regocijarnos y a alabar a Dios, cuando el pueblo de Dios sea hecho completo por Dios, vendrán los desastres para los incrédulos. Y, cuando vengan los desastres, ¡será el tiempo de su muerte! La mayoría de las personas se han dado cuenta: “¡Este es el juicio del gran trono blanco! El juicio y castigo de las palabras es interno y la venida y castigo de los desastres es externo. Aquellos que no creen en Dios y aquellos que se resisten a Dios, deben morir en los desastres”. ¿Cuál es la relación temporal entre el juicio y castigo interno de las palabras y el castigo externo de los desastres? Son simultáneos. También les ocurren desastres de todo tipo a los incrédulos, pero no son tan grandes ni se clasifican como desastres devastadores. Sin embargo, una vez que el pueblo escogido de Dios haya sido hecho completo, cuando aparezca un grupo de vencedores, “crack”, los grandes desastres descenderán inmediatamente. Este es el juicio y castigo de los desastres que será usado para desechar a los incrédulos. ¡Este juicio y castigo está lleno de ira y majestad!
de “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida (serie 121)”
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