Música de adoración a Dios | "Imitar al Señor Jesús" Sigue al Señor recorriendo el camino de la cruz

Hay una amor que llama la obediencia;
Hay una amor que llama el pagar;
Hay una amor que  llama la obligación irrenunciable;
¡Todos estos amores son de nuestro Señor Jesús!
Sigue al Señor para adoptar el camino de la Cruz y haga la voluntad de Dios. ¡Amén!
La palabra de Dios dice: “En el camino hacia Jerusalén, Jesús se sintió angustiado, como si le estuvieran retorciendo un cuchillo en el corazón, pero no tenía la más mínima intención de volverse atrás en Su palabra; siempre había una poderosa fuerza que lo empujaba hacia adelante hacia el lugar de Su crucifixión. Finalmente, fue clavado en la cruz y se convirtió en la semejanza de la carne pecaminosa, completando esa obra de redención de la humanidad, y levantándose por encima de los grilletes de la muerte y el Hades. Delante de Él, la mortalidad, el infierno y el Hades perdieron su poder, y Él los venció”.Por favor escuche el himno de las palabras de Dios "Imitar al Señor Jesús". Sintamos el amor de Dios y sigamos al Señor para adoptar el camino de la Cruz.





Música de adoración a Dios | "Imitar al Señor Jesús" Sigue al Señor recorriendo el camino de la cruz


I Jesús completó la misión de Dios, la obra de redención de los hombres, considerando la voluntad de Dios, sin propósitos egoístas o planes. En el centro puso el plan de Dios, y oró al Padre celestial, buscó la voluntad de Dios. Lo buscó y siempre le oró. Si, como Jesús, sólo consideras a Dios y das la espalda a la carne, Dios te confiará tareas vitales (vitales) para que puedas servirle.

II Jesús oró: “¡Dios Padre! Que se haga Tu voluntad. No actúes según Mis intenciones, hazlo según Tu plan. Despreocúpate del hombre débil, que es como una hormiga en Tu mano. Yo sólo deseo cumplir Tu voluntad. Haz en Mí lo que desees”.
III En el camino a Jerusalén, Jesús se sintió angustiado. Pero mantuvo Su palabra, sacando fuerzas, continuó hacia la cruz. Al final fue crucificado, fue imagen de la carne pecaminosa, completando la obra de la redención, superando los grilletes de la muerte. Si, como Jesús, sólo consideras a Dios y das la espalda a la carne, Dios te confiará tareas vitales (vitales) para que puedas servirle.
IV Jesús vivió treinta y tres años, y siempre satisfizo a Dios, sin pensar en ganar o perder, sino en la voluntad de Dios Padre. Su servicio siempre en armonía con la voluntad de Dios. Por eso estaba capacitado para cumplir con la redención. Un sufrimiento infinito soportó y Satanás lo tentó innumerables veces. Pero Él nunca se desanimó (nunca). Confiando y con amor, Dios le dio esta tarea. Si, como Jesús, sólo consideras a Dios y das la espalda a la carne, Dios te confiará tareas vitales (vitales) para que puedas servirle. Y sólo en momentos así podrás decir que haces Su voluntad, que completas Su comisión, que de verdad sirves a Dios, a Dios. De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso  

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