Música cristiana de adoración | El significado de la aparición de Dios
1
La aparición de Dios se refiere a Su llegada a la tierra para hacer Su obra.
Con Su propio carácter e identidad, y con Su propio método,
desciende entre los hombres para iniciar una época y terminar otra.
Esta aparición no es una señal o un cuadro, ni una especie de ceremonia.
No, no es un milagro o una gran visión,
y mucho menos una clase de proceso religioso.
Es un hecho real y verdadero, que se puede tocar y contemplar,
un hecho que se puede tocar y contemplar.
Tal aparición no es por seguir un proceso,
o por una obra que se realice a corto plazo;
es más bien por una etapa de obra en el plan de gestión de Dios.
2
La aparición de Dios siempre es significativa,
y siempre se conecta con Su plan de gestión,
se conecta con Su plan de gestión.
Esta aparición es totalmente diferente a la aparición de Dios para dirigir,
guiar o iluminar al hombre, guiar o iluminar al hombre.
Cada vez que Dios se manifiesta, lleva a cabo una etapa de la gran obra.
Esta obra es diferente a la de cualquier otra época,
para el hombre es inimaginable,
nunca la ha podido experimentar,
nunca la ha podido experimentar.
Esta inicia una nueva época y termina con una época pasada,
es una nueva y mejor obra para salvar a la humanidad,
es una obra para llevar a la humanidad a una nueva época.
Este es el significado de la aparición de Dios.
Este es el significado de la aparición de Dios.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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Dios es el principio y el fin; es Él mismo quien pone en marcha Su obra y, por tanto, debe ser Él mismo quien concluya la era anterior. Esa es la prueba de que derrota a Satanás y conquista el mundo. Cada vez que Él mismo obra entre los hombres, es el comienzo de una nueva batalla. Sin el comienzo de una nueva obra no habría naturalmente conclusión de la antigua, y el que no concluya la antigua es prueba de que la batalla contra Satanás aún no ha llegado a su final. Sólo si Dios mismo viene, y lleva a cabo la nueva obra entre los hombres, el hombre puede liberarse totalmente del campo de acción de Satanás y obtener una nueva vida y un nuevo comienzo. De otro modo, el ser humano vivirá para siempre en la era antigua y bajo la antigua influencia de Satanás. Con cada era dirigida por Dios se libera una parte del hombre, y así el hombre avanza junto a la obra de Dios hacia la nueva era. La victoria de Dios es una victoria para todos aquellos que le siguen. Si la humanidad de la creación estuviera encargada de concluir la era, desde el punto de vista del hombre o de Satanás, no sería más que un acto que se opone a Él o lo traiciona y no de obediencia a Dios, y la obra del hombre se convertiría en una herramienta para Satanás. Sólo si el hombre obedece y sigue a Dios en una era introducida por Él mismo, Satanás se convencería totalmente, porque esa es el deber de un ser creado. Y por eso digo que sólo necesitáis seguir y obedecer, y no se os pide nada más. Eso es lo que se pretende con que cada uno cumpla con su deber y desempeñe su función. Dios hace Su propia obra y no necesita que el hombre la haga en Su lugar, ni se involucra en la obra de los seres creados. El hombre cumple su propio deber y no interfiere en la obra de Dios, y sólo esto es obediencia y la prueba de la derrota de Satanás. Después de que Dios mismo haya dado entrada a la nueva era, Él ya no obra en medio del hombre. Sólo entonces entra este oficialmente en la nueva era para cumplir su deber y llevar a cabo su misión como un ser creado. Estos son los principios de obra que nadie puede transgredir. Sólo obrar de esta forma es sensato y razonable. Dios mismo hace Su obra. Él es quien la pone en marcha, y también quien la concluye. Él es quien planea la obra, y también quien la gestiona, y aún más, Él es quien la hace llegar a buen término. Es como se declara en la Biblia: “Yo soy el principio y el fin; soy el Sembrador y el Segador”. Todo lo relacionado con la obra de Su gestión, lo hace Él mismo. Él es el Gobernador del plan de gestión de seis mil años; nadie puede hacer Su obra en Su lugar o dar por concluida Su obra, porque Él es quien lo controla todo. ¡Como Él creó el mundo, llevará al mundo entero a vivir en Su luz, y concluirá la era completa para que todo Su plan llegue a buen término!
De ‘El misterio de la encarnación (1)’ en "La Palabra manifestada en carne"
“El amor de Dios se extiende como el agua de una fuente, y se te da a ti y a mí y a él y a todos los que verdaderamente buscan la verdad y esperan la aparición de Dios” Exacto de “La Palabra manifestada en carne”. Las declaraciones de Dios en los últimos días pueden hacer que disfrutas de una provisión sin fin de agua viva y encontrar el camino hacia la vida eterna. Que todos escuchemos las palabras que dice el Espíritu Santo a las iglesias y conozcamos la obra de Cristo en los últimos días y Sus declaraciones. Te invitamos a comunicarte y explorar con nosotros a través de Messenger.
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