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VI. El entendimiento necesario de la obra de juicio y castigo de Dios en los últimos días (3)
Al final, Él quemará todo lo impuro e injusto del hombre en todo el universo, para mostrarle que Él no es sólo un Dios de compasión, misericordia, sabiduría, maravillas y santidad, sino que aún más, Él es un Dios que juzga al hombre. Para los malos entre la humanidad, Él es fuego, juicio y castigo; para aquellos que deben ser perfeccionados, Él es tribulación, refinamiento y prueba, así como consuelo, sustento, provisión de palabras, trato y poda. Y para los que son eliminados, Él es castigo, así como retribución (‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Sólo por medio de la encarnación de Dios en el lugar más retrógrado e inmundo puede Él revelar la totalidad de Su carácter santo y justo. ¿Y a través de qué se revela Su justo carácter? A través del juicio de los pecados de las personas, del juicio de Satanás, de la repugnancia hacia los pecados, y del odio de Sus enemigos que se rebelan contra Él y se oponen a Él (‘Cómo lleva fruto el segundo paso de la obra de conquista’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Castigaré a todos los nacidos de Mí que todavía no me conocen, para mostrarles toda Mi ira, Mi gran poder y Mi plena sabiduría. En Mí todo es justo y no hay absolutamente ninguna injusticia, ni engaño ni ruindad; quienquiera que sea deshonesto y mentiroso debe ser un hijo del infierno, debe haber nacido en el Hades. En Mí todo es manifiesto; lo que Yo diga que sea logrado, se logra y lo que Yo diga que sea establecido, se establece, y nadie puede cambiar o emular estas cosas porque Yo soy el incomparable Dios mismo (Declaraciones y testimonios de Cristo en el principio).
Por estos juicios habéis sido capaces de ver que Dios es el Dios justo, el Dios santo. Él os ha juzgado, y Su ira os ha visitado debido a Su santidad y Su justicia. Como Él puede revelar Su carácter justo cuando ve la rebeldía de la humanidad, y como Él puede revelar Su santidad cuando ve la inmundicia de la humanidad, con esto basta para mostrar que Él es Dios mismo, santo y sin mancha, pero también que Él vive en una tierra de inmundicia (‘Cómo lleva fruto el segundo paso de la obra de conquista’ en “La Palabra manifestada en carne”).
¡Yo soy justo, Yo soy fiel, Yo soy el Dios que examina el corazón más íntimo del hombre! (Declaraciones y testimonios de Cristo en el principio).
Ninguna persona o cosa puede escapar del sufrimiento de este castigo y juicio ni puede eludir esta clasificación según el tipo; Todos los hombres estarán organizados por clases. Esto se debe a que el final está cerca para todas las cosas, y los cielos y la tierra llegan a su conclusión. ¿Cómo puede el hombre escapar del final de su existencia? (‘La verdad interna de la obra de conquista (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Confiamos en que ningún país o poder pueda interponerse en el camino de lo que Dios quiere lograr. Aquellos que obstruyen Su obra, se resisten a Su palabra, interrumpen y perjudican Su plan serán castigados por Él en última instancia. Quien resiste la obra de Dios será enviado al infierno; cualquier país que lo haga, será destruido; cualquier nación que se levante para oponerse a la obra de Dios será barrida de esta tierra, y dejará de existir (‘Dios preside el destino de toda la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Quiero que cada hombre vea que todo lo que he hecho es lo correcto y que es una expresión de Mi carácter; no es la obra del hombre, ni mucho menos toda la naturaleza, la que creó a la humanidad. Por el contrario, soy Yo el que nutre cada ser vivo entre todas las cosas. Sin Mi existencia, la humanidad sólo puede morir y sufrir la invasión de plagas. Nadie podrá ver nunca más la belleza del sol y la luna o el mundo verde; la humanidad sólo se enfrentará a la noche frígida y al valle inexorable de la sombra de la muerte (‘Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino’ en “La Palabra manifestada en carne”).
La imagen de Dios no se da a conocer al hombre por medio de la imagen encarnada, sino a través de la obra llevada a cabo por el Dios encarnado de imagen y forma; y a través de Su obra, Su imagen se muestra y se da a conocer Su carácter. Este es el sentido de la obra que Él desea hacer en la carne (‘El misterio de la encarnación (2)’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Lo que Él manifiesta a la multitud es únicamente Su carácter justo y todos Sus hechos, y no la imagen de Su cuerpo cuando se hizo carne dos veces, porque la imagen de Dios sólo puede mostrarse por medio de Su carácter, y no puede sustituirse por la imagen de Su carne encarnada. […] Lo que se muestra a la multitud es la justicia de Dios y Su carácter en su totalidad, en lugar de Su imagen cuando se hizo carne en dos ocasiones. No es la imagen única la que es mostrada al hombre, ni las dos combinadas (‘El misterio de la encarnación (2)’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Es completamente evidente, por los métodos de obra de Dios de juicio y castigo para salvar y perfeccionar a las personas plenamente en los últimos días, que Su salvación y perfección de las personas se logran enteramente por medio de revelar Su carácter justo. Una vez que Su carácter de justicia, majestad, juicio e ira se haya revelado por completo, la humanidad corrupta actuará naturalmente de acuerdo a su propia especie. Todos aquellos que aman la verdad y son capaces de aceptarla serán capaces de aceptar y obedecer la obra de juicio y castigo de Dios y entonces alcanzarán la salvación y serán perfeccionados. Todos aquellos que detestan la verdad, que odian la verdad, como es normal, resistirán, negarán y condenarán a Cristo y rechazarán la obra de juicio y castigo de Dios en los últimos días. En particular, la mayoría de los líderes y pastores de diversas secas y denominaciones del mundo religioso se convertirán en fuerzas del anticristo que se resisten y oponen a Cristo. Es por esto que ellos serán expuestos y eliminados y al final estarán sujetos al castigo. Ellos serán los objetos del juicio de Dios en la cima de Su furia. La obra de Dios en los últimos días refleja completamente que donde existe la corrupción, el juicio debe tener lugar, y donde hay pecado, el castigo debe ocurrir. Esta es la regla del cielo decretada por Dios y nadie puede escapar de ella. La humanidad corrupta resiste y traiciona a Dios y si no experimenta Su juicio y castigo, no será tolerada por Dios. Es por esto que es un principio inmutable del cielo y la voluntad inviolable de Dios que la humanidad corrupta se someta al juicio y castigo de Dios en los últimos días. La humanidad está corrompida al extremo. Toda ella es la prole de Satanás que traicionó a Dios. Si el juicio y castigo de la majestad e ira de Dios no le sucediera, entonces ¿cómo podría postrarse delante de Dios en plena sumisión? ¿Y cómo podría alcanzar la purificación y salvación genuinas? Es por esto que el carácter de Dios de justicia, juicio, castigo e ira, que se revela en los últimos días, se ha vuelto la mayor salvación para la humanidad corrupta y es precisamente la bendición de Dios para la humanidad. La revelación de Dios de Su carácter justo a la humanidad es Su verdadero amor y Su completo amor por el hombre.
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso
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