Película religiosa | "Mi sueño del reino celestial" Escena 4 - ¿Cuál es la diferencia entre la obra de juicio de Dios en los últimos días y la del Señor Jesús?





Película religiosa | "Mi sueño del reino celestial" Escena 4 - ¿Cuál es la diferencia entre la obra de juicio de Dios en los últimos días y la del Señor Jesús?



Algunas personas creen que, después de que el Señor Jesús resucitó y ascendió al cielo, el Espíritu Santo descendió para obrar sobre el hombre en el día de Pentecostés. Él reprobó el mundo del pecado, de la justicia y del juicio. Cuando recibimos la obra del Espíritu Santo y nos arrepentimos de nuestros pecados ante el Señor, estamos experimentando el juicio del Señor. La obra realizada por el Espíritu Santo el día de Pentecostés debería ser la obra de juicio de Dios en los últimos días. ¿Estamos correctos en el modo en que lo recibimos? ¿Cuál es la diferencia entre la obra del Señor Jesús y la obra de juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días?


Fuente: Relámpago Oriental  

Puesto que el Señor Jesús nos ha perdonado todos los pecados y ya no nos considera pecadores aunque a menudo pequemos, si nos confesamos y arrepentimos ante Él, nos perdonará. Aun así, ¿por qué debemos recibir la obra del juicio de Dios en los últimos días para salvarnos y ser admitidos en el reino de los cielos? ¿De qué va todo esto?

Dios Todopoderoso dice :"Tú sólo sabes que Jesús descenderá durante los últimos días, pero ¿cómo lo hará exactamente? Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios, ¿puedes ser conforme al corazón de Dios? Para ti, que aún eres del viejo ser, es cierto que Jesús te salvó y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios, pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro. ¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado? En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable, pero sigues deseando descender con Jesús; ¡tendrías que tener tanta suerte! Te has saltado un paso en tu creencia en Dios: simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado. Para que seas conforme al corazón de Dios, Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte; si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad. De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios, porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre, que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento. Y así, tú, un pecador que acaba de ser redimido, no puedes heredar directamente la herencia de Dios." ("La Palabra manifestada en carne")

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